Celia Gramse tiene 17 años y un palmarés lleno de premios deportivos. Practica el surf y el esquí, ambos en sus versiones adaptadas, porque Celia es albina. Una mutación genética hereditaria que además de hacer que tanto su piel como su pelo tenga un color claro por la falta de melamina, conlleva una discapacidad visual que, en el caso de Celia, hace que vea menos del 10% y tenga fotofobia.

Sin embargo, nada de esto impidió que, desde bien pequeña, comenzase a esquiar, un deporte que ya practicaba toda sus familia y en el que pronto comenzó a desenvolverse con cierta habilidad. Tanto es así que desde los 12 años compite y acumula ya todo tipo de trofeos, incluido el de campeona de esquí alpino, galardón conseguido este mismo año. Con el surf se fue familiarizando poco a poco y, desde octubre de 2019, también compite y acumula trofeos, como la medalla de bronce individual y oro por equipo en el Campeonato del Mundo de Surf Adaptado

Celia ha visitado el estudio de El Faradio de la Mañana donde ha hablado sobre la necesidad de visibilizar el deporte adaptado: «por una parte, el hecho de que se hable poco de nosotros, nos lo pone muy difícil a la hora de conseguir patrocinadores y, por otra, hay personas discapacitadas que ni siquiera saben que es posible practicar deportes como el surf. No se atreven a hacer deportes de riesgo porque piensan que pueden ser peligrosos para ellos y, puede que lo sea. Lo que hay que hacer es practicarlos con respeto para evitar accidentes, pero no hay que negarse la oportunidad de practicar ciertos deportes», ha explicado.

En el caso del esquí adaptado, la particularidad es que necesita  ir acompañada por un guía que se convierte en una figura imprescindible: Siempre va delante y conectado por un intercomunicador para que Celia siga sus instrucciones. «Me explica si hay hielo, si hay un obstáculo, si hay gente y así yo puedo reaccionar. En el caso del surf es distinto, porque la persona en la que me apoyo no coge la ola conmigo, sino que se mete al mar, eso sí, y me informa sobre si la ola viene derecha, tumbada, me va diciendo cómo viene el día, pero la ola ya la cojo yo sola. En ambos deportes dependo de un guía tanto para competir como para entrenar».

Celia habla de sus logros en esquí y surf si darse mayor importancia y animando en todo momento a las personas con algún tipo de discapacidad a que se animen al menos a intentarlo. «Es un proceso lento, porque cuesta dominar un deporte, pero hay que echarle ganas y salir adelante», explica para añadir que «lo que más me gusta es esa sensación de libertad, de velocidad y adrenalina en el caso del esquí y en el surf, esa lucha contra la naturaleza todo el rato remando hasta que llega la ola, que pueden ser sólo 20 segundos, pero es algo fantástico. Siempre hay que salir a intentar dar lo mejor y eso termina enganchando»

Este mismo mes, Celia participaba junto a Ruth Beitia en el evento #PequeñosInvulnerables, organizado por el Ayuntamiento de Marina de Cudeyo para dar a conocer distintas perspectivas y experiencias vitales relacionadas con la igualdad en el ámbito deportivo.