Bahri enfila el Puerto de Santander tras ser rechazado por protestas en Francia
Protestas ciudadanas en Le Havre, Francia. (Foto: Reuters)
Un barco de la compañía estatal saudí Bahri, que vende armas con riesgo de ser usadas en la guerra de Yemen, ha iniciado rumbo al Puerto de Santander después de haber sido recibido entre protestas ciudadanas cuando iba a atracar en el puerto francés de Le Havre.
Es, además, una embarcación que no había visitado todavía el Puerto de Santander: se trata del Bahri Yanbu, buque de carga de gran tonelaje que, según reflejan webs de seguimiento de tráficos marítimas consultadas por EL FARADIO, tiene su llegada prevista el domingo 12 de mayo por la mañana.
La última estancia de un barco similar en Cantabria fue el pasado 8 de Marzo, del Panthera, que no es de Bahri, que lleva desde diciembre sin pisar España. Fue en pleno Día de la Mujer Trabajadora (justo un año después de que trascendiera su primera visita), y su embarque, que requiere un dispositivo especial, perjudicó a los servicios mínimos establecidos con motivo de la huelga laboral convocada ese día en el Puerto.
Precisamente esta semana Pasaje Seguro recordaba la actitud del Puerto de Santander ante la nueva valla con la que aspira a evitar la marcha de polizones de España hacia Reino Unido –y apenas meses después de haber ampliado la ya existente en una medida con la que aseguró que evitaría un paso que en realidad está descendiendo–
Y la contraponía con la actitud frente al comercio de armas en el Puerto por parte de Bahri, rechazado por resoluciones del Parlamento de Cantabria al ser usado después contra la poblaicón civil en la Guerra de Yemen, en contra del criterio de ONGS como Amnistía Internacional o Greenpeace, y, sobre todo, de la legislación internacional.
Desde el Puerto de Santander se embarcaron, con un dispositivo especial, las bombas de precisión que acabaron matando civiles en Yemen pese a la defensa por parte del Gobierno central de esta tecnología.
Antes de la visita de marzo, Bahri llevaba meses sin pisar Santander e incluso había esquivado otros puertos españoles, como el de Motril (Granada).
A Santander llegó tras el rechazo ciudadano desencadenado por la negativa de un bombero, Ina Robles, a escoltar la carga. Esto generó la comisión La Guerra Empieza Aquí, que fiscaliza la participación de empresas vascas en la venta de armas –entre ellas SIDENOR, con una factoría en Cantabria–, en una causa reflejada en un reciente documental.