Poco más de dos años de pandemia han dado para empezar a alertar de problemas que ya existían antes, pero que ahora presentan una situación más evidente. El daño a la salud mental lo han sufrido muchas personas en nuestra sociedad, y los centros educativos están poblados de ellas. Han sido dos años, de alguna manera, perdidos para muchos adolescentes y eso es algo que detectan los docentes y los directores de los centros.

Silvino Corada dirige el Instituto Santa Clara, uno de los más conocidos en Santander. Y afronta este asunto con «mucha preocupación». La pandemia ha sido una etapa difícil también para el profesorado, pero, a diferencia de las alumnas y los alumnos, «tenemos más herramientas» para poder lidiar con un hecho para el que nadie estaba preparado.

Por eso, Corada ve que esta experiencia que nos ha fatigado como personas y como sociedad ha hecho «mucho más daño al alumnado». Han tenido una etapa larga de aislamiento, de no relacionarse con muchas personas con las que lo hacían a diario o muy a menudo. «Les falta experiencia de vida», resalta en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Y hace un llamamiento a las instituciones, empezando por el Gobierno de Cantabria, para que haga frente a este problema. «Lo tiene que abordar de manera urgente». Es una exigencia que hace, pero también una petición de ayuda.

El Instituto Santa Clara cuenta con 1.600 alumnos, pero sólo tienen a un especialista en temas relacionados con salud mental. Es imposible que pueda atender a todos aquellos que tengan alguna necesidad. «No llegamos a todos los casos», lamenta.

El resto del personal docente no cuenta con los conocimientos necesarios para saber cómo ayudar a alguien que, lo pida o no, lo necesita. «Sabemos de didáctica, metodología y relaciones con los alumnos, pero no somos especialistas en salud mental», constata.

«Intervenimos en la medida de lo posible», dice Corada. Pero se ven desarmados y sin capacidad de poder, incluso, detectar todo lo que pasa. «A veces no se aprecian síntomas, pero hay problemas detrás», afirma.

Por eso cree que es tiempo de que la Administración lidere una respuesta para poder afrontar una situación que es muy compleja y que puede derivar en múltiples casos graves. Sin embargo, la Sanidad Pública sólo cuenta con poco más de 40 psicólogos en su servicio.

De momento, se va consiguiendo la visibilidad. Lo siguiente, en opinión de Corada, es pasar a la acción.