Soprano, piano y flauta llevan a la sala Casyc-Up la música de Toldrá y Mompou

La soprano Maria del Mar Fernández Doval, la pianista Ana Gobantes de Miguel y el flautista Anton Serra protagonizan el concierto `Aires impresionistas´ que se celebrará el 16 de octubre
Tiempo de lectura: 6 min

Toldrá y Monpou serán los grandes protagonistas del concierto ‘Aires Impresionistas’ con sus canciones para voz y piano. La cita es el próximo 16 de octubre en la sala Casyc-Up de la Fundación Caja Cantabria a partir de las 19:30 horas.

El concierto estará protagonizado por la soprano Maria del Mar Fernández Doval y la pianista Ana Gobantes de Miguel. Ambas forman dúo artístico desde hace tres años, además de ser  profesoras en el Conservatorio Jesús de Monasterio. Empezaron a hacer música juntas de forma casual  pero, tras descubrir  que tienen una gran compenetración a la hora de interpretar, una gran afinidad musical y artística, se decidieron a afrontar nuevos proyectos juntas.

De esta compenetración surgió este concierto,”Aires impresionistas”, que aúna sus afinidades musicales y estéticas.

Cuentan con la colaboración del flautista catalán, Antón Serra ,de importante trayectoria internacional que se sumo al proyecto con gran entusiasmo, Con su flauta aporta otro timbre sonoro a este concierto intimista y lleno de matices.

“Es muy curioso que un repertorio de tan honda belleza, lirismo y delicadeza se prodigue tan poco en los programas de cámara de nuestro país. Quizás sea el idioma o el desconocimiento pero lo que está claro es que después de escuchar su música nos preguntamos por qué es así y no están al nivel de programación y presencia de otros compositores españoles y no españoles”, comenta la soprano Marimar Fernández.

ENTRADAS

Las entradas ya están a la venta en:  https://entradas.liberbank.es/janto/main.php?idProvincia=39

“Interpretar las canciones de Mompou y Toldrá con toda su riqueza tímbrica, su maravillosa línea melódica, sencilla pero llena de matices, e intercalar las obras de compositores franceses tan admirados por ellos es la idea vertebradora de este recital”, nos cuenta Ana Gobantes.

“Fue muy difícil hacer una selección de las obras. El tener que escoger unas pocas canciones entre todas las maravillosas canciones que ambos compositores tienen supuso una pequeña tortura. Al final decidimos con los ojos cerrados, esta, esta y esta… porque sabíamos que donde cayera nuestro dedo debajo estaría una pequeña joya”.

De hecho entre sus futuros proyectos tienen el de preparar un concierto con obras de Toldrá y Mompou exclusivamente.

En este concierto también se da cabida a la obra de otros dos compositores. Dos Antonios , uno Alberdi y otro Noguera. Del primero vasco de nacimiento y catalán de adopción escucharemos tres Sinfomelas, poemas con acompañamiento de piano, un formato muy del gusto de la época en los salones del XIX y principios del XX . De Antonio Noguera catalán de nacimiento pero Cántabro de adopción escucharemos un bellísimo Pie jesu, para flauta, voz y piano. Esta obra cerrará el recital. Un recital lleno de música intimista y luminosa.

EL NOUCENTISMO

Tanto Toldrá como Mompou son claros representantes del Noucentismo, termino acuñado por Eugenio d´Ors en la primera década del siglo XX.

Este termino juega con el doble sentido del término nou en catalán. Significa por un lado “nueve”, con lo que expresa una referencia temporal homóloga a la realizada por los historiadores del arte italiano ( quattrocento, cinquecento ). Pero también significa “nuevo”, con lo que alude directamente a las ansias de renovación cultural y política que acompañaron las preocupaciones de buena parte de los intelectuales y artistas catalanes de principios de siglo XX.

El noucentisme es un movimiento urbano, catalanista y moderado, que huye por igual de los excesos del modernismo y del romanticismo. La propensión al orden y la subordinación a la razón son premisas abrazadas también por esta corriente.

La reivindicación de lo “mediterráneo” es otra de sus señas de identidad: la claridad y la luz son el ámbito estético propio de sus artistas plásticos, pero también, como vamos a ver, el de su máximo exponente musical: Eduard Toldrà.

La figura de este músico barcelonés merece ser considerada en una triple faceta: violinista, compositor y director de orquesta. Como violinista fundó en su primera juventud el cuarteto “Renaixement”, que obtuvo una relevancia y un reconocimiento inusitado entre los grupos de música de cámara españoles. Además fue concertino de la orquesta “Pau Casals” y profesor del Conservatorio Municipal de Música de Barcelona durante tres décadas. Como compositor, nos ha legado páginas inolvidables de música de cámara y orquesta, además de 50 canciones, y desde luego, la que fue su obra más ambiciosa: la ópera cómica en un acto “El giravolt de Maig”. Como director, comenzó al frente de la orquesta “Pau Casals” y la “Orquestra d´Estudis Simfònics”, pero pronto su actividad se proyectaría hacia Madrid, para dirigir la Sinfónica y la Nacional, y también a Alemania y Francia.

Mompou dedicó la práctica totalidad de su actividad creadora a su instrumento, el piano. Mompou no fue propiamente un virtuoso al uso (aunque tocara muy bien el piano desde su niñez, como demuestra la carta de recomendación de Granados a Fauré, pidiéndole que fuera admitido en el Conservatoire de París antes de la edad reglamenta), pero fue el encuentro con Ferdinand Motte-Lacroix, su profesor privado, y la comprensión inmediata que halló en éste lo que resultó providencial para Mompou.

Ya en su primera clase el profesor destacó «la mano, la sonoridad y los pedales» de Mompou, al tiempo que incidía en la necesidad de «adquirir fuerza, pero con mucho cuidado, para no perder la pulsación delicada». Estas palabras resumen de manera clarividente la personalidad musical de su discípulo, como pianista y como compositor, ya que ambas facetas se hicieron inseparables.

Las armonías y texturas con que Mompou ilustra sus melodías son siempre de una originalidad asombrosa y, aunque su música no es en principio contrapuntística, los acordes generan estructuras de raras resonancias que pueden crear líneas polifónicas diferenciadas, siempre con intensos colores armónicos.

En muchas de sus piezas, toma melodías del folklore catalán, adaptándolas a su peculiar mundo sonoro y la fascinación infantil por los sonidos de las campanas es, sin duda, el origen de algunos de los logros armónicos más interesantes del compositor. Sus acordes evocan a menudo el sonido de las campanas de bronce, recuerdo infantil de la fábrica de campanas en la que trabajaba su abuelo , la fundición Dencausse.

Mompou era un miniaturista, siguiendo al impresionismo francés lo que le dio un estilo en el que la expresión está concentrada en formas muy pequeñas. Según sus propias palabras, era «un hombre de pocas palabras y un músico de pocas notas». Él decía: “Yo no compongo, descompongo”.

La flauta, la voz y el piano serán los encargados de desentrañar las hermosas melodías que pertenecen a este mundo sonoro. Un recital intimista…aires impresionistas, que se podrá escuchar el 16 de octubre en la sala CASYC_UP de la Fundación Caja Cantabria a las 19:30 horas.

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.