(ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN VIERNES 20 DE DICIEMBRE 13:37 HORAS)

El líder de Ciudadanos en Cantabria y portavoz parlamentario, Félix Alvárez, ha explicado este viernes su dimisión como portavoz del partido pero no como diputado ni como portavoz del grupo en el Parlamento.

La decisión ya había trascendido en prensa, aunque según ha asegurado «nadie» se la ha pedido y ha sido por un tema «menor», como haber ocultado al Comité Autonómico la contratación de Rubén Gómez y su inmediata renuncia voluntaria, al no llegar a consumarse la relación laboral.

Sin embargo, la asunción de responsabilidades, según su criterio, es «justa y necesaria» («si no no la hubiera tomado», ha añadido), porque ha causado «confusión» y «disgusto» entre los afiliados de Ciudadanos en Cantabria y ha «decepcionado» a compañeros que le dieron la «confianza», además de haber admitido «torpezas».

Según ha explicado en rueda de prensa, tuvo la autorización de Madrid, tanto de la secretaría de Organización como las de Acción Institucional y Recursos Humanos, para contratar a Rubén Gómez, exportavoz parlamentario y exdiputado en el Congreso, como asesor del Grupo Parlamentario en Cantabria.

Además, según la versión que ha dado Álvarez, la dirección nacional avalaba su incorporación, una «muy buena idea por el conocimiento de Rubén de la actividad parlamentaria y de la política en Cantabria».

Pero al día siguiente, el 19 de noviembre, Rubén Gómez presentó su baja voluntaria por motivos personales, de manera que, aunque «administrativamente» la contratación se llevó adelante, Álvarez considera que no se consumó porque «al final» Gómez «no trabajó ningún día en el grupo parlamentario».

QUISO «PROTEGER LA VIDA PRIVADA» DE GÓMEZ

«Como nada había ocurrido, nada había cambiado», ha justificado, por lo que omitió este hecho ante el Comité Autonómico del partido, para «proteger la vida privada» de su compañero en una cuestión que califica como «absolutamente menor». «Conté que se le había ofrecido, había declinado y la propuesta seguía vigente».

Y ha añadido que si llega a haber contado la verdad «al día siguiente está en la prensa». «¿Lo pueden llamar mentira? Llámenlo como quieran, por mi parte fue un acto de responsabilidad», ha aseverado, al tiempo que ha reflexionado sobre que «viendo lo que pasa en la política española y que nadie dimite, creo que por esta cuestión menor, que yo lo haga, no sé lo que pensará la gente… y no me arrepiento de lo que he hecho pero hoy me siento bien».

Aunque haber omitido este dato lo considera un tema «menor»; aunque no es un caso en el que se hayan ocultado «ilegalidades» ni nadie, según sus explicaciones a los medios, le ha pedido su dimisión, ha insistido en que su actuación ha generado «confusión» y «malestar», y a pesar de que desde su entorno le hayan dicho que la dimisión es «excesiva», dimite porque lo considera «justo y necesario».

Una dimisión que sólo afecta a la Portavocía del partido en Cantabria, pero no al Parlamento, donde, de hecho, Félix Álvarez continua como portavoz, el mismo cargo que desempeño Rubén Gómez en el Parlamento de Cantabria la anterior legislatura.

Pero después Álvarez, que venía de ser diputado en el Congreso, y Gómez, alternaron sus papeles.

Al convocarse elecciones generales en abril, Rubén Gómez resultó elegido diputado por Cantabria, pero en la repetición electoral de noviembre perdió el escaño (en favor de VOX). Los hechos que han desencadenado la dimisión de Félix Álvarez son inmediatamente después: la contratación se hizo el lunes 18 de noviembre, ocho días después de las elecciones del 10 de noviembre.

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El contrato apareció publicado en eldiariocantabria.es  y El Diario Montañés explica este viernes que dicho contrato se alojaba en el despacho de la número 3 de Ciudadanos en el Parlamento, Marta García.

Félix Álvarez no ha querido responder si se presentará a futuros procesos internos, que se avecinarán en el mes de marzo, y ha pedido a los periodistas «pasar página» para estar «tranquilo y descansar» en Navidades, después del trámite presupuestario en el Parlamento.

Y después de dos años «duros», ha dicho, en los personal -por las dinámicas internas del partido y relaciones en los grupos humanos que ha relativizado- aunque no en lo profesional.

«Tengo fuerzas para seguir al frente», ha asegurado, «pero todos sois conscientes de lo que he tenido que aguantar personalmente y llega el momento en que uno necesita coger distancia, respirar y replantearse el futuro».

Por otro lado, ha valorado como buenas las relaciones en el grupo parlamentario.

La dimisión de Álvarez como portavoz autonómico del partido se suma a la crisis abierta en la agrupación de Santander tras la reciente disolución por parte de la dirección nacional, donde los críticos ya habían llevado el asunto de la contratación de Gómez a una Asamblea previa a la liquidación de la directiva local.

Las elecciones para la nueva Junta Directiva serán el próximo 8 de enero.

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