Rosa es una mujer cántabra, del valle de Cayón. Su compañero Pablo es toledano. Se dedican los dos a la pedagogía en el arte, tiene diversos proyectos y trabajan en talleres. Fueron a pasar una temporada para conocer a la familia del padre de Pablo, que es uruguaya.

Llegaron a Uruguay el 19 de febrero, y su vuelo de vuelta tenía fecha de 9 de abril, pero ahí ya llevábamos más de tres semanas de estado de alarma y empezaron las cancelaciones. Más de un mes después, Rosa nos cuenta que les desborda un poco la situación. Hoy no saben cuándo podrán regresar. Les acaban de cancelar su vuelo por quinta vez. Y el vuelo era para el 20 de junio. Hoy, 14 de mayo, se lo han cancelado para el 20 de junio.

Rosa nos ha contado cómo en marzo les llegaron noticias de lo que estaba ocurriendo en España y ya hablaron con la Embajada de la posibilidad de volver. El único vuelo que se fletó fue el 28 de marzo, pero la opción era «pagar un dineral» por el billete con Iberia para poder regresar, pero entonces su vuelo (con Air Europa para el 9 de abril) todavía no se había cancelado, así que decidieron esperar un poco y ver cómo iban pasando las cosas. Entonces, que hace cinco semanas de aquello, no tenían una urgencia muy grande por regresar a España.

El caso es que ahora sí, y su situación no es la peor de todas. Rosa nos cuenta que son más de 200 españoles esperando una repatriación, y en ese grupo hay gente que necesita su medicación, o que tiene que volver para trabajar. Gente que está en hostales y que se les ha terminado su estancia. Muchas situaciones y muy diversas, pero todas ellas complicadas.

La secuencia se repite una y otra vez. Llamadas a la aerolínea, varias horas al teléfono, consiguen una nueva fecha y cuando va a llegar el día, se cancela otra vez. Suman a eso bastantes dificultades con las compañías aéreas, que no reintegran el dinero, en algunos casos ofrecen un bono y en otros no, y que están permanentemente con cambios de política.

Llaman a la embajada y no reciben respuesta. Así que han empezado a movilizarse. Los lunes y los jueves van a protestar frente a la Embajada, que ahora sí, les está contactando para preguntarles algo que resulta bastante obvio: sí estarían interesados en volver.

Desde la embajada les han llegado a decir que se fueran a Brasil, y hay gente que lo ha hecho, pero al llegar a Sao Paulo, tampoco han podido volar a España. Y lo han intentado con distintas compañías, que ofertan y venden, pero luego cancelan.

Sólo ha podido salir de Montevideo un grupo de 20 personas, que han podido volar a Madrid en un vuelo chárter de una cooperativa agrícola de Extremadura, que había fletado el vuelo para traer a profesionales esquiladores.

Al parecer sobraban algunas plazas, en Business, a precios desorbitados, y tampoco saben con qué criterio ha llamado la Embajada a los 20 que han retornado.
Hoy es jueves, y volverán a manifestarse en Montevideo, frente a la Embajada. Además de Rosa, según nos ha contado, hay otros dos cántabros. Y más de 200 españoles atrapados en Uruguay.