LA ENERGÍA DEL CAMBIO

«Hay que apostar por reverdecer los espacios habitables»

Floren Enríquez, de Ecologistas en Acción, participa en 'La energía del cambio', de la mano de Solabria, para hablar de diversos temas medioambientales que ocupan y preocupan a la asociación
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Ecologistas en Acción realizó una acción a nivel estatal, recientemente, para comprobar cómo son las condiciones climáticas en diversos núcleos urbanos. Se denominó ‘Termometrada’ y consistía en colocar termómetros en tres zonas distintas de cada municipio y tomar mediciones en tres momentos distintos del día.

La intención de esta iniciativa, según cuenta Floren Enríquez en una entrevista concedida a EL FARADIO, es «llamar la atención de que realmente hoy las ciudades no están preparadas para estas olas de calor, este cambio climático que estamos sufriendo» y que es irrebatible a la luz de los datos que aporta la ciencia. Las olas de calor también llegan a Cantabria, y Enríquez vez cómo las sufren las personas, pero también los animales, la vegetación, o su propia huerta.

Lo que propone la asociación es que «se transformen las ciudades, que se reforesten y que el suelo se modifique y en algunos casos lo están haciendo. Yo recuerdo que hay, por ejemplo, hay varias propuestas en centros escolares de sustituir los patios, hacerlos permeables y plantar árboles». ES una manera de aliviar las altas temperaturas, una preparación conveniente para algo que va a seguir ocurriendo en el futuro.

Explica Enríquez que en Cantabria llovía el día que se hizo esta comprobación, y por eso los resultados no destacan tanto como los de otros territorios. Pero no tiene duda de que «hay que apostar por reverdecer los espacios habitables». El arbolado como aliado muy importante, pues ayuda a humedecer y rebajar la temperatura, además de «limpiar la atmósfera, absorbe CO2 y expulsa oxígeno, y favorece la biodiversidad.

Recién salidos del verano, Enríquez también se refirió al tema del turismo, afirmando que «el Gobierno de Cantabria se felicita de que vengan y vengan más personas, pero eso tiene una serie de inconvenientes». Recuerda que modificar la Ley del Suelo para favorecer la construcción en suelo rústico se hizo para fijar población en el medio rural, pero «eso no está sucediendo. El suelo rústico, que se está urbanizando, se está instalando en las segundas residencias y esos usos turísticos».

La consecuencia de una decisión como esa, según este activista, es que «Cantabria está a la cabeza de la compraventa de viviendas de toda España». Piensa que ver en clave exclusivamente positiva la llegada de turistas en verano «es una miopía total». Y señala el perjuicio que está ocasionando en el precio de la vivienda, lo que perjudica, especialmente, a la gente joven.

Otro de los temas que está preocupando a Ecologistas en Acción en los últimos tiempos es el tema del lobo. «Cantabria está a la cabeza de la matanza de lobos en toda España», sostiene Enríquez. Parte de la cifra que quiere eliminar el Gobierno de Cantabria, 41 lobos. Según la asociación ecologista, es casi la mitad de la población de lobo en Cantabria, en contra de lo que dice el Gobierno de la Comunidad. «Es algo incomprensible. La pena es que los tribunales todavía no han dado respuesta en Cantabria y Asturias». En Galicia sí que ha habido una decisión judicial favorable a esta especie.

Entre los asuntos que van a tener prioridad en los próximos meses para Ecologistas en Acción, Enríquez citó la instalación de un gran centro de datos en Cantabria (‘Altamira’ es su nombre) y la producción de hidrógeno verde. El primer problema que ven es que son dos tipos de proyectos que necesitan de mucha agua y energía para funcionar.

Pero no es el único. Subraya Enríquez que cabe la posibilidad de construir algunos centros de datos y plantas de hidrógeno verde para dar servicio no sólo al territorio donde se construyan, sino a otros países europeos también. Es decir, necesitar mucha energía y después transportar lo que se produzca a lo largo de miles de kilómetros. Lo contrario a la sostenibilidad. Exprimir los territorios, e incluso cambiarlos.

Enríquez cita también el proyecto Siembra Vida, con el que pretenden llegar a diversos centros educativos en el ámbito de la educación ambiental, tratar de contribuir en la formación de las nuevas generaciones para entender cómo funciona la vida, qué significa la biodiversidad y las mejores formas de cuidarla. Relacionado con esto, cita a Marea Palestina, una movimiento surgido como respuesta al genocidio en Gaza y que trata de que contar esa situación también llegue a los centros educativos.


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