Denunciados dos activistas que ayudaron a parar un desahucio en julio en Astillero

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Dos activistas antidesahucios están pendientes de un proceso judicial tras participar el pasado mes de julio en un STOP DESAHUCIOS en Astillero, a cargo del fondo Las Peñicas de Liberbank.

La semana pasada acudieron a declarar ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Santander (dentro de la parte previa a que se determine si hay o no juicio).

Se les investiga por la supuesta comisión de sendos delitos de atentado a la autoridad y lesiones leves contra agentes de la Guardia Civil.

Asimismo, existe un tercer investigado por la supuesta organización de la paralización del desahucio, pero que no fue llamado a declarar este pasado lunes, según explican a EL FARADIO desde la plataforma Juntas lo paramos todo Ni desahucios ni represión, constituida para darles apoyo.

El grupo de apoyo prevé una campaña a medio plazo para apoyar a las personas que declararon el lunes y también para llamar la atención sobre la represión impuesta a quienes participan en las acciones solidarias llevadas a cabo para evitar desahucios.

Se puede contactar con el grupo a través de Twitter (@NiRepresion) y Facebook (Juntasloparamostodo Ni Desahucios Ni Represión)

La semana pasada acudieron a mostrarles apoyo mientras declaraban ante el juez unas 50 personas personas, a título particular o en representación de distintos colectivos, y se gritaron lemas como «ni gente sin casa, ni casas sin gente» o «ni desahucios, ni represión».

La concentración transcurrió con normalidad frente a la entrada de los Juzgados de Salesas, que dicha mañana estaban muy concurridos. Finalmente, y tras dos horas de espera, pasaron a declarar.

El próximo paso será realizar por el Juzgado de Instrucción el ofrecimiento de acciones a los activistas denunciantes, dos de los cuales a su vez presentaron denuncias contra agentes por agresiones e insultos.

En concreto, se trata de un desahucio en Astillero, por parte de Las Peñicas, en fondo de Liberbank protagonista de la última oleada de ejecuciones o no renovaciones de alquileres sociales procedentes de la anterior crisis.

El desahucio iba dirigido contra una familia de cinco miembros: Lilian, su hijo, la pareja de su hijo y los hijos de ambos, de tres y cinco años de edad. Lilian trabaja limpiando pisos y malvive con unos exiguos ingresos de 500 euros al mes.

Con ese dinero tiene que mantener a los cinco miembros de la familia ya que el resto de la familia se encuentra en situación de desempleo y únicamente la pareja de su hijo trabaja de forma esporádica de camarera.

Por ese motivo, hace tiempo Lilian dejó de pagar las cuotas de alquiler al fondo inmobiliario.

Para frenarlo, se convocó una acción a cargo de la plataforma STOP DESAHUCIOS, con apoyo de la PAH de Santander y de víctimas de anteriores desahucios.

En el transcurso de esa acción se produjeron incidentes: hubo un fuerte dispositivo policial y varios activistas denunciaron

Desde STOP DESAHUCIOS se criticó en su momento que el dispositivo por el que se acordonó la zona para impedir el acceso se hizo sin autorización judicial ni permiso de la comunidad de propietarios.

Además, durante la movilización fue detenido un joven activista de la plataforma.

LAS PEÑICAS

El caso de Lilian es similar al de muchos otros afectados por el fondo buitre “Desarrollos Las Peñicas”, de carácter inmobiliario, que gestiona propiedades de la antigua Caja Cantabria y en cuya composición se encuentran protagonistas asociados a la última crisis financiera. Muchos de esos bienes fueron las viviendas dadas como dación en pago en la primera oleada de desahucios, encaminados a alquileres sociales que Las Peñicas finalizó precipitadamente.

Lilian alquiló la casa inicialmente con un particular; el cual padeció una ejecución hipotecaria, perdiendo la casa y pasando el inmueble a Liberbank, banco en el que se integra la antigua Caja Cantabria y, posteriormente, al fondo inmobiliario de la entidad bancaria, Beyos y Ponga.

Con esta última entidad se firmó un nuevo contrato de alquiler y al poco tiempo, el inmueble fue vendido a Desarrollos Las Peñicas. Según fuentes de la plataforma Stop-Desahucios, este fondo hace “la labor sucia” que no se atreve a cometer Liberbank, con el que se encuentra vinculado.

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