Las obras del Parque 2020, en Mataleñas, que ejecuta la empresa La Encina por encargo del Ayuntamiento de Santander, tienen un importante componente de obra civil más allá del carácter natural con el que siempre se ha tratado de identificar a este proyecto, concebido como un homenaje a las víctimas de la pandemia de la COVID-19.

El proyecto de obra, consultado por EL FARADIO, se ha diseñado como un bosque en el que cada árbol representa a un fallecido/a por la pandemia, y se busca propiciar el recogimiento aprovechando la propia ubicación del parque: camino del Faro de Bellavista o Cabo Mayor, en la zona de Mataleñas, uno de los espacios más naturales y agrestes de la ciudad, características a las que se quiere acomodar el proyecto.

No obstante, una década después del movimiento contra los excesos constructivos en el finalmente frustrado proyecto de la senda costera entre Cabo Mayor y la Virgen del Mar, vuelve el movimiento de maquinaria pesada y a la misma zona.

Esto ha supuesto además efectos sobre el que ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza del Parque 2020: los yacimientos arqueológicos cuya existencia estaba documentada, pese a lo cual no se adoptaron medidas de seguimiento y control hasta que el Gobierno de Cantabria así lo ordenó, llegando a tener que paralizarse los trabajos ya iniciados, que supusieron afección al patrimonio por obras de carácter civil como la del aparcamiento.

SÓLO POR DEBAJO DE LOS ÁRBOLES

Así, las partidas dirigidas a la obra civil ascienden a 70.277 euros del total de los alrededor de 208.500 (precios IVA no incluido) en que el Ayuntamiento calculó que costaría ejecutar los trabajos (finalmente contratados por apenas 1.240 euros menos, frente a la tónica habitual de las bajas en las adjudicaciones, en un proceso en el que La Encina fue la única aspirante, extremo que no se conoce a la hora de presentar una propuesta en una licitación).

La falta de más aspirantes permitió a La Encina hacerse con el Parque 2020 pese a lograr sólo 60 puntos en el proceso

Esos 70.000 euros suponen el 33,71% del presupuesto total, tal y como refleja el pliego técnico, examinado por EL FARADIO.

Es, de hecho, la segunda mayor partida del proyecto, sólo por debajo de lo calculado para la principal característica del Parque, los propios árboles: plantaciones y siembres se presupuestaron en 100.857,80 euros, poco menos de la mitad.

Vuelven las obras al parque 2020

LA OBRA CIVIL SE “LIMITA”

En el pliego precisan que el concepto civil se “limita” a la construcción de un “balcón de entrada” junto a la carretera, desde donde el visitante podrá contemplar a sus pies toda la extensión del parque y conocer mediante un cartel de bienvenida su propósito así como la distribución de los paseos y las especies de árboles que los acompañan.

Este balcón y la rampa por la que se bajará al parque quedarán sostenidas por un muro de mampostería de piedra caliza beige rematada con albardillas de la misma piedra que servirán de asiento.

Además, una barandilla metálica defenderá de la caída y, en el tramo del balcón servirá también como respaldo al asiento corrido.

Asimismo, se enlosará con el mismo material de la acera que acompaña a la carretera integrándolo así en la urbanización existente del entorno.

Y los caminos principales, los que van acompañados de árboles, quedarán delimitados por sendas cenefas de piedra caliza de Escobedo de treinta cm. de ancho y largo libre apoyadas en zapatas de hormigón armado o similar a ambos lados, separándolos así del resto de la zona verde.

Además de ese resumen genérico del proyecto, el detalle de las partidas presupuestarias del apartado de obra civil enumera obras como la demolición de un suelo de hormigón en la entrada actual, la retirada de la portilla o el traslado de un bebedero para perros.

Y en el listado de maquinaria se enumeran medios como retroexcavadoras y excavadoras para movimientos de obras, tractores, furgonetas y varios tipos de camiones,