‘Todos los derechos, todas las mujeres, todos los días», esa sigue siendo la frase de referencia para la Comisión 8 de marzo a pesar del paso del tiempo y de los logros conseguidos. «Cada vez que pensamos cambiarla, terminamos diciendo que no, porque resume el objeto de nuestro activismo. Conseguimos derechos, pero no en Afganistán, no en la India. Avanzamos y rápidamente tenemos a las derechas o a las iglesias oponiéndose a nuestras conquistas», explica Luli Peredo que, junto con Ana Bolado, integrantes ambas de la Comisión 8 de Marzo,  son dos históricas en esto de reivindicar los derechos de la mujer en Cantabria.

Atrás quedaron los tiempos en los que cuando salían a la calle con motivo del Día Internacional de la Mujer, ni siquiera era necesario cortar el tráfico «íbamos por la acera», recuerdan. Por eso para ellas es un orgullo ver la respuesta que estos últimos años está teniendo la convocatoria.

Para calentar motores, llevan desde la semana pasada organizando actividades que culminan este miércoles con la manifestación programada que saldrá de Puerto Chico a las siete de la tarde y se dirigirá hasta la Plaza del Ayuntamiento donde, después de escuchar a las representantes de las distintas agrupaciones que convocan, por primera vez este año habrá un concierto que lleva por nombre ‘Mujeres cantan a mujeres’ y que contará con la participación de Yenia (Chebü), Menhai y Gema (La Mala Hierba).

EL FENÓMENO PERCUMOZAS

Luli y Ana reconocen también que la manifestación tienen otro aire desde que participan en ella las percumozas, animando el ambiente con sus cánticos reivindicativos, sus bailes y, como no, sus tambores marcando el ritmo en todo momento. «han conseguido un grupo de gente que trabaja muy bien, es algo increíble porque son muchísimas y hay mujeres de todos los perfiles y procedencias.

Según nos cuentan, han creado un espacio muy amigable para mujeres muy diversas en el que muchas de ellas incluso descubren el feminismo», explican para añadir que le dan a la manifestación un toque medieval, como anunciando con tambores «oigan ustedes lo que les vamos a contar».

De hecho, este año las percumozas tuvieron que colgar el cartel de completo después de abrir su convocatoria para participar en la manifestación formando parte del grupo de percusión.

Pero, dejando a un lado el espíritu festivo, que siempre tiene que haberlo, la Comisión 8 de marzo no oculta su preocupación por los números de mujeres asesinadas en nuestro país. 9 en  lo que va de año, lo que les hace sacar la conclusión de que algo está fallando cuando ya hay leyes aprobadas y ese número no baja. Ellas creen que lo que está fallando es el factor humano y por eso han iniciado una ronda de reuniones con las distintas administraciones. «Está claro que no podemos relajarnos, hay que poner un punto de alerta», explican.

Entre las cosas que han aprendido en todos estos años de lucha feminista destacan que «Juntas somos más fuertes» y también que «ni un paso atrás». Y para no desanimarse, sienten la necesidad de recordar todos los logros conseguidos  a lo largo de todos estos años de lucha. «Hemos llegado hasta aquí, con dificultades, pero hemos llegado y aunque haya mucho ruido, lo cierto es que nunca hemos sido tantas como ahora»

LAS CUIDADORAS SOSTIENEN LA VIDA

Kiara Brambilla, otra de las voces reconocidas dentro del movimiento feminista de nuestra región y ahora como trabajadora de UGT, visitaba esta semana El Faradio de la Mañana donde reivindicaba la necesidad de tener presente el feminismo cada uno de los días del año, no solo durante esta semana del 8M, si bien, también considera necesario que haya una fecha en la que se escuche la voz de las mujeres por encima de otras.

«Es importante que nos encontremos en la calle, que se nos vea y se nos escuche en los medios de comunicación, pero la lucha de las mujeres es todos los días», destacaba.

Así plantea la importancia de reivindicar el trabajo de las cuidadoras «que son las que sostienen la vida, son las invisibles, las nunca reconocidas. Es necesario poner sobre ellas el debate ya».

Brambilla también lamenta la doble discriminación que sufren las mujeres en el ámbito laboral: «el panorama es bastante terrible. Tenemos una brecha salarial que es como si cada año, a partir del 20 de noviembre, dejásemos de cobrar por nuestro trabajo».  Reivindica igualmente la presencia de más mujeres en los puestos directivos y en los espacios de toma de decisiones.

LA SUBIDA DEL SALARIO MÍNIMO MITIGA LAS BRECHAS SALARIALES

Por su parte, Rosa Mantecón, secretaria general de CC.OO de Cantabria y primera mujer que se pone al frente del sindicato en la comunidad autónoma insiste en la necesidad de seguir exigiendo mejoras laborales que equiparen la situación de las mujeres con la de los hombres.

Si bien reconoce que se ha avanzado mucho, «los incrementos del salario mínimo interprofesional han repercutido en la reducción de las brechas salariales de género que por primera vez en Cantabria están por debajo de la media nacional, pasando de más del 40% hace unos años al 22% actual, pero esa es prácticamente la única brecha que se ha reducido».

Cita entre otros parámetros que continúan alejando la situación de las mujeres a la de los hombres, las tasas de inactividad y de contratación femenina.

«Lo que sucede en todos los periodos en los que se producen mejoras, es que afectan en mayor medida a los hombres, por eso tenemos que continuar trabajando en la mejora de la normativa en materia de igualdad, pero, sobre todo, en su aplicación por parte de las empresas de Cantabria», advierte.

Recuerda Mantecón que, un año después de aprobarse la ley que obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a contar con un plan de igualdad, todavía la mitad de ellas no disponen de ese documento. Reconoce que se ha pasado de un 15% de empresas que cumplen con la normativa, al 50%, pero cree necesario «poner ese semáforo en rojo y señalar a las empresas que no cumplen con la normativa. Más allá de las medidas que incorporen habrá que ver si cumplen y el hecho de que no tengan en marcha esa medida obligatoria por ley debería hacernos pensar cuál es el empresariado que tenemos en Cantabria y hacia dónde queremos avanzar».

DE LA EDUCACIÓN AL APOYO EN LOS CUIDADOS

Para otra de las voces del feminismo en Cantabria, María Toca, al frente de La Pajarera Magazine, es necesario realizar una labor educacional en colegios e institutos. «Si no educamos a la gente joven, no vamos a quitarle nunca al patriarcado el sombrero que tiene», explica.

Partidaria del sistema de cuotas, se muestra convencida de que el Estado tiene que amparar los cuidados «que siempre caen sobre hombros femeninos», para lo cual considera necesario que exista una red de guarderías y residencias gratuitas y de calidad que cumplimenten la labor educacional y que permitan que la elección libre por parte de las mujeres, pueda ser una realidad.