Aupada por la necesidad de más espacios para favorecer la distancia física dentro de las medidas para evitar la propagación del coronavirus, Santander parece estar viendo las ventajas de modelos de movilidad que prioricen a peatones o ciclistas por encima del vehículo privado.

Ha sucedido, por ejemplo, con el cierre de calzadas anunciado el sábado a raíz de las “aglomeraciones” por los primeros paseos en las medidas para aliviar el confinamiento, a los que sucedió el anuncio del equipo de Gobierno de la creación de calles 30 de tráfico calmado, a 30 kilómetros por hora.

“Esto abre la puerta a modificar las cosas en positivo, hacer de la necesidad virtud y se abre la posibilidad de dar un paso importante en la recomposición del esquema de movilidad de Santander”, subrayaba el portavoz del equipo de Gobierno, Javier Ceruti (Ciudadanos) a preguntas de los medios tras la rueda de prensa de los acuerdos de la Junta de Gobierno local.

Tras expresar sus dudas a que hubiera normativa estatal al respecto que ya lo recomendará, Ceruti ha remarcado que el debate sobre las zonas 30 era “algo que llevaba diez años” pendiente y ahora “está ahí, se ha decidido hacer y hay intención de que permanezca”.

De esto modo, a partir de ahora el debate sobre la movilidad de Santander avanzará “sobre parámetros más avanzados”, valoraba el portavoz del equipo de Gobierno y concejal de Urbanismo, tras recordar la importancia en el nuevo Plan General decidió de la movilidad urbana.

Ahora, ha añadido, se verá que “no se cae el mundo por determinadas decisiones”, como la circulación de las bicicletas por las calzadas al nivel de los vehículos, algo que, ha puntualizado, estaba previsto en planes municipales que llevaban “diez años sin ejecutarse”.

Finalmente, se ha referido a otras posibilidades de mejora, como las de las conexiones de cercanías con Santander, que con medidas adecuadas evitaría que se acudiera a la capital en el vehículo privado.

La Junta de Gobierno ha aprobado agilizar a la tramitación iniciada antes de la crisis sanitaria para instalar aparcamientos cerrados para bicicletas en la vía pública. Para ello es necesario modificar la financiación prevista inicialmente en el presupuesto de este ejercicio por importe total de 190.000 euros.