Cantabria por el Sáhara, que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, y Alouda Cantabria, han convocado una concentración para este jueves 22, a las 18:30 horas, en el Mercadona de Cazoña, en la calle Gutiérrez Solana 18, de Santander.

La protesta se producirá en ciudades de todo el país:  la plataforma Western Sahara isnotfor Sale convoca a concentraciones en todo el Estado delante de la cadena de supermercados Mercadona para denunciar la complicidad de las empresas en el robo de los recursos naturales del Sahara Occidental ocupado y la marroquinización de los productos con un falso etiquetado, así como sensibilizar a los consumidores sobre la importancia de un consumo ético y responsable que respete los derechos humanos.

La campaña de Navidad “Paremos el robo de recursos naturales del Sáhara Occidental. #StopMercadona” se lanza este jueves 22 de diciembre desde la plataforma Western Sahara is not for sale.

El punto de partida serán concentraciones en Barcelona, Fuerteventura, Santander, Tenerife y Vitoria, que ponen el foco en la actividad de la empresa española Mercadona en el Sahara Occidental ocupado.

La cadena suma así otro frente en su imagen, que se añade tanto a las quejas de los ganaderos por los precios que se les imponen como a la política de laboral y conciliación, objeto de varias condenas judiciales en Cantabria a instancias del sindicato MAYSA.

Según advierten, esta gran cadena de supermercados, tiene entre sus proveedores de pescado fresco y congelado empresas españolas que obtienen el pulpo de Dajla, situado en los territorios ocupados del Sahara Occidental.

Concretamente, a través de proveedores como Profand y Frigoríficos Camariñas o Union Martin, que suministra un 30% del pescado que distribuye Mercadona.

Por ejemplo, el pulpo es capturado ilegalmente en los Territorios Ocupados del Sahara Occidental y es distribuido por Mercadona en sus supermercados, con etiquetado engañoso, ya que en su etiqueta se indica que es un producto que proviene de Marruecos.

Así, del 22 de diciembre y hasta el 9 de enero, la campaña, lanzada durante las fechas navideñas, realizará acciones de sensibilización y denuncia delante de Mercadona y en redes sociales, con el objetivo de sensibilizar a los consumidores sobre el etiquetado engañoso de productos procedentes del Sahara Occidental, especialmente el pulpo y los productos pesqueros, e incentivar a la reflexión para fomentar una compra ética y un consumo responsable que respete los derechos humanos.

Desde los Territorios ocupados del Sahara Occidental y los Campamentos de refugiadas Saharauis en Tinduf, Argelia, activistas y el pueblo saharaui en general, se suman también a la campaña para denunciar el impacto que tienen el expolio ilegal de los recursos naturales del Sahara Occidental como forma de perpetuar la ocupación de su territorio y la vulneración de derechos fundamentales de su pueblo.

Con su actividad, denuncian, “Mercadona vulnera el derecho del pueblo saharaui a ser consultado sobre la gestión de sus recursos naturales y se hace cómplice en la ocupación ilegal del Sáhara Occidental porque a pesar de que oficialmente la empresa dice seguir una política de pesca sostenible que busca cumplir con un buen etiquetado del producto, tiene entre sus proveedores de pulpo a empresas que lo extraen a Dajla (TTOO)”.

Así, llaman a “en una época navideña, de elaboradas recetas y reuniones alrededor de la comida, tomar conciencia de que algunos de los productos que consumimos, despreocupadamente, tienen un fuerte impacto en la vida y desarrollo del pueblo saharaui.

EL EXPOLIO DE LOS RECURSOS

Desde la ocupación del Sahara Occidental en 1976, Marruecos ha ampliado e intensificado la explotación y el saqueo de los recursos saharauis, con la atracción de empresas multinacionales y el desarrollo de acuerdos comerciales con otros países y con regiones como la Unión Europeo, bajo una falsa legalidad y sin el consentimiento del pueblo saharaui.

La legalidad internacional establece que la explotación de los recursos naturales saharauis por parte de Marruecos es ilegal, pero este continúa financiado su ocupación ilegal del Sahara Occidental mediante el expolio.

A su vez, numerosas empresas transnacionales se lucran también de esta situación, contribuyendo a prolongar el conflicto en el Sahara Occidental y perpetuar la ocupación.