El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, ha visitado hoy la sidrería Somarroza para conocer de cerca el potencial de este producto y profundizar en las posibilidades que ofrece el cultivo de manzanos, un proyecto que potenciará su departamento para impulsar la divulgación y el fomento de la economía del manzano favoreciendo su cultivo entre los agricultores de la región.

Tal y como ha explicado hoy el titular de este departamento, Pablo Palencia, el objetivo de esta estrategia es generar una actividad económica complementaria a la ganadería y suministrar con producto local a los elaboradores y comercializadores de sidra de la Comunidad Autónoma.

Así lo ha asegurado en el transcurso de una visita a la sidrería Somarroza en Renedo de Piélagos, donde ha estado acompañado por su fundador y gerente, Jesús Gómez Solórzano; el acalde del municipio, Carlos Caramés y varios miembros del equipo municipal.

Esta iniciativa, que liderará el Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA), dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, organizará cursos de formación para jóvenes agricultores, y en la misma también se distribuirán esquejes de distintas variedades procedentes de los viveros que el Gobierno de Cantabria tiene en Villapresente, que permitan acercarse a la cultura del manzano con el fin de crear nichos de producción local para surtir a productores de sidra de la región. Según Pablo Palencia, ya se ha mantenido una reunión con productores para explorar nuevas vías de colaboración, que pongan en contacto a productores y comercializadores. En esta labor, la empresa Somarroza pondrá al servicio de los nuevos emprendedores su experiencia y conocimientos sobre el sector.

Se trata, ha indicado el consejero, de promover acciones conjuntas que estimulen esta producción al tiempo que contribuyan a “promocionar el relevo generacional, el cuidado del medio ambiente o la diversificación de la economía”, todo ello en un contexto de comunicación e interrelación entre productores y empresas transformadoras y comercializadores, que permita “facilitar el engranaje de toda esta cadena”. Con este fin, ha señalado, una empresa “puntera” como es Somarroza, que transforma unas 250 toneladas de manzanas de forma anual, juega un papel “fundamental”.

Embajadores de nuestra tierra

En su opinión, Sidrería Somarroza, que en la actualidad comercializa 11 productos elaborados con sidra, es un ejemplo de una empresa que ha sabido evolucionar, sin perder el carácter de empresa familiar, hacia una demanda marcada por la innovación y la sostenibilidad. “Este tipo de productores se convierten en embajadores de nuestra tierra y llevan la calidad y el nombre de Cantabria donde van”, ha aseverado.

El consejero se ha mostrado partidario de seguir apostando por el modelo de producción agroalimentario cántabro que se caracteriza por “una mayor calidad que cantidad”. “No podemos competir con grandes industrias, pero por el contrario nuestra marca diferencial es la calidad de estas pequeñas producciones”, ha resaltado.

Para Palencia las distinciones conseguidas por esta marca en certámenes, tanto nacionales como internacionales, quedan patentes con reconocimientos como el primer premio al mejor producto ecológico en el Salón Gourmet de Madrid del pasado año, revalidado en la edición de 2024 alcanzado un tercer puesto con su sidra natural, en una de las citas más prestigiosas en alimentación y bebida a nivel europeo, una idea que ha compartido el propietario de la marca quien ha resaltado que “ni siquiera en zonas de alta tradición de sidra, como es el caso de Asturias o País Vasco, tanta gente puede decir que tiene 11 tipos distintos de productos”

Además, el responsable de Desarrollo Rural ha aprovechado para remarcar la apuesta de Cantabria por el sector agroalimentario y el “apoyo” para que estas empresas crezcan desde el convencimiento-ha asegurado- de que “crear valor añadido en un sector estratégico es fundamental para la economía de la Comunidad Autónoma”

Por su parte, el regidor municipal, Carlos Caramés ha mostrado su orgullo porque una empresa familiar, como es Sidrería Somarroza, potencie este tipo de economía local y aporte con su producción al sostenimiento del medio ambiente del municipio, algo que permite revalidar la idea de que “Piélagos es grande por naturaleza”.

Sidra natural con orígenes en Cantabria

Somarroza salió al mercado en 2010 como la primera marca de sidra que se comercializó en Cantabria. Tras su primera sidra natural tradicional, en 2015 surge la primera espumosa dulce, y un año después la marca gana el primer premio en el Salón Internacional de Sidras de Gala de Gijón, por este último producto. Posteriormente, amplía sus instalaciones, crea el lagar actual y planta una finca con manzano de sidra autóctono de Cantabria con más de diez variedades, muchas de ellas prácticamente extintas.

A partir de 2017 y en años sucesivos salen al mercado la gama de la Sidruca en formato botellín con dos sabores diferentes; la primera sidra con limón del mundo, elaborada con cítricos de Novales; la sidra ecológica de cosecha propia; Capricho de Somarroza, que es un producto de edición limitada de nueva expresión; la sidra espumosa seca, que a los pocos meses se alza con una medalla de plata en el certamen Sagardo Forum; o la primera sidra de platano de Canarias, que vio la luz en 2020.

Su último producto innovador se creó en 2021, el bitter bio que al mes de su lanzamiento ganó la medalla de oro en el Sagardo Forum de San Sebastián. Elaborado con manzanas seleccionadas y con hierbas, flores y raíces de certificación ecológica es el primer bitter creado a partir de sidra.

En 2021, Somarroza comenzó a exportar a Japón, y según ha señalado su propietario, en su proceso de expansión buscan ampliar mercados donde se demanda sidra de calidad, entre ellos, en estos momentos están presentes en Reino Unido, Alemania, Lituania, Austria o Países Bajos, entre otros.

En 2023 su labor se vio recompensada con el premio al mejor producto ecológico en el Salón Gourmet de Madrid. Además, obtuvo en la Ciderworld de Frankfurt, la medalla de oro y el premio al mejor producto de la categoría Bitter Bio por su producto La Sidruca con limón de Novales; la medalla de plata a la sidra Rubí de Somarroza; la medalla de plata a la sidra espumosa dulce Somarroza, y la medalla de honor por el Capricho de Somarroza. Unos premios que se suman a una larga trayectoria de éxitos en eventos de renombre como el Gilintcap de Michigan (Estados Unidos), el Sagardo Forum de San Sebastián o la IX Feria de la Sidra de A Estrada en Pontevedra.