Una empresa de recobro en manos de Cerberus, detrás del intento de desahucio en Bezana
Zeus Real Estate es la empresa que denunció a Alexia para forzar el desalojo de su casa. Como relataba la propia afectada en una entrevista con El Faradio, no hubo ninguna comunicación directa con ella para buscar una solución. Simplemente a través de un juzgado.
Está vinculada con otras empresas que también llevan el nombre Zeus delante, como Zeus Portfolio Investment 1 y Zeus Portfolio Investment 2. Se trata de empresas complementarias entre sí que se dedican, entre otras cosas, al recobro de deudas hipotecarias, pero también de productos financieros, como tarjetas de crédito revolving. La relación evidente es que todas ellas tienen sede en la misma dirección, en Madrid.
La sociedad que consta como propietaria de Zeus Real Estate es Gescobro, fundada en 1980 en Barcelona, ahora conocida GCBE Advanced Solutions, y que es propiedad del fondo de inversión Cerberus desde 2023. Antes pasó por las manos de otro par de fondos extranjeros.
Gescobro se hizo un nombre a finales del siglo pasado y comienzos de este en el sector del recobro. Eso también conlleva, en el caso de esta empresa, el trabajar para diversas entidades bancarias para tratar de cobrar deudas impagadas. Aunque también compra paquetes de deudas, a un coste bajo, para después intentar cobrarlas íntegramente.
Una de las compras que realizó Cerberus fue una cartera de deudas que se denominaba ‘Nebula’ y que pertenecía a Blackstone, otro de los gigantes entre los fondos de inversión a nivel mundial. El valor de esa cartera era de unos 2.000 millones de euros. GCBE Advanced Solutions gestionó después esa cartera.
En el caso de Alexia también ha habido algún tipo de intervención por parte de una empresa de servicios financieros llamada Diagonal Company. Otra empresa sin presencia física en Cantabria, pero que llamó a la afectada para intentar conocer más datos sobre ella, su piso y la situación en general. Es decir, adquirir un inmueble (en este caso, a la entidad neerlandesa ING) y que después esa propiedad pueda pasar por otras manos mientras no está pagada del todo, y que haya otras empresas relacionadas interesándose por saber si podrán desalojar a quien vive dentro y poder sacar una rentabilidad mayor por el inmueble.
Es una manera de funcionar que ha ganado terreno tras la irrupción de la crisis económica y financiera de 2008, cuando los bancos que operaban en España (y en muchos países más) empezaron a tener problemas por la calidad de varios de sus activos inmobiliarios. Además de la creación de la SAREB (el conocido como banco malo), también empezaron a aparecer fondos de inversión que se hacían con grandes carteras de activos tóxicos, aliviando la carga de las entidades financieras clásicas, y encargándose directamente de la gestión de esos inmuebles.
Alexia pudo respirar tranquila el pasado día 4, pero sigue sin saber si podrá resolver su situación recomprando el piso. Se enfrenta a un entramado de empresas, casi todas relacionadas, que parecen buscar que salga de su casa.