Hace unos años, Anuska Ruiz leyó  un artículo publicado en National Geographic que desmontaba la idea de que eran los hombres quienes se ocupaban de la caza en el neolítico. Lo encontró buscando información para trabajar en el aula con sus alumnos de primaria y, a partir de ese hallazgo, no pudo dejar de indagar en el tema. «Yo no soy historiadora, pero si que tengo espíritu curioso y eso me ha llevado a profundizar y documentarme sobre este tema. Así es como me he dado cuenta de que hay mucho que deconstruir en torno a esa historia que ha llegado hasta nuestros días y que no es exactamente como nos la han contado».

Anuska ya no solo cree necesario contar que las mujeres en el neolítico también cazaban. La realidad es que ellas participaban en todas las actividades del grupo «tenemos una especie de imagen romantizada en la que el hombre se enfrentaba solo a las bestias para cazarlas y eso no es así, iban en grupos y en esos grupos había mujeres y hombres. Todos participaban, porque la subsistencia del grupo dependía de todos los individuos que lo formaban».

Y así, investigando y documentándose es como Anuska ha descubierto una perspectiva de la prehistoria «mucho más amable y cooperativa y no tan jerarquizada». Por eso creyó necesario que la literatura recogiera la historia contando esa realidad y que los niños pudieran tener una referencia de que las cazadoras también fueron las mujeres.

Así es como nació ‘Izel, historia de una cazadora’, cuya protagonista, una mujer de grandes ojos, melena roja y lanza en la mano, ha sido creada por Pipi Nacif, una alicantina nacida en Argentina que ha incluído en las páginas del libro imágenes familiares geográficamente para ella y que, casualmente, se corresponden con las que cita el artículo de National Geografic que da origen a todo y según el cual: «el hallazgo del enterramiento de una cazadora de 9.000 años en las montañas de los Andes de América del Sur revela una historia diferente».

La autora considera «supernecesario» que los profesores, desde la etapa de infantil, tengan ya una perspectiva de género cambiada. «Si seguimos perpetuando lo mismo, se sigue reafirmando lo que se nos ha contado anteriormente, seguimos atascados en el discurso de que las mujeres no participaban en la supervivencia del grupo»

Y esto no es más que un aspecto puntual, porque Anuska cree que la visión androcentrista de la historia, esa que ha invisibilizado el papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad a través de la historia, hay que revisarla para releerla desde otra perspectiva.

De momento, ella ha comenzado por la prehistoria con este libro que, para su propia sorpresa, le ha llevado a desmontar sus propias creencias erróneas. «He realizado cuentacuentos en algunas bibliotecas y yo pensaba que la historia de la mujer cazadora iba a conectar más con las niñas, mientras que los niños se interesarían por otras cosas del cuento, pero para mi sorpresa, han sido los niños los que han manifestado reacciones más sorprendentes porque les encaja y les gusta la historia desde el principio hasta el final. Ya ves, yo también tenía esa creencia erronea y limitante»

‘Izeel, historia de una cazadora’, editado por Cuatro Hojas, se puede adquirir en las principales librerías de la región, a través de la web de la editorial y también está disponible en distintas bibliotecas, como la Central de Cantabria.