Cuarenta y siete años después de la inauguración por parte de los reyes eméritos del Mercado de Ganados de Torrelavega, don Felipe y doña Letizia lo han visitado hoy como parte de la gira con la que están recorriendo todas las comunidades autónomas, en un verano marcado por la crisis por Covid-19.

Los reyes en el interior, acompañados de Miguel Ángel Revilla, Guillermo Blanco, Pablo Zuloaga y Javier López Estrada

La intención de esta visita, en la que han sido recibidos por los principales cargos institucionales, ha sido mostrar su apoyo al sector primario en España, uno de los más golpeados por la crisis sanitaria y económica. Por ello, la segunda visita se ha producido en Santoña, ciudad dedicada tradicionalmente a la pesca.

A su llegada, los reyes han contado tanto con gritos de apoyo como de protesta. Y es que, fuera del recinto, una decena de personas se han congregado para manifestar su rechazo a la monarquía española bajo consignas como “Cantabria obrera, Borbones fuera” o “España mañana será republicana”, en una concentración organizada principalmente por ACPT (Asamblea Ciudadana por Torrelavega).

Los manifestantes, acompañados de banderas republicanas y del lábaru, también mostraron su apoyo a los servicios sanitarios presentes, al grito de “Sanidad Pública para todos”, en una jornada sin ningún tipo de incidente más allá del cruce de declaraciones con algunos partidarios de la monarquía.

Alex Pérez, uno de los portavoces y concejal de ACPT, explicaba en declaraciones a EL FARADIO que este acto se concibe como “una provocación” y una “falta de respeto a la Autonomía”.

Señala el portavoz que es “una lástima ver cómo tenemos lacayos en esta comunidad que siguen aplaudiendo y recibiendo a auténticos mafiosos y a instituciones que son anacrónicas, retrógradas y totalmente fuera de cualquier orden democrático”.

Concentración en contra de la visita de los reyes

Además, este martes el rey emérito Juan Carlos I se ha declarado dispuesto a dejar el Palacio de la Zarzuela, donde reside desde hace 58 años, para “no convertirse en una interferencia continua” tras el escándalo de su dinero oculto en el exterior. Pero desde ACPT siguen considerando estos actos como “un lavado de cara” a una institución “absolutamente corrupta”.

“La monarquía no se sostiene ya por sí misma y necesitan hacer este tipo de eventos para simular un apoyo popular que prácticamente tienen comprado, con buena parte de afines que vienen en autobuses desde fuera, trabajan en Instituciones o vienen con recomendaciones” indican desde ACPT.

Pérez apunta que “están simulando simplemente una ruptura con el Jefe del Estado anterior, del que es imposible en este punto enmascarar todas sus prácticas fraudulentas y corruptas” y remarca que responde a “la necesidad de ensalzar una nueva figura supuestamente con nuevos valores”, pero que “por la propia manera en la que se gesta y continúa la monarquía, jamás van a poder ensalzar como democrática, sino como la institución hereditaria que es”.