Ecologistas en Acción reclama al consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, un pronunciamiento “claro” contra las macrogranjas tras la polémica abierta en torno a la ganadería y el consumo de carne.

Así contestan a las declaraciones del consejero criticando la entrevista en que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, afirmaba que “la ganadería extensiva en una ganadería ambientalmente sostenible”, frente al modelo de ganadería intensiva propio de las macrogranjas, que contaminan el suelo y las aguas, suponen en muchos casos un maltrato animal evidente y la carne producida es de peor calidad.

«Claramente, el consejero Blanco ha tergiversado dichas declaraciones, poniendo en boca del ministro afirmaciones que no ha realizado», aseveran, recordando las  manifestaciones de las plataformas y asociaciones vecinales que forman parte de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial en defensa de un modelo de ganadería extensiva, frente a la ganadería industrial que promueven las macrogranjas.

Así, detallan que en la última década han desaparecido el 30% de las ganaderías familiares mientras aumentan las explotaciones intensivas, de modo que » cuanto más crece la ganadería industrial más granjas familiares desaparecen».

Además, recuerdan que varios estudios concluyen que este tipo de ganadería destruye el triple de empleos de los que genera, ya que al ser explotaciones muy automatizadas requieren muy poca mano de obra, y los trabajos que crea son «de peor calidad, precarios y mal remunerados. «Hay infinidad de pueblos en España donde la ganadería industrial no ha frenado la despoblación, sino que la ha agravado», remarcan.

Asimismo, inciden en que en diciembre de 2021, la Comisión Europea ha llevado a España ante el Tribunal de Justicia por la contaminación que generan estas macrogranjas, que se están instalando por buena parte del país «con el beneplácito de presidentes autonómicos que dicen defender al pequeño ganadero».

De modo qu eEcologistas en Acción considera que ya era hora que desde el Gobierno central alguna voz asumiera las tesis científicas que llevamos décadas promoviendo desde la sociedad civil y las organizaciones ambientalistas, de bienestar animal o centradas en la salud y la nutrición.

Y valoran positivamente las declaraciones del ministro Garzón y piden  a Blanco que rectifique su postura y «aclare», junto al presidente Miguel Ángel Revilla, «qué va a hacer el Gobierno de Cantabria para impedir que un modelo insostenible como el de las macrogranjas, y que llevaría al cierre a cientos de familias ganaderas cántabras, se asiente en la comunidad».

«Nos preocupa que desde las instancias más altas del Gobierno autonómico se hagan declaraciones acientíficas y se abracen posturas extremistas basadas en bulos y desinformación, en lugar de desarrollar políticas públicas que permitan al sector primario tradicional desarrollarse y adaptar sus actividades a los requerimientos en materia de sostenibilidad y salud pública, así como favorecer unos buenos canales de distribución de la producción ganadera de las explotaciones familiares de Cantabria», agregan.