Lo ha dicho el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla –y no es la primera vez—: “la huelga –del metal– está erosionando la imagen de Cantabria”.

Y lo sugieren voces desde el mundo de la empresa y quienes reproducen sus argumentos, que vienen semanas, desde el inicio de la huelga del metal, vinculando el conflicto laboral no sólo con el evidente descenso de actividad económica que se produce esos días por el parón -una obviedad implícita en la propia definición de huelga, cuya explicación resulta tan innecesaria como vincular altas temperaturas y calor, pero que obvia que también sufren perjuicio económico los trabajadores y pese a ello siguen, conscientes de las consecuencias sobre sus propias economías—, sino con una especie de menor atractivo empresarial de la comunidad autónoma como escenario de inversiones.

Se pinta así una especie de panorama en el que los inversores o los fondos miran las noticias —incluso aunque este conflicto haya tenido muy poca presencia en medios de comunicación estatales- y deciden invertir pensando sólo en si hay huelgas o no, dejando atrás otros factores como las infraestructuras de comunicaciones, la existencia de personal formado, un entorno empresarial atractivo que favorezca la innovación, presencia o no de universidad, existencia de suelo industrial suficiente, ayudas económicas,, los impuestos que tanto vinculan muchas voces a la inversión y que al usar este argumentario desaparecen como factor relevante…

Más de 20.000 personas mostraron su apoyo a los trabajadores del metal en la manifestación de la pasada semana

Más allá de unas valoraciones que no responden a la evidencia de cualquiera que conozca minímamente el mundo laboral de, sin ir más lejos, los vecinos del País Vasco, o al mero sentido común (si las huelgas disuaden la inversión, su prohibición las incentivaría), estas afirmaciones ni siquiera se corresponden con la realidad que debieran conocer unas élites empresariales mínimamente ‘viajadas’ –aunque fuera por su presencia en federaciones empresariales o ferias– a las que se les presupondría que sus experiencias se impondrían a sus prejuicios ideológicos, más allá de eso, decimos, están los datos, recopilados por EL FARADIO, tanto de estadísticas del Ministerio de Trabajo sobre huelgas como de indicadores económicos varios: mejora del PIB, exportaciones, producción industrial o creación de nuevas empresas.

Para que ese argumentario fuera cierto, implicaría que Cantabria  antes de la huelga del metal fuera un paraíso inversor, toda vez que de hecho su actividad huelguística ha sido reducida (una mezcla de menor población y menor industrialización que otras, así como el peso de los servicios): según datos del Ministerio de Trabajo, en 2021 Cantabria tuvo 17 huelgas en las que participaron 896 trabajadores. Es la octava comunidad con menos huelgas y la sexta con menos huelguistas. Un paraíso en determinadas visiones empresariales, vamos: 803 se crearon, con un capital que alcanza los 20 millones de euros (una inversión media de 24.000 euros por cada una).

Desde luego, ese tipo de argumentarios que vinculan huelgas con una imagen tan mala que nadie quiere invertir en ellas no podrán sostenerlo dirigentes o simpatizantes comunidades gobernadas por el PP, al figurar entre las comunidades con más huelgas o más trabajadores en huelga Madrid, Andalucía o Galicia, puestas a menudo como ejemplo de gestión económica por los sucesivos argumentarios. Evidentemente influye el número de habitantes, mayor en Madrid o Andalucía, pero lo que se está tratando de medir es si más conflictividad sindical implica menos inversión empresarial.

LAS COMUNIDADES MÁS HUELGISTAS

Tanto si se mira número de huelgas o trabajadores participantes en huelga, las comunidades más huelguistas el año pasado, según datos del Ministerio de Trabajo, fueron País Vasco, Cataluña, Madrid, Navarra, Andalucía, Aragón, Galicia y Valencia. ¿Son comunidades poco prósperas, con poca inversión económica o malos datos de empleo??

Veamos:

-País Vasco (224 huelgas y más de 14.000 huelguistas) arrancó 2022 con un aumento de las exportaciones del 22,2% –el año que más bienes se exportaron– y previsiones del crecimiento del PIB de un 4,5%, incluyendo el impacto de la guerra. En 2021, año en que se crearon 623 nuevas empresas en Euskadi, la industria creció un 8,5% y el índice de productividad industrial, un 10,3%. El índice de clima industrial se situó en 13,2 puntos, el mayor desde 1998. Alemania o Italia fueron los países que más compraron en el País Vasco –fundamentalmente en su industria-.

-En 2021, Cataluña (98 huelgas y más de 100.000 huelguistas) registró un incremento de un 5,8% en su PIB, que en el caso de la industria lo hizo un 5,6%, Las exportaciones subieron un 16,4%, y las de bienes y servicios en un 11,5%. Sí que se produce un descenso en el arranque del año en la industria, de un 1,9% y casi un 60% de los empresarios que participan en la encuesta que mide la confianza empresarial en Cataluña creen que el ambiente económico se mantendrá estable. En 2021 se crearon en Cataluña 14.685 nuevas empresas, liderando las cifras estatales de creación de nuevas empresas en el arranque de 2022.

-Madrid (62 huelgas con 13.636 huelguistas: en 2021, la economía de la Comunidad de Madrid (puesta constantemente como ejemplo de dinamismo empresarial) creció un 6,5%, con un 5,3% en la industria. El año pasado, se crearon en Madrid 18.123 nuevas empresas y se atrajeron 7.900 millones de euros de gasto de empresas extranjeras.

-Navarra (59 huelgas y 2.130 huelguistas) cerró 2021 con un incremento del 4,9% de la economía, una subida del 10.1% en el índice de producción industrial, y la creación de 877 empresas (un 38,5% más que el año previo).

-Andalucía (49 huelgas y 7.296 huelguistas) , -donde se produjo el año pasado una intensa huelga del metal, la de Cádiz, cerrada en 2021 que debería haber dejado sin inversiones a la zona (y sin argumentario electoral al PP, que ha hecho gala en campaña de la situación económica) —:  el crecimiento de su PIB en 2021 fue de un 5,1%, con crecimiento del intercambio económico con el resto de comunidades en beneficio de Andalucía, y exportaciones por valor de 8.716 millones de euros en un año en el que se constituyeron 17.516 nuevas empresas.

-Aragón (47 huelgas y 8.676 huelguistas) sí registra algún indicador negativo en 2021, como un descenso del 11,7% en la producción industrial o de un 14,8% en las exportaciones, que no obstante no se refleja en los datos de la Encuesta de Población Activa ni en el valor añadido de la industria manufacturera, que creció un 28,3%, mientras que se crearon en torno a 9.000 nuevas empresas.

-Galicia (48 huelgas y 7.300 huelguistas) vivió en 2021 un crecimiento del 5,3% en su PIB, con un alza de las exportaciones de un 9,9% y un crecimiento del sector industrial de un 4,1%, que es de un 6,1% para la industria manufacturera. El año pasado se crearon 4.000 empresas, una subida de un 22% respecto al año previo (y rompiéndose cinco años de caídas en la creación de empresas)

-Valencia (27 huelgas y 3.519 huelguistas): allí la economía creció en un 6,4% el año pasado, en un año en el que la producción industrial bajó en un 10,48% y la confianza empresarial un 5,89%, arrancando 2022 con la creación de 8.195 nuevas empresas.

POR NÚMERO DE HUELGAS

En 2021, el Ministerio de Trabajo recoge un total de 606 huelgas, 119 más que el año previo.

El territorio en que más huelgas se convocaron fue el País Vasco, con 224 (46 más que el año anterior), seguido de Cataluña, con 98.

La Comunidad de Madrid tuvo 62 huelgas, Navarra 59 y Andalucía, 49, seguida de Aragón, con 47. Después estarían Asturias y Castilla y León, ambas con 34, y la Comunitat Valencia, con 27.

Por el contrario, las comunidades con menos huelgas fueron Ceuta y Melilla (contabilizadas así en la estadística, con 5 huelgas), La Rioja (6), Canarias (7), Baleares (9), Extremadura (11), Murcia (12) o Castilla-La Mancha (14).
Cantabria, con 17, es la octava comunidad con menos huelgas.

POR NÚMERO DE HUELGUISTAS

Según datos del Ministerio de Trabajo, en 2021 del total de 199.026 trabajadores en huelga, el mayor número de trabajadores se dio en Cataluña, con 132.737.

La segunda comunidad autónoma con más huelguistas fue el País Vasco, con 14.051.

Y la tercera, la Comunidad de Madrid, con 13.636

Le siguen Aragón (8.676), Andalucía (7.296), Galicia (7.300) o la Comunitat de Valencia (3.519).

En cambio, entre las comunidades con menos huelguistas están La Rioja (45), Castilla-La Mancha (218), Extremadura (234), Baleares (361), Canarias (408) o Cantabria, que con 896 huelguistas es la sexta comunidad autónoma con menor conflictividad laboral en 2021.

OTROS FACTORES

Lo que está claro según los datos y el sentido común es que las huelgas parecen ir asociadas a distintos factores, como un mayor número de habitantes, una mayor población activa –en disposición de trabajar–, una mayor actividad económica, sin pasar el peso en la estadística de territorios como Cataluña o País Vasco.

En cambio, como factores asociados a las pocas huelgas parecen encontrarse elementos como una menor población, menor población activa o menor presencia del sector industrial: la presencia de sectores más basados en el mundo autónomo o las comunidades en las que tiene mayor peso el turismo.