Cuatro categorías profesionales del convenio de conservas de pescado todavía recogen retribuciones que están por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI), según ha denunciado CC.OO. ante la Audiencia Nacional.

Se trata, según ha informado el sindicato en nota de prensa, «fundamentalmente» de mujeres que ocupan los puestos más bajos de estas empresas y que cobran entre 723 y 775 euros al mes, unos doscientos euros menos que lo que fija la ley.

Con esta demanda ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional contra FEICOPESCA, UGT FICA y CIG, la patronal y los sindicatos que firmaron el convenio, ha activado la campaña #PescarDerechos.

«Es el momento de adaptar las tablas salariales a la normativa que está en vigor», subraya CC.OO., que pone de relieve así la situación de las mujeres que trabajan en las empresas de conserva, semiconserva y salazones de marisco, a las que «se les niega la posibilidad de cobrar un salario decente»

Según este sindicato, tanto la patronal FEICOPESCA como los sindicatos CIG y UGT FICA se niegan a modificar las tablas salariales del convenio sectorial que, en sus categorías más bajas, incluyen salarios que todavía se sitúan entre los 723 y los 775 euros (aspirantes de primer y segundo año del grupo 2 y subalternos del grupo 4).

Como aseguran, CCOO de Industria ya se negó a firmar el convenio de la conserva hace tres años y hoy denuncia parte de su contenido ante la Audiencia Nacional.

«En 2017 se eliminó de forma injusta el complemento de antigüedad, se aumentó la flexibilidad y se fijaron incrementos salariales sin referencias de garantía ligadas al IPC; ahora, CCOO ha puesto el caso en manos de la Justicia, tras intentar sin éxito que se cambiaran las tablas, primero a través de la comisión paritaria del convenio y después con la mediación», explican.

Así, el sindicato entiende que cuatro de las categorías profesionales del convenio de la conserva incumplen la legislación, porque el año pasado el salario mínimo se fijó en 900 euros y este ejercicio ya se sitúa en los 950. «Esto quiere decir que, desde hace meses, hay trabajadoras y trabajadores que en cada nómina cobran doscientos euros menos».

Además, añaden que el convenio tampoco respeta el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que fijaba el salario mínimo de convenio en catorce mil euros.

«La situación es sangrante», denuncian, en un sector, el del pescado, que factura cerca de seis mil millones de euros pero «soporta los mayores niveles de precariedad, tiene los salarios más bajos de la industria alimentaria y menosprecia el trabajo femenino».

Dos convenios colectivos regulan las condiciones laborales de las 26.500 personas que están empleadas en sus 650 empresas: el de elaborados de productos del mar y el de conservas y salazones. Este último es el que ahora está en cuestión.

Según los datos que aporta CC.OO., son mujeres el 60% de quienes trabajan en la industria del pescado y sólo el 50,8% tiene un contrato indefinido a tiempo completo. «La otra mitad sufre uno precario».

Además, soportan los mayores porcentajes de temporalidad (28,2%) y tienen pocas oportunidades de promocionar. «El techo de cristal es más un muro de hormigón, ya que sólo el 18% de las trabajadoras ocupa un puesto de dirección o gestión». Y apuntan una brecha salarial del 29,7%.