Las empresas que quieren ‘naturalizar’ Mataleñas son constructoras de obra civil
El PP de Santander, en el equipo de Gobierno municipal, está presentando su plan la construcción de un aparcamiento de caravanas en Mataleñas como un proyecto de naturalización, enmarcado además precisamente para su financiación en su Plan de Sostenibilidad Turística -con fondos europeos-.
Es una tesis que viene rechazando de plano y rebatiendo la Comisión en Defensa de Mataleñas, colectivo que cuenta con el apoyo de la asociación de vecinos de Cueto y decenas de organizaciones vecinales, sociales o medioambientales, así como con la simpatía de buena parte de la ciudad, como evidencian las miles de firmas recogidas, la multitudinaria asistencia a las concentraciones convocadas y las cartas al director que casi a diario se están publicando la prensa.
El trabajo de la Comisión ha evidenciado el peso de la obra civil en el propio proyecto que maneja el Ayuntamiento y su propuesta alternativa ha mostrado lo que sería un auténtico proyecto de naturalización.
Además de los documentos oficiales del Ayuntamiento de Santander, lo que desmonta la tesis municipal es la propia tramitación. El proyecto ya está licitado (esto significa que tras definir sus características, se ha abierto a la competencia para que las empresas interesadas en ejecutarlo presenten sus ofertas). Esta fase de licitación, que no adjudicación, es uno de los motivos que el PP ha dado para no retirar el proyecto.
CUATRO CONSTRUCTORAS
Según documentación municipal cotejada por EL FARADIO, cuatro empresas se han postulado para hacerse cargo de las obras. Y frente a la defensa de que son obras de naturalización, lo cierto es que la naturaleza de las empresas que aspiran a la ejecución las sitúa en el sector de la construcción y la obra civil.
En detalle, han concurrido a la licitación cuatro compañías: Aquaterra Servicios Infraestructuras SL, Europea de Ingeniería y Obra Civil SL (apoyada en la solvencia de Rucecan SL), Servicios y Obras del Norte SA y SIEC Construcción y Servicios SA.
Así, Aquaterra es una empresa de construcción con sede en Madrid, dedicada a una amplia variedad de obras civiles. Su objeto social incluye la conservación de carreteras y obra pública, así como la ejecución de proyectos en infraestructuras urbanas, tanto residenciales como no residenciales, servicios urbanos y mantenimiento municipal. Se trata de una firma enfocada en obra civil e infraestructuras.
Por su parte, Europea de Ingeniería y Obra Civil SL se dedica a la construcción, ejecución y mantenimiento de obras públicas y privadas, así como a la explotación de todo tipo de infraestructuras.
Rucecan SL, que no se presenta como tal pero es invocada por la anterior para apoyar su solvencia, es una empresa constructora fundada en el año 2000 y con sede en Torrelavega, Rucecan se define como una firma local especializada en movimiento de tierras para obra civil e hidráulica, además de prestar servicios de limpieza industrial. Su objeto social abarca preparación de terrenos, demoliciones, perforaciones para alumbramiento de aguas, cimentación, pavimentación y consolidación de suelos. Su volumen de negocio rondaba los 25 millones de euros en 2024.
Servicios y Obras del Norte SA (SENOR) constituida en 1985 tiene como actividad principal la construcción de carreteras y autopistas. Su objeto social abarca también el diseño, construcción, ejecución, explotación y gestión de todo tipo de infraestructuras y servicios complementarios, incluyendo concesiones y licencias administrativas. Se trata de una empresa mediana —entre 51 y 200 empleados— con una larga trayectoria en obra civil.
Tanto SENOR como RUCECAN están implicadas en la trama del funcionario de la Dirección General de Carreteras al que la justicia investiga –pendiente de la celebración del juicio– por asesorar a estas empresas -y a API y La Encina– para que consiguieran las adjudicaciones a cambio de dinero o regalos.
PODRÍAN NO SER CONSTRUCTORAS
Y el caso es que las empresas del sector de la construcción no son las únicas que pueden hacer trabajos de naturalización de espacios.
No hay que irse muy lejos en el tiempo, ni siquiera en la administración, incluso ni siquiera en la zona: muy cerca, cuando la obra era la adaptación del entorno de Mataleñas para el Parque 2020 –concebido como un homenaje a las personas que murieron por la pandemia del COVID-19–, la adjudicataria fue una empresa del sector de la jardinería.
Hablamos de La Encina –también implicada en la trama de Carreteras, por cierto–, que logró ese contrato al no tener competencia, comportándose como si lo supiera, ya que apenas tocó la oferta económica y en cambio sí que rebajó las exigencias técnicas.
Ambas prácticas van totalmente en contra de la dinámica de concentración, en la que al contar con que se presentan más empresas, las normas empujan a ser competitivas rebajando lo económico y manteniendo lo técnico.
En cualquier caso, fue un proyecto que también se caracterizó por el fuerte impacto de la obra civil, e incluso por afectar a un yacimiento arqueológico con cuya existencia no se contó pese a que estaba documentando.
El aparcamiento del Parque 2020 tuvo impacto en un yacimiento arqueológico documentado
🔎 Rompe el algoritmo, decide tú de lo que hablas. Comparte esta información en tus redes o grupos de mensajería.
🌱 Podemos hablar de urbanismo y sostenibilidad en Cantabria gracias a apoyos como el tuyo. Súmate y hazte socia o socio de El Faradio por 8 euros al mes en este enlace.
