Una delegación de AGE-Cantabria (Archivo, Guerra y Exilio) ha participado este fin de semana en los actos por el 80 aniversario de la liberación del campo nazi de Mauthausen, en Austria. La expedición, formada por ocho personas, se unió a la Amical de Mauthausen y a más de 300 estudiantes de Cataluña, Aragón y Extremadura, según relata la asociación memorialista.

El recorrido comenzó en el castillo de Hartheim, donde los nazis llevaron a cabo el programa Aktion 14f13, una extensión del plan de eutanasia que eliminaba a prisioneros considerados “inútiles para el trabajo”. Entre ellos estaba el cántabro Jerónimo José Cicero, asesinado el 23 de septiembre de 1941.

A este acto acudieron tres generaciones de su familia: su nieta Rosa, su bisnieta Zulema y su tataranieto Ariel, quienes colocaron una fotografía en su memoria. También se recordó a Donato de Cos, otro republicano cántabro asesinado en Gusen, mediante la lectura de una carta enviada desde Madrid.

Un nombre recuperado: Jerónimo José Cicero

Jerónimo José Cicero, nacido en Valdáliga en 1879, fue uno de los miles de españoles que abandonaron España tras la Guerra Civil.

Jerónimo consiguió llegar con su barco de pesca hasta un puerto cerca de Burdeos, en el que llevaba a algunos médicos de Valdecilla a los que salvó la vida. Pero su barco fue incautado, por entrar ilegalmente en Francia, y devuelto al puerto de Santander. Más tarde, en 1940 vino su detención y peregrinaje por diferentes campos de concentración, primero en Francia y luego en Alemania y Austria: fue trasladado a Gusen y más tarde a Hartheim, donde fue asesinado en 1941.

Sus descendientes participaron el pasado fin de semana en el homenaje en Austria. Su historia, silenciada durante décadas, fue recuperada en 2010 a través del testimonio de Jesús de Cos Borbolla, que narró la visita familiar a los campos de exterminio: “Fueron salvajemente torturados e incinerados en los hornos del comando de Gusen”.

Maximino de Cos muere sin ver una placa que recuerde el legado de su padre

Horas después de ese homenaje, la delegada de AGE en Cantabria, Marisol González, recibió la noticia del fallecimiento de Maximino de Cos, hijo de Donato, a los 103 años.

“Ha sido desgarrador saber que se va una parte de la Historia y de la Memoria que él poseía en abundancia”, expresó. Maximino, impulsor de una petición para instalar una placa conmemorativa en Rionansa, vio frustrado su deseo por el rechazo del Ayuntamiento de su propio pueblo, pese a que su padre fue teniente de alcalde durante la República.

“No voy a parar hasta ver cumplida su voluntad”, añadió González quien leyó una carta de recuerdo a la figura de Donato,  antiguo concejal republicano asesinado en el campo de concentración nazi de Gusen en agosto de 1941.

La «escalera del horror»: símbolo de exterminio

Uno de los lugares más estremecedores visitados por la delegación fue la cantera de Wienergraben, en Mauthausen. Allí se encuentra la llamada «escalera de la muerte», con 186 peldaños que los presos debían subir cargando pesadas piedras. Este trayecto, bajo vigilancia armada y castigos físicos, se convirtió en una vía sistemática de exterminio.

La escalera del horror: 186 peldaños hacia la muerte en la cantera de Mauthausen

La cantera fue uno de los núcleos del sistema de esclavitud y muerte de Mauthausen, clasificado como campo de categoría III, la más dura del sistema nazi. Las condiciones inhumanas provocaron la muerte de miles de prisioneros, entre ellos al menos 16 cántabros, según el estudio ‘Rotspanier: españoles en el complejo concentracionario Mauthausen-Gusen’, coordinado por Gutmaro Gómez Bravo y Diego Martínez López.

Reivindicación frente al silencio institucional

Durante los actos, el ministro Pablo Bustinduy conversó con AGE Cantabria sobre el caso de Donato de Cos y la negativa del consistorio de Rionansa a colocar una placa. Posteriormente intervino en el acto institucional, reconociendo la resistencia de los deportados como una “lección viva para la democracia”.

No obstante, asociaciones como la Amical de Mauthausen lamentaron la ausencia de una declaración oficial del Estado español condenando la complicidad franquista con el nazismo. A diferencia de otras delegaciones, el Estado español carece de un monumento propio en el campo, por lo que el homenaje a los españoles se celebra en una parcela cedida por Francia y sufragada por los propios supervivientes acogidos allí.

Homenaje en Revilla de Camargo

Como continuación a los actos en Austria, AGE Cantabria ha convocado un acto público de homenaje este sábado 17 de mayo a las 12:00 horas en el Parque de la Ría de Revilla de Camargo, junto al monumento a los deportados. El objetivo es reivindicar la memoria de los cántabros víctimas del nazismo, visibilizar la historia de los exiliados y alertar frente a la normalización de discursos que amenazan los Derechos Humanos.

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