La Fundación Franz Weber ha advertido esta mañana que la promoción de la feria taurina de Santander en FITUR, por parte del propio Gobierno local, podría vulnerar el Código Ético Mundial para el Turismo que fue redactado por la Organización Mundial del Turismo (UNWTO).

Los naturalistas consideran que la promoción de actos taurinos ignoraría este documento ya que existen recomendaciones en sentido contrario de otros órganos, como el Comité de los Derechos del Niño, que chocan con esta difusión en relación a la participación de personas menores de edad.

El Comité solicitó a España en 2018, a través de sus Observaciones Finales, el alejamiento de cualquier niño, niña o adolescente de la tauromaquia con una referencia muy clara:

«Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia.»

En agosto de 2023 el mismo grupo de expertas y expertos realizó una recomendación a todos los Estados parte en su Comentario General nº26 sobre Derecho a un Medio Ambiente sano en términos similares:

«Los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales.»

De este modo FFW cree que promocionar la tauromaquia en FITUR, como la feria santanderina, vulnera el artículo 2 del Código Ético, cuando las actividades turísticas no se encaminan a «promover los derechos humanos y, en particular, los derechos específicos de los grupos de población más vulnerables, especialmente los niños» ya que en esta convocatoria incluye bonificaciones y ofertas dirigidas a niños y niñas.

Además la ONG internacional ha instado a la alcaldesa Gema Igual y al conjunto de su equipo que se abstengan de seguir derrochando fondos públicos en medidas como premios taurinos o la propia feria.

Recuerdan finalmente que la deficiente gestión en Santander ha llevado a presupuestar nada menos que 300.000€ en obras relacionadas con el arreglo de charcos y filtraciones en la propia plaza, mientras que la empresa municipal encargada de su gestión mantiene una importante deuda.