(Foto: Carlos Atienza)

Un camarero encadena de media cuatro contratos al año

Achacan a la precariedad los problemas de personal que alega la Asociación de Hostelería
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En 2018 casi un 94% de los contratos de trabajo en el sector hostelero fueron temporales en Cantabria, en concreto 46.538 de un total de 50.349.

Y en su gran mayoría correspondieron a los 45.217 suscritos por camareros, la mitad de ellos (22.758) firmados por jóvenes de menos de 35 años, que llegaron a rubricar una media de casi cuatro contratos a lo largo del año en la misma actividad profesional (3,70 ó 45.217 contratos firmados por 12.219 personas).

Son datos del Servicio Cántabro de Empleo que rescata el sindicato UGT al hilo de la propuesta de la Asociación de Hostelería de Cantabria de reclutar trabajadores en otros países ante los problemas que alegan para encontrar personal aquí o la falta de formación que perciben, que está provocando un intenso debate y que ya ayer suscitó las críticas de Comisiones Obreras y del propio Gobierno de Cantabria.

«Antes de mirar a Perú, lo primero que tendrían que hacer los empresarios hosteleros es recapacitar y reconocer que el gran problema es que muchos de ellos no respetan el convenio colectivo regional del sector y que asientan sus negocios en unas condiciones laborales más que precarias», matiza el sindicato.

De hecho, UGT recuerda que «ya hace 12 años esta misma asociación empresarial trajo a 68 trabajadores de la República Dominicana, a los que en muchos casos no pagó ni el viaje ni la estancia, para luego ofrecerles un sueldo de 854 euros mensuales».

UGT PEDIRÁ AL GOBIERNO IMPULSAR LAS INSPECCIONES EN LA HOSTELERÍA

De modo que el sindicato ha anunciado su intención de solicitar a la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Cantabria una reunión en la que planteará impulsar «una estricta campaña de la Inspección de Trabajo en el sector de hostelería que amplíe la ya realizada en la actualidad», donde el sindicato denuncia que «ya proliferan los expedientes de infracción, sobre todo por excesos de jornada e incumplimientos salariales».

UGT afirma que «lo primero que tiene que hacer la patronal hostelera es forzar a sus asociados y a los empresarios del sector en general a respetar las reglas del juego y el convenio colectivo regional que para eso lo ha firmado; y no salirse del tiesto con un planteamiento que no tiene ni pies ni cabeza, salvo que sea para perpetuar unas condiciones laborales precarias que no son atractivas ni aquí ni fuera de la región».

«Es intolerable que los empresarios vayan al extranjero simplemente para buscar profesionales que asuman jornadas laborales maratonianas de mucho más de 40 horas semanales, un salario escaso y unas condiciones laborales y económicas ajenas al convenio colectivo que ya son rechazables por sí mismas», puntualiza el sindicato, que insta a la patronal hostelera a «trabajar más por dignificar la profesión de camarero porque así no habrá problema alguno para cubrir las demandas de empleo».

El sindicato añade que esta propuesta de los empresarios hosteleros «es inaceptable tanto en las formas como en su contenido porque es una falta de respeto en toda regla a todos los trabajadores y en especial a los del sector de hostelería, ya estén en el paro o en un puesto de trabajo; es una falta de respeto al diálogo y al consenso con las instituciones y los sindicatos; es una falta de respeto a una comunidad autónoma con más de 30.000 desempleados y también lo es para los propios ciudadanos peruanos».

IU, “PERPLEJOS» ANTE LA “OCURRENCIA” DE HOSTELERÍA

Desde Izquierda Unida, por su parte, se han mostrado “perplejos” ante estas “ocurrencias” , incidiendo en que “las personas migran en la mayoría de ocasiones para buscarse la vida y la precariedad ha de combatirse en cualquier lugar, no utilizarse como argumento para obtener mayor rédito empresarial a través de una suerte de dumping laboral».

La coordinadora de la formación, Leticia Martínez, añadía que el propio vicepresidente del Gobierno autonómico, Pablo Zuloaga, secretario general del PSOE, partido responsable de la Consejería de Empleo de la comunidad, corroboraba ayer esta idea y se preguntaba “¿qué pensarán las 4.655 personas que demandan empleo en Cantabria como camareros de la propuesta de traer mano de obra de fuera? La precarización no es la solución”.

Desde IU responden al vicepresidente que, “seguramente, esos miles de personas se preguntan dónde está el gobierno de su comunidad para erradicar la precariedad de sus vidas”.

Por El Faradio de la Mañana ha pasado Carlos Zamora, del Grupo Deluz, la empresa cántabra que tiene varios locales en la comunidad y que también ha conseguido trasladar su modelo a Madrid, donde ya tiene diversos establecimientos por el centro de la ciudad. Preguntado por este asunto, dijo preferir que se haga un diagnóstico del sector antes de tomar la decisión de traer a un contingente de trabajadores de fuera.

«Hace falta una primera reflexión sobre cómo lo estamos haciendo ahora, qué condiciones tenemos de trabajo, qué jornadas laborales, qué sueldos recibe la gente», dijo. «Es verdad que cuesta encontrar gente», aludiendo a que el mercado laboral todavía está en un momento complicado para este sector, porque se hacen contratos de media jornada y después se exigen muchas horas en el lugar de trabajo, por ejemplo.

Zamora hizo referencia también a la importancia de la formación, en cuanto a que «el camarero es el gran embajador de Cantabria». Por eso es importante, a la hora de traer a centenares de trabajadores que no conocen esta realidad, que es necesario transmitir cómo funciona la dinámica aquí, y eso no es tan sencillo.

LA MESA DEL DIÁLOGO SOCIAL SE REÚNE ESTE JUEVES

Es en ese contexto en el que se produce esta semana la primera reunión de la mesa del diálogo social, en la que se sientan de forma conjunta el Gobierno, la patronal y los sindicatos mayoritarios, afronta esta semana su primer encuentro de la nueva temporada, que coincide con el fin del verano, el arranque definitivo del nuevo Ejecutivo autonómico surgido de las elecciones de mayo o en que se conocen datos como el aumento de los accidentes mortales en otro sector importante de Cantabria, el de la construcción.

En ese sentido, la coordinadora autonómica de IU, Leticia Martínez, cree que la precariedad que viven muchas familias trabajadoras de Cantabria “no está siendo atajada con contundencia”, siendo la situación laboral de miles de cántabros incierta y “con pocas garantías”, por lo que pide al diálogo social y al Ejecutivo que no haga «dejación de funciones».

María Jesús Cedrún, del Consejo Económico y Social, estuvo en la tertulia de El Faradio y se refirió al momento que vivimos en cuanto al diálogo social: «El diálogo social se ha depreciado bastante», dijo tajante. Señaló que antes se le daba un mayor valor, pero «ahora parece más una ceremonia».

De cara a la reunión de este jueves, afirmó que «todos irán a la reunión con la esperanza de que deje de ser una ceremonia para convertirse en algo donde se puedan plantear propuestas» y que éstas sean debatidas y atendidas.

También añadió que, aparte del diálogo social, es importante que haya un diálogo entre las diferentes consejerías del Gobierno de Cantabria, para que se funcione «como un único Gobierno y de una manera coordinada, porque hay que sumar, y cuando los recursos son escasos, o sumas, o los recursos son más escasos todavía».

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