El Consejo de Gobierno de Cantabria aprueba en su reunión semanal el envío al Parlamento de la Ley Lgtbi cuya tramitación fue imposible la pasada legislatura.

Después de que venciera la legislatura, sin que pudiera siquiera votarse debido a las comparecencias de última hora que pidieron PRC y Ciudadanos con el apoyo del PP, la Ley volvió a la casilla de salida de su paso por el Gobierno.

Aunque finalmente no se han vuelto a hacer unos informes que ya en su día se demoraron durante períodos superiores al año, según confirman a EL FARADIO fuentes conocedoras del proceso de tramitación.

De modo que ahora la responsabilidad recae en manos de los grupos parlamentarios, que deberán estudiar y modificar, aceptar o rechazar la Ley.

Dado que al Parlamento acaba de llegar el proyecto de Ley de presupuestos y concentra los esfuerzos de prácticamente el grueso de la cámara, lo previsible es que el trámite se active tras su aprobación, en enero.

En principio, PSOE y PRC, socios de gobierno, suman mayoría suficiente para aprobarla, pero los regionalistas ya pusieron trabas al trámite la pasada legislatura alegando un desconocimiento del texto que les llevó a pedir comparecencias sobre su contenido.

Su portavoz, Pedro Hernando, llegó a afirmar, en una tertulia en EL FARADIO, que fue ALEGA quien se negó a hablar de la Ley, pese a los ofrecimientos del colectivo de aclararle en detalle las dudas que pudieran tener los regionalistas.

La presencia esta legislatura en la Cámara de Vox, abiertamente contrario a las leyes Lgtbi en el Parlamento, hace temer al colectivo porque la mayoría de gobierno varíe.

De hecho, «fuentes regionalistas» expresaban recientemente a EL DIARIO MONTAÑÉS su recelo a la Ley al incluir, según este partido, la creación de una Dirección General Lgtbi dentro del organigrama del Gobierno de Cantabria.

Si bien lo cierto es que el texto no refleja cambios en la estructura de la administración autonómica más allá de señalar que estas competencias se concentrarán en la Consejería dentro de la que se encuadre el área de Igualdad (la legislatura pasada era la de Díaz Tezanos, esta la de Pablo Zuloaga).

Precisamente a la necesidad de esta Ley, con medidas específicas para los menores trans, considerados la parte más desprotegida dentro del colectivo, se refería Teresa Santiago, la abuela de Elsa, una niña trans en Reinosa cuya historia se cuenta en el documental ‘Yo soy una niña’, del realizador campurriano, miembro de la Real Academia del Cine, Richard Zubelzu.

El trabajo se proyecta este miércoles dentro de la Muestra de Cine LGBTI que organiza la asociación ALEGA, con proyecciones de esta semana esta semana en el Centro Cultural Doctor Madrazo.

Al término de la proyección, Teresa ha relatado el proceso que siguió su nieta y el apoyo que le dio en todo momento al ver que Elsa «sólo quería ser ella misma» y «cuando lo fue, fue feliz».

Pero la familia se sintió «muy sola» en todo el trayecto, encontrándose con la incomprensión de los responsable sdel colegio o incluso de psiquiatras. Por eso, ha reclamado una Ley para que el trato a estos menores en cuestiones básicas como el trato por su nombre, el respeto al uso de su vestimenta u otros facturas «no dependa de la buena voluntad de la gente» sino que esté regulado, petición que ha remarcado la presidenta de ALEGA, Kiara Brambilla.

Según los datos que han avanzado, procedentes del servicio de La Cagiga (de la Consejería de Sanidad) que atiende estos casos, el año pasado ha habido 28 nuevos casos de trans en Cantabria.