La instalación de los nuevos paneles informativos en 60 paredes de autobús en Santander acabó revelando una nueva necesidad para su funcionamiento, la de la acometida eléctrica, es decir, la de disponer de suministro eléctrico, objeto de un contrato específico aprobado en la Junta de Gobierno local extraordinaria y urgente del pasado 28 de diciembre.

El contrato, como ha contado EL FARADIO, quedó desierto en un primer intento, esto es, ninguna empresa se mostró interesada en participar, y de cara al asegundo se contactó con el sector para ver qué había fallado en la definición del primer pliego.

Pero a pesar de incorporar las sugerencias de empresas (más importe, mejor plazo y menor exigencia de solvencia técnica), al final sólo acabó interesando a una única sociedad, la adjudicataria, Chispas, por un importe de 223.850 euros.

Sólo una aspirante para una adjudicación que el Ayuntamiento de Santander cambió tras consultar con empresas

El proyecto, tal y como lo enmarcan informes municipales consultados por EL FARADIO, respondía a varios objetivos globales y planes municipales: de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a proyectos europeos, así como a, a nivel local, el Plan Estratégico de Santander, el Plan de Movilidad Sostenible –llegando a citar la necesidad de “acelerar” la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones en 2023, el año pasado-, así como, más específico, un Plan de Digitalización del Transporte Urbano de Santander, que afecta a tótems, pantallas y mejora del sistema de pago y recarga.

El objetivo fijado de los nuevos paneles requirió una nueva necesidad, la del suministro eléctrico para que pudieran funcionar, tal y como se había determinado previamente con un estudio de necesidades, según señala la documentación del Ayuntamiento.

Esos nuevos paneles deberían funcionar 24 horas al día, y su conexión al alumbrado público de la ciudad sólo permitiría su operación cuando el alumbrado público estuviera activo, esto es, solamente por la noche, según expone la documentación municipal que justifica la necesidad de un contrato para las acometidas eléctricas.

Por eso se decidió licitar este contrato, que es específicamente para el suministro eléctrico, al que en una primera intentona no se presentó ninguna empresa.

Y en la segunda se modificaron las condiciones, rebajando, por ejemplo, la exigencia de solvencia técnica en lo relacionado con las certificaciones de calidad, que se consideraba más propia de las grandes empresas del sector –que no se habían presentado–, para que se adaptara a empresas más pequeñas, pero al final los cambios introducidos sólo hicieron que se interesa una, la finalmente adjudicataria, Chispas.

La conexión eléctrica de los paneles informativos del autobús recién adjudicada, dentro de un plan para “acelerar” la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en 2023

También era urgente la adjudicación al tratarse de un contrato necesario para la ejecución de un proyecto financiado con fondos europeos, “Impulso a la movilidad activa, fomento del cambio modal y transformación digital y
sostenible del transporte urbano de Santander” (Santander MS), asociado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Comisión Europea, es decir, los fondos europeos implantados para impulsar y modernizar la economía tras la pandemia del COVID-19.