Veníamos de que en la adjudicación del paso de La Costana RUCECAN,una de las adjudicatarias habituales de obras en base a los informes que emitía el detenido e investigado jefe de Servicio de Carreteras de la Consejería de Obras Públicas, se quedó fuera pese a que contaba con ella porque SENOR, que no era una de las empresas cercanas al grupo de beneficiadas por estas obras, había presentado más bajo.

Algo, según se reflejaba en sus conversaciones, pinchadas por la policía y a las que ha tenido acceso EL FARADIO, recibido entre insultos y desagrado por el funcionario y el empresario, que además anticipaba batalla “a vida o  muerte” para la siguiente licitación, porque “no queda otra”.

Otra adjudicación, en la que los investigadores ven abiertamente una “concertación ilícita” (con concertación se refieren a acuerdo o coordinación entre las partes), era la denominada  “Camino peatonal paralelo a la CA-284 entre Matamorosa y Villaescusa, Término Municipal Campoo de en medio” , fijado en un precio de 604.947 euros, y coincidía prácticamente en el tiempo, en la primera quincena de diciembre.

Así que empezaron las llamadas: el funcionario y uno de los hermanos al frente de RUCECAN comienzan a comentar quienes se presentan, que, en principio, serían SENOR  y RUCECAN, en UTE (Unión Temporal de Empresas) con ASFALTOS DE CAMARGO, que habían chocado en la anterior licitación (a pesar de intentos de coordinarse en otras).

El problema con las licitaciones es que pese a que se orientaran los pliegos a las empresas (en alguna conversación, Miguel Ángel Díez, el funcionario que emitía los informes, preguntaba a las empresas si tal condición de la adjudicación les venía bien), al puntuarse también la rebaja económica, si alguien fuera del círculo habitual de adjudicatarias (fundamentalmente RUCECAN, LA ENCINA-CANNOR, API MOVILIDAD) lanzaba una  bajo mayor, podía quedar mejor situada.

En otra de las conversaciones, el funcionario le indica a RUCECAN que “lo de Félix” se ha abierto a las nueve de la mañana y que se la quedan ellos por unos 20.000 euros, siendo dos los licitadores presentados.

Pese a todo, el de RUCECAN admite que si no llegan a mejorar y comprar cosas SENOR “se sale”. (En otras conversaciones, lo que sucedía era que una empresa le compraba material o maquinaria a la otra con la que hubiera competido en la adjudicación).

Al final la batalla se libró por una diferencia de 29.000 euros, que es la cifra en la que la empresa RUCECAN mejoró la de SENOR, empresa por la que el funcionario mostraba una especial “animadversión”, como constatan los investigadores y reflejan las conversaciones mantenidas incluso entre ambos, con alusiones a un desencuentro pasado.

En las conversaciones con el de RUCECAN, Miguel Ángel Díez llama la atención sobre la “guerra fratricida” entre “vosotros” (por la propia RUCECAN) y “los azules”, a los que no identifica, pero la conversación se produce en un contexto de dos adjudicaciones casi simultáneas entre RUCECAN  y SENOR, y el logo de SENOR incorpora el color azul en su imagen.