Mabel Lozano no se anda con rodeos a la hora de hablar de prostitución. Estos días participa en Santander en las jornadas nacionales sobre la trata y la explotación sexual. Su postura es clara. «Creo que hemos trabajado para visibilizar la trata y la explotación sexual siempre de manera muy endogámica y es necesario llegar a los más jóvenes para generar un pensamiento crítico. A los chavales de 15 años la trata les parece algo lejano, algo que no va con ellos. Es importante explicar que la trata está aquí, detrás de las luces de neón».

Lozano considera que hay dejar de normalizar lo que está pasando amparándose en que «siempre ha habido putas» y llama la atención sobre el hecho de que esas mujeres están ahí porque no tienen alternativa, «porque han nacido en lugares donde no hay acceso a la educación ni a la sanidad y no tienen herramientas para ser libres. La única salida que tienen es la prostitución porque lo único que tienen es su cuerpo que tiene un valor de mercado».

Por eso cree importante que se hable de trata y de prostitución en los institutos. Considera fundamental que los más jóvenes tengan información para que se paren a pensar en ese argumento tan extendido de que «siempre ha habido putas».

Lamenta que se mantenga el discurso de que cada mujer haga con su cuerpo lo que quiera, porque recuerda que el problema es que la gran parte de esas mujeres lo que no tienen es libertad ni tampoco opciones «son mujeres vulnerables, como las que ahora salen de la guerra de Ucrania y no tienen otra salida. Lo que si hay es una demanda de hombres que lo normaliza y piensa que es su derecho». Este es otro de los argumentos de Mabel para demostrar la importancia de hablar a los más jóvenes sobre lo que hay detrás de la prostitución.

La activista llama también la atención sobre el aumento de chavales que llegan a la prostitución después de consumir pornografía agresiva y, por eso defiende la información en los institutos también. «Sin otra información, terminan convencidos de que es un derecho. Lo vemos en ese rollo que hay ahora de jolgorio, de cohesión de grupo, de impunidad, de chavales que llegan a la prostitución para ir con mujeres que no van a decir que no a nada de lo que propongan». Y recuerda el caso de la última manada, integrada por un grupo de chavales de 14 años violando a una niña de doce «¿dónde lo han visto? No son ni relaciones sexuales, eso es pura violencia».

PROXENETAS

Mabel Lozano también llama la atención sobre lo que ha supuesto el traslado desde los clubes hasta los pisos, donde resulta mucho más difícil intervenir, ya que para entrar en una vivienda, las fuerzas y cuerpos de seguridad necesitan una orden judicial.  recuerda que en nuestro país, la mayor parte de mujeres en situación de prostitución lo son por cuenta d eun tercero que es el que se lucra: el proxeneta «que sigue operando con total impunidad». Por eso cree que por una parte es necesario educar para reducir la demanda, pero por otra exige a nuestros dirigentes que legislen para vestir de derechos a estas mujeres vulnerables.