Manifestación del 8 de marzo de 2023 en Santander

El feminismo marca la agenda frente al ruido y el odio

Miles de personas vuelven a las calles de Santander en el Día Internacional de la Mujer. De nuevo, recorrido de Puertochico hasta el Ayuntamiento, con infinidad de mensajes a través de los cánticos y las pancartas que se podían ver por todo el recorrido.
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Si en los últimos años el movimiento feminista y los colectivos sociales o sindicales habían sumado a sus preocupaciones el ascenso de los discursos de odio o negacionismo, ya incluso desde las instituciones, el peor ‘timing’ (perdón) del mundo ha hecho que este 8M, Día Internacional de la Mujer, sumen otro problema extra: la división entre los partidos del Gobierno central tras la entrada en vigor de la Ley del Sólo Sí es Sí, con el más que riesgo de desplazar la agenda que debiera ser más de calle a una de bucle de partidos y a un único tema: el de las agresiones.

Ni el auge del odio, por la derecha, ni el ruido, por la izquierda, ni la amenaza de lluvia, no consumada, han logrado desanimar a un movimiento que sigue demostrando su pulso, aupado por muchas, muchísimas chicas jóvenes, en una multitudinaria manifestación, desde la Sardinera al Ayuntamiento, con miles de personas y más Percumozas que nunca.

Las pancartas aludían a la unidad del movimiento, y a luchar todas juntas por las numerosas cosas que todavía deben mejorar en cuanto a la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Cada pancarta, cada participante, cada colectivo, es un mundo, una historia y un lema: de los cuidados a la precariedad, de las migrantes a los derechos humanos en países donde ser mujer está penalizado (como recordaba Amnistía Internacional), de las mujeres LGTBI a los derechos sindicales…

 

DIVERSIDAD DE AGENDAS: DE LAS FAMILIAS MONOMARENTALES A LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA…

Conciliando en la manifestacion del 8M

En la manifestación estaba presenta también Miriam Bustillo, una de las caras visibles de lo que fue la Asociación Mujeres Jóvenes de Cantabria, y que hacía hincapié en una sentencia del Tribunal Supremo que deniega el derecho a las madres de familias monomarentales a pedir una extensión de su permiso de maternidad. Esta petición se hace con la idea de poder cuidar durante más tiempo al recién nacido por no tener otro progenitor o progenitora que pueda hacerlo. Por eso señalaba que esta sigue siendo una cita reivindicativa. Y es que reflejaba que el 80% de las familias con un solo progenitor, este es mujer, por lo que es una nueva seña de desigualdad. «Queda mucho por hacer», afirmaba en la que es su primera manifestación del 8M desde que es madre.

Los cuidados son otro de los grandes asuntos que se plantean un 8 de marzo. Desde el movimiento feminista cada vez se subraya con más intensidad la necesidad de una corresponsabilidad, para que la atención a los menores o a las personas mayores y/o dependientes no recaiga siempre en las mujeres. Esto es algo que no sólo es palpable en el ámbito familiar, sino en los sectores laborales que tienen que ver con los cuidados y que están claramente feminizados.

Y sobre la violencia obstétrica, este viernes se presentará un observatorio en Cantabria acerca de estas prácticas. Se denuncia que es otra forma de violencia, en este caso respecto a las mujeres embarazadas, privándoles de sus derechos de salud sexual y reproductiva y que es algo muy difícil de identificar por lo integrada que está en el sistema sanitario. Lo que se pretende es dejar que las mujeres sean protagonistas de sus procesos y con consentimientos informados sobre todas las actuaciones que se hagan durante el embarazo y hacer sólo las necesarias y con una evidencia científica detrás.

PASANDO POR EL ECOFEMINISMO

Manifestación del 8 de marzo de 2023 en SantanderTambién se ha podido ver en la manifestación a la activista Yayo Herrero, referente del ecofeminismo y que lleva ya algunos años viviendo en Cantabria. Cuenta que ya es su tercera manifestación del Día Internacional de la Mujer en Santander.

Recordaba la gran movilización que hubo en 2018, un momento en que el feminismo dio un salto a la hora de coger músculo para que sean más visibles sus reivindicaciones, y en que además se convocó una huelga de consumo para hacer esa movilización aún más efectiva.

Herrero no dejaba pasar la oportunidad para darle un enfoque mucho más global y ecológico al movimiento feminista. Decía que «no puede quedarse fuera de los derechos para el resto del mundo vivo no humano y para muchas mujeres en otros países que ven sus derechos totalmente vulnerados por los modos de vida depredadores».

Recientemente llegaba hasta el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular para regularizar a personas migrantes, otra de las cuestiones señaladas por varias asociaciones feministas, para defender los derechos de las muchas mujeres que llegan a nuestro país y que se encuentran con más dificultades que los hombres.

 

REPASO DE LOGROS Y RETOS

Desde la Comisión 8 de Marzo, en el manifiesto recordaban logros de los últimos años, y se felicitaban porque la interrupción del embarazo haya sido declarada, finalmente, constitucional, así como la protección a las menores que se queden embarazadas, la lucha contra la violencia obstétrica, la extensión de la educación sexual (clave en la lucha contra los embarazos no deseados, las infecciones de transmisión sexual y contra las agresiones sexuales a las más pequeñas).

Manifestación del 8 de marzo de 2023 en SantanderAsimismo, desde la Comisión 8 de marzo ponían el acento en la subida del salario mínimo, por su constatado impacto en los salarios más bajos (un 55% de las beneficiarias son mujeres) o la mejora de las condiciones laborales de las empleadas del hogar, abocadas históricamente a vivir en B.

Pese a la agenda positiva, recordaban los asuntos pendientes, el impacto de la guerra sobre las mujeres, los lugares del mundo en los que nacer niña es “una maldición” por la explotación sexual y laboral, sin olvidar la trata de mujeres, los asesinatos de mujeres, el riesgo que supone la privatización de la sanidad. “Pensad en la cantidad de victorias que aún tenemos que alcanzar”, apelaban.

Desde las Asambleas Abiertas Feministas de Cantabria, por su parte, admitían la “rabia” que sienten este día, y enumeraban los problemas que sufren, marcados por la alianza entre el sistema patriarcal y el capitalismo, con sus consecuencias: la feminización de la pobreza,  la carga de la crianza y el impacto en la vida laboral, las brechas salariales y su consecuencia a futuro, las “sangrantes” brechas en las pensiones, mirando a las mujeres rurales, las estudiantes o campesinas.

Una agenda que advierte de las dificultades para el aborto en la sanidad pública (pese al reconocimiento, no es posible en la red pública en todas las comunidades) o los recortes y privatizaciones sanitarias, junto a otras cuestiones como la exclusión de los cuerpos disidentes, los problemas de las mujeres que ejercen la prostitución, gitanas, migrantes, tanto cuando llegan como cuando intentan llegar, con un mensaje especial de preocupación por el “profundo odio” que sufren mujeres LGBT, en especial las trans.

En ambos manifiestos se aludía a la lucha para que el consentimiento (y no la mera ausencia de violencia) esté en el centro de las relaciones, eje de la Ley del Sí es Sí.

 

 

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