El incremento de la preocupación por las políticas de movilidad y transporte se está traduciendo en la apertura de distintos frentes a esta área del Gobierno, que tiene además en la consejería con competencias (la de Industria) a la Dirección General de Transportes, cuyo titular, Felipe Piña, empieza a sumar cotas de visibilidad ya que será el candidato regionalista a la Alcaldía de Santander.

Este martes coincidían dos de estos frentes: el de las Mesas de Movilidad, colectivo social que reivindica mejores en el transporte público (en este caso en la red de cercanías, competencia estatal), y la Federación Cántabra del Taxi, que viene elevando el tono ante los problemas de regulación.

«ACOSO Y DERRIBO AL TAXI» 

Así, la Federación Cántabra del Taxi anunciaba que no va a participar en “ningún acto” al que acudan el actual consejero de Industria, Francisco Javier López Marcano; el director general de Transportes, Felipe Piña y Francisco Martín, predecesor de Marcano en la Consejería, “a quienes acusamos de ser partícipes de la exterminación del taxi en la región”.

Lo hacían al hilo de una invitación que la Federación había recibido para participar unas jornadas sobre movilidad sostenible, organizadas por ASCENTIC, la asociación de las empresas tecnológicas en Cantabria.

Según detallan, “su política de acoso y derribo al sector ha provocado la desaparición de 59 licencias a lo largo de 2022, principalmente en las zonas rurales, donde la población está más diseminada y envejecida”.

Todo al hilo de la “última vuelta de tuerca”, que, como recordaban recientemente, “consiste en impedir la transmisión de las licencias cuando el titular se jubile”.

Una medida que consideran “una represalia por la denuncia cursada por una transmisión irregular contra uno de los compañeros de cartas del señor Revilla, empresario del sector del autobús”.

“Nos resulta sorprendente y curioso que estas tres personas vayan a debatir sobre movilidad sostenible cuando la política que desarrollan es la de subvencionar autobuses contaminantes en líneas deficitarias que tan solo transportan aire, así como permitir a los vehículos de arrendamiento con conductor (VTC, donde se encuentran Cabify, Uber y similares) circular por la ciudad dando vueltas a la búsqueda y captación de clientes”, señalaban, haciendo hincapié en que se habían comprometido a implantar el servicio de taxi a demanda en las zonas rurales de baja densidad poblacional, lo que permitiría mantener puestos de trabajo autónomo y arraigar la población.

MESA DEL FERROCARRIL

Y por otra parte, las Mesas de Movilidad se dirigían expresamente a Felipe Piña para pedirle una nueva reunión de la Mesa del Ferrocarril, un grupo de trabajo entre instituciones, profesionales y colectivos en torno a la situación del tren en Cantabria.

Según recuerdan en la carta, han pasado seis meses desde la última reunión,  y se acordó convocar sesiones trimestrales del Grupo de Trabajo sobre la Red Ferroviaria de Cantabria,

Y en las últimas semanas se han repetido los problemas en la red, “tanto achacables a la infraestructura como al obsoleto material rodante de Renfe cuya fecha de sustitución seguimos sin conocer”.

En las últimas semanas, o ayer mismo, enumeraban, se han producido descarrilamientos y averías que han provocado cancelaciones y retrasos que han llegado a superar las 2h y 30 para el trayecto Santander-Torrelavega, dificultando la movilidad a cientos de cántabros.

Asimismo, recordaban que está muy cerca de que se cumpla un año de la aprobación por parte de la Mesa del Plan de Choque de Mejora del Servicio ferroviario presentado por estas Mesas de Movilidad, sin que se hayan implementado mejoras apreciables de confort, velocidad, calidad del servicio, calidad de la atención al usuario en caso de incidencia… etc.

“A la viajera recurrente le da la sensación de que todo queda soterrado por la aplicación y extensión a 2023 de los abonos gratuitos, cuando lo verdaderamente urgente es recibir un servicio de calidad que permita cumplir con citas y llegar puntualmente al trabajo”, reflexionaban.