No  maneja David Calle un discurso crítico a la totalidad con las redes sociales, de las que valora las posibilidades de comunicación, acceso a información o aprendizaje que pueden suponer.

Pero si advierte de la necesidad de educar en los riesgos y problemas que también puede implicar, tal y como planteaba entrevistado por EL FARADIO DE LA MAÑANA camino de Santander, donde estará esta tarde, 19.30 horas en el Ateneo, presentando su libro ‘Lo que sueñan los androides’, editado por Aguilar.

Se trata, explica, de enseñar un uso “responsable”, ser “asertivos” y tener “espíritu crítico”, porque entre las consecuencias, se puede incluso “hacer daño a los compañeros”, en una práctica, matiza, la de ver un mundo de “blancos y negros”, al que no son ajenos, ni mucho  menos, los adultos, explica este docente y creador de la página Unicoos,, que a través de su canal en Youtube ayuda a entender las matemáticas.

En general, la gente se comporta “de forma muy beligerante” en redes como Twitter (él mismo lo está dejando “poco a poco”), entre otras cosas por un diseño del algoritmo que acaba excluyendo visiones diferentes del mundo y reduciendo la exposición a la diferencia.

Bajo la premisa de que “en Internet si algo es gratis significa que el producto eres tú”, David Calle advierte de que los algoritmos que se  usan en las redes están diseñados para “estar enganchados y no salir de ahí”, por lo que insta a las familias a mirar, “de buen rollo”, el tiempo dedicado cada día al consumo de las redes sociales (se puede comprobar en la opción Ajustes del teléfono).

Además, señala, el algoritmo está diseñado para “saber nuestros datos e intereses”, que resultan muy valiosos, hasta el punto de que grandes multinacionales como Coca-Cola pagan por saber en cuántas fotos y en qué contextos salen, de cara a organizar sus campañas de marketing y ventas.

Se trata, en definitiva, de conocer las normas de funcionamiento y “saber cuando parar”, apuntaba Calle.