«Determinadas estructuras mentales se han ido jubilando y ahora viene gente con otra cultura más favorable a la igualdad»
Es tema recurrente de conversación y se sigue poniendo muchas veces el acento en que los avances deben seguir llegando y, a ser posible, con mayor rapidez. En los sindicatos mayoritarios parece que se va un poco por delante de otras instituciones o del mundo empresarial.
A esa conclusión se puede llegar escuchando a María Jesús Cedrún, que fue secretaria general de UGT en Cantabria entre 2002 y 2016, y a Rosa Mantecón, la secretaria general de CCOO en la comunidad desde principios del pasado mes de julio.
Y no es que no hayan encontrado algún ejemplo en sus organizaciones durante su trayectoria. Mantecón sí dice que ha habido algún momento en que se ha topado con c0mentarios del tipo de que está muy bien que haya mujeres en cargos relevantes, pero que quizá se «pudiera encontrar alguna figura masculina para liderar».
Ambas hablan de una evolución positiva con el paso de los años dentro de estas instituciones que buscan defender los derechos de los trabajadores. Nos lo cuentan en una conversación conjunta para EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM. La propia Cedrún dice que el panorama no era igual cuando ella llegó al cargo de máxima responsabilidad que cuando lo abandonó, 14 años después.
Cedrún, hablando de su experiencia personal (primera mujer en dirigir una delegación autonómica de este sindicato), dice que llegar hasta el liderazgo de UGT no fue algo realmente complicado. «Lo difícil es cuando empiezas a ejercer», asevera.
Estas dos mujeres reflejan que el camino se va andando con el paso de los años. La incorporación progresiva de la mujer al mercado laboral es lo que provoca que también su número fuera creciendo en los sindicatos. Y en el momento actual, la proporción hasta se invierte en algunos casos, como la Ejecutiva de CCOO o varias federaciones de UGT, donde Cedrún dice que «hasta cuesta encontrar hombres para tener una paridad».
La exsecretaria general de UGT sostiene que el avance de las mujeres en la organización «si no era por convencimiento era por necesidad». Y Mantecón reflexiona sobre lo «significativo y muy importante» que es que ella haya logrado más del 80% de los apoyos para dirigir CCOO. «Puede mostrar que las mujeres tenemos otra forma de hacer las cosas y podemos alcanzar otros resultados en la política también».
Cedrún señala que se nota que «determinadas estructuras mentales se han ido jubilando y viene gente más joven con otro pensamiento y otra cultura», algo que favorece la igualdad en el ámbito sindical. En este sentido, Mantecón sostiene que la cuestión cultural «tiene que ir evolucionando en las empresas también», porque ve a los sindicatos como «un ejemplo, se lleva hablando de igualdad desde hace muchísimos años».
En contraposición con las organizaciones sindicales, tanto Cedrún como Mantecón creen que en un tema tan importante como la conciliación de la vida laboral y familiar siguen sin producirse avances decididos. Las cosas no terminan de cambiar, ni siquiera en un momento de pandemia donde ha quedado claro que ha habido mujeres que han tenido que asumir demasiadas cosas. Varios sectores feminizados han tenido que ser de los principales durante el confinamiento. «Esas mismas mujeres tuvieron que hacer frente a las situaciones en sus casas, con los niños en casa, no podían ver a los abuelos…» reflexiona Cedrún.
Mantecón está de acuerdo en que el terreno de los cuidados sigue siendo predominantemente femenino, y cree que debe haber un impulso fundamental de las instituciones para que «los cuidados sean cosa de hombres y mujeres». Cedrún lo expresa con otras palabras: «una cosa es hablar y otra adoptar las medidas necesarias». Además, añade que Cantabria tiene un déficit endémico en la atención a la infancia, de manera que una familia con hijos necesita ser adinerada o poder contar con unos abuelos dispuestos a cuidar de los pequeños para que la conciliación sea posible.