Irene Redondo forma parte de la ONG Grupo de Acción Comunitaria, que trata de investigar los efectos de la difícil situación que viven los migrantes en los campos de Grecia, esperando a entrar en la Unión Europea (UE), en su salud mental.

Está trabajando sobre el terreno y ha vivido el momento en que los incendios en el campo de Moria han complicado, más si cabe, las condiciones de miles de personas que siguen recibiendo una asistencia muy inferior a sus necesidades. Y era algo que tenían claro que iba a suceder, tarde o temprano. Lo contaba en una entrevista a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Redondo dice que sí hay dinero, porque el Gobierno griego es capaz de destinar partidas para tratar de controlar los campamentos, y que dotar de medios higiénicos y sanitarios a esos migrantes no es algo tan caro. Y señala a la UE y a sus políticas migratorias como culpables de que esta situación se perpetúe y no se apliquen soluciones reales.

Y todo esto en un escenario de pandemia, que no llegó en un principio hasta esa zona, pero que después acabó entrando y en esa frontera europea no hay forma de poder aplicar las normas de seguridad que sí se aplican en los países europeos, por falta de medios materiales y por el hacinamiento que sufren.

Esta cooperante también hizo referencia a la llegada de periodistas internacionales para contar lo que sucede en estos momentos. Y destacó que tampoco ellos tomaban las debidas medidas para tratar de evitar la propagación del virus, lo que resulta un comportamiento un irresponsable, precisamente por la posibilidad de poner en riesgo a las personas que siguen atascadas en los campos de refugiados.