La importancia de llevar algo muy adentro sigue siendo un motor imprescindible para hacer brotar iniciativas que aporten algo puro y honesto. Así se podría denominar lo que trata de hacer Swingadelia, un festival que celebra este sábado su segunda edición en Liencres, en la Plaza Adolfo Suárez. Una cita que arrancará a mediodía y seguirá hasta pasada la medianoche, con un montón de propuestas en la onda del swing, el blues o el jazz.

Francisco García Cuenca es uno de los organizadores. Explica el festival como «una propuesta orientada a satisfacer una demanda que no recibe, creemos, suficiente atención en otros formatos de carácter más masivo«, en una entrevista concedida a EL FARADIO.

Swingadelia agradece el apoyo institucional que recibe para poder permitirse una segunda edición, que espera que salga mejor que la primera, que comenzó con galerna. Reunir sonidos clásicos e invitar a bailar parecen buenos planes para un sábado, dentro de esa onda que tiene que ver con los guateques de antaño, pero esta vez al aire libre.

Se ofrece un plan que vale para toda la familia, con sesión vermú, sesión de tarde y sesión golfa también. Dice García Cuenca que, una vez que se cuenta con ese apoyo institucional, lo que toca es ser honesto. «Tienes que ser consecuente con tu idea y llevarla hasta el final y procurar seleccionar lo mejor posible con el presupuesto del que dispongas«. Hay un gran trabajo detrás, porque hay que contactar con los grupos que se quieren traer, hay que contar con técnicos, empresas de sonido… Hacer funcionar un evento que parece simple requiere de mucho tiempo para saber que se llega al día y que no habrá contratiempos.

«Tu labor es transmitir ilusión, es creértelo tú primero», opina. Y cuando lo llevas dentro es mucho más fácil que te salga. Aquí se trata de lograr dar una jornada a quienes piensan como ellos, o a quienes se quieran atrever a probar.

García Cuenca es músico veterano, comenzó en los años 80 del siglo pasado, colaborando con un proyecto de Nacho Mastretta llamado ‘Las manos de Orlac’. Estuvo viviendo a caballo entre Cantabria y Madrid, conociendo a músicos diferentes, y «veía que en Santander había una calidad espectacular».

Actualmente sigue tocando, ya sea acordeón, guitarra o piano, su banda se llama Gipsy Joe Hot Club y se nota que le llena profundamente. No porque estén haciendo conciertos sin parar, dice que hacen unos 10 o 12 al año, pero se toman el ensayo semanal como si fuera otro concierto más.

García Cuenca cree que debemos cambiar el chip en España respecto a la música en directo. Ve que en otros lugares como Reino Unido e Irlanda es mucho más habitual ir a un pub y que haya una banda tocando, y eso es algo que no se ve tan habitualmente por aquí. «Debemos tener todos la conciencia de que la música es un bien, de que la música es cultura y de que cuanto más música en vivo tengamos, mejor«. Algo que también es una cuenta pendiente para las administraciones públicas, en cuanto a las normativas que permitan que haya más música en vivo.

El festival

Tito Ramírez, The Rumblin’ Groove Jazz Band, The Sentimental Gentlemen, Crazy Jazzers, La Banda de Otro y Malavara Swing componen el cartel de este encuentro que se ha consolidado como el primer festival de swing creado en Cantabria. A ellos se suman sesiones de Swingadelic DJs, con Sara Puaj y DJ Maiklown, y una clase abierta de iniciación al swing a cargo del bailarín Jesús Terán, bajo el nombre de Swingtander.

Con una propuesta artística que abarca desde el rhythm & blues hasta el gypsy jazz, pasando por el dixie o el soul, ‘Swingadelia (Vol. 2)’ apuesta por recuperar las raíces musicales del siglo XX con una mirada contemporánea y participativa, en un formato gratuito y pensado para todos los públicos.

Baile, gastronomía y cultura popular

Además de la programación musical, el evento ofrecerá un mercadillo vintage, una variada zona de food trucks y productos de kilómetro cero, en una atmósfera ambientada en las décadas de los años 20 a los 50.

La iniciativa está producida por Moverground y cuenta con el apoyo del Gobierno de Cantabria, a través de su marca Cantabria Infinita, y del Ayuntamiento de Piélagos, como parte de su programación estival.

Una experiencia musical en vivo para todos los gustos

Entre las actuaciones más destacadas se encuentra la del polifacético Tito Ramírez, que presentará su repertorio de rock & roll, soul, mambo y boogaloo desde su característico estilo retro y teatral.

La formación navarra The Rumblin’ Groove Jazz Band ofrecerá un repaso por la historia de la música afroamericana del siglo XX, mientras que los madrileños The Sentimental Gentlemen traerán el swing clásico de las big bands al estilo de Benny Goodman o Count Basie.

Desde Bilbao, Crazy Jazzers acercarán el sonido del jazz tradicional de Nueva Orleans, con una puesta en escena callejera y energética. Por su parte, La Banda de Otro, compañía sevillana premiada en festivales como Circada o FEINCITA, mezclará malabares y música en vivo en un espectáculo para toda la familia.

Cerrará la jornada Malavara Swing, agrupación argentino-española que combina armonías vocales, ukelele tenor y percusión con washboard, evocando las músicas populares de los años 20 a 50 con una interpretación actualizada y vibrante.

Un festival que impulsa la cultura local

Aunque es una iniciativa de carácter regional, el evento se integra dentro de la estrategia cultural del Ayuntamiento de Piélagos, que ha apostado por programaciones descentralizadas y abiertas al público familiar.

El alcalde, Carlos Caramés, ha destacado la importancia de propuestas como ‘Swingadelia’ para dinamizar Liencres y atraer visitantes, en una programación que también incluye las fiestas de San Antonio, en Renedo, o la Virgen de Valencia, en Vioño. Por su parte, el consejero de Cultura, Luis Martínez Abad, ha subrayado la “singularidad” del evento dentro del circuito de festivales musicales de Cantabria.

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