Un 82% del consumo de energía de Santander proviene todavía de combustibles fósiles.

El transporte más contaminante en Santander es el rodado por carretera. Los datos de vehículos de carretera y emisiones en Santander son: para un total de 112.177 vehículos, una emisión de gases de efecto invernadero de 278 kt CO2 eq. y 67 toneladas de material articulado

Por último, se debe destacar la elevada presencia del vehículo privado en el viario y espacio público en las colonias de bloque abierto, así como en Castilla-Hermida. Igualmente a escala de barrio se detecta la escasa conectividad a la red ciclista, también utilizada por el vehículo personal eléctrico

PUNTOS DE RECARGA

Así, se plantea aumentar las posibilidades de carga eléctrica, al marcarse el objetivo de que, para 2055, el 90% de la energía que consuma el sector transporte en la ciudad de Santander sea de origen renovable, principalmente eléctrica.

Para ello se plantea, por un lado, la creación de una red de ciudad con puntos de carga rápida, y, por otro, impulsar también una infraestructura para la recarga vinculada a edificios residenciales y aparcamientos para residentes, diferenciándose entre infraestructura de recarga privada e infraestructura de recarga pública, y teniendo en cuenta que existen distintas modalidades en función de la potencia de carga.

El plan, que calcula la pérdida de viajeros en las cercanías en Cantabria en la última década en 1,1 millones de pasajeros anuales, desde 2011.

 DOS ZONAS DE BAJAS EMISIONES

Santander Hábitat Futuro también plantea medidas para reducir el tráfico de vehículos, y, por tanto, de las emisiones perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana, las denominadas Zonas de Bajas Emisiones.

Se parte para ello del área comprendida  entre las calles Camilo Alonso Vega, General Dávila, Menéndez Pelayo, Casimiro Sáinz, Paseo Pereda, las Estaciones, Castilla-Hermida, La Marga y Camilo Alonso Vega.

Sobre esta base, se realiza una ampliación hacia el oeste llegando hasta Manuel Llano y cubriendo Ciudad Jardín y el Hospital, quedando definida al oeste por las calles Leonardo Torres Quevedo y Sáinz de la Maza.

Paralelamente a esta zona, se delimita otra zona distinta, en el campus universitario de Las Llamas, siguiendo la política de Campus Sostenible que se debe llevar a cabo.

Con esta zona, y con el fin de eliminar un más que previsible efecto frontera con la zona de la ladera norte de General Dávila, se propone unir ambas por esta ladera, en la franja comprendida por Polio y la Avenida de Los Infantes.

Mirando a los planes para el ferrocarril y la liberación de espacios en Castilla Hermida con la reubicación de las estaciones, se observa que se liberará una importante superficie que permitirá reordenar los viales de la calle Castilla y calle Marqués de la Hermida, dejando de ser viales de primer orden y canalizadores del flujo entrante y saliente de la ciudad.

Por lo tanto, es factible considerar que este barrio también formará parte de las zonas de restricciones de circulación.

 LA RED MICROLOGÍSTICA DE DISTRIBUCIÓN URBANA

El Nuevo Modelo de Ciudad apunta al fenómeno de los transportes de mercancías que se producen en el seno de las propias urbes, y lo canaliza a través de una Red micrologística para distribución urbana de mercancías.

Así, se proponen las líneas maestras para definir un nuevo sistema de distribución de mercancías que aproveche el potencial del medio marítimo y la distribución capilar en modos sostenibles como la ciclologística.

Esto precisa definir una red de centros de micrologística en la trama urbana de la ciudad.

CICLISTAS Y PEATONES

En cuanto a la red de movilidad ciclista, se propone complementar el Plan de Movilidad Ciclista de Santander (2016) con una ampliación del sistema de bicicletas públicas, como modo alternativo en viajes intermodales de personas que accedan a la ciudad con su vehículo privado hasta un nodo intermodal.

Y para la movilidad peatonal, se propone la ampliación de la red peatonal y la dotación de infraestructuras, siguiendo el Plan de Movilidad Sostenible de 2010 y su actual revisión de 2022.

Asimismo, se apuesta por una red de aparcamientos para residentes, y para ello se identifican puntos donde potenciar la oferta de aparcamiento para residentes fuera de superficie.