Apuntes de regreso a casa en tiempos pandémicos

La poeta y activista uruguaya Marianella Ferrero nos cuenta sus problemas para regresar desde Francia a Cantabria, donde vive hace años
Tiempo de lectura: 7 min

Estoy en Francia hace dos meses y medio, no vine de paseo sino para apoyar,cuidar,acompañar. Un accidente, un atropello en un paso de peatones a un familiar muy cercano que vive aquí me trajo en easyJet desde Bilbao, pero vivo en Cantabria.

El accidente fue en Vannes, pero el domicilio de mi familia es en Brest, por lo cual tuvimos que conseguir alojamiento. Gente muy generosa –que por suerte sigue habiéndola en todas partes– nos prestó su casa mientras duró la hospitalización.

Mes y medio de cuidados intensivos e intermedios, sin poder ver a nuestro familiar por las medidas sanitarias que ya se habían establecido. Había llegado el coronavirus.

La soledad de las y los pacientes se producía con las esperadas consecuencias. En el caso de nuestro familiar salir de un coma, despertar a la vida entre extraños,fue una experiencia dolorosa y claramente ese estrés demoraba su recuperación. Ni que decir de aquellas que vivieron la muerte sin poder ser acompañadas. Tiempos de barbarie.

Todo era coronavirus, por supuesto mi billete de vuelta había sido cancelado y easyJet me ofrece un reembolso disculpándose por las demoras en la gestión del mismo, culpa del ya Covid19, con el que nos empezamos a familiarizar a una velocidad pasmosa.

Las medidas de confinamiento se habían instalado cómodamente en nuestras vidas y todo podían explicarlo: los ERTE, los colapsos en hospitales, las largas colas para comprar artículos de primera necesidad, el teletrabajo, los despidos, las cargas de trabajo en casa con el tema de cuidados en el que las mujeres llevaron la peor parte, el encierro con sus connotaciones, maltrato, angustia, ansiedades y ajo y agua, a joderse y aguantarse. Aumentaron en un 65% las llamadas al número de violencia, de las que pudieron llamar….

Caminar si tenías permiso, con horarios y distancia firmados en un papel, encontrarte con otra persona que te huye, que te teme, que toma distancia viendo el miedo en sus ojos es cosa que hay que vivirla. Menos mal que siempre habrá disidencias contestarias, versiones, como la vez que un señor francés al cruzarnos y yo sonreírle levantó el puño sonriente también y gritó – resistance –

Ciudades vacías, calles silenciosas, dudas, certezas pocas, la única posible por ahora es que nada volverá a ser como fué, cada cual es dueña de imaginar otras realidades posibles, ojalá.

Termina marzo y ya estamos en abril, ya en cuidados intermedios todo mejor y vuelvo a sacar billete esta vez por Air France, me lo vuelven a cancelar y me ofrecen un bono que puedo utilizar por un año.

Todo mientras tanto sigue ocurriendo a la velocidad de los nuevos tiempos, cierran fronteras, se van perfeccionando las medidas represivas en torno a la libertad de movimiento de las personas claro, mercancías siguen circulando, imprescindibles o no Amazon llega a todos partes.

Mascarilla mediante instalado el miedo en nuestras frágiles vidas.

Pido información sobre posibilidades de retorno gestionadas por el gobierno español y obtengo un número de whatsapp que según parece podría atender mi SOS.

Me contestan : Hola, la Dirección General de Acción Exterior del Gobierno de Cantabria, pasará sus datos a la Administración General del Estado para que realicen las gestiones oportunas. Son las Embajadas y Consulados los competentes en materia de retorno.

En paralelo me avisan de un problema de salud en mi familia de Cantabria.  Intento comunicarme de nuevo para saber si en este caso podría ser ayudada a retornar con algún certificado médico.

Me contestan : No existen posibilidades par su retorno por ahora. En caso de que su familia en Cantabria tenga dificultades puede ponerse en contacto con los Servicios Sociales.

Muy humano como ven esto del teletrabajo. Lavado de manos express, pim pam pum, muy higiénico de su parte.
Pruebo con Embajada de Uruguay en París, soy uruguaya aunque resida hace casi 20 años en España.

Muy amablemente, tengo que decirlo, la funcionaria me explica que los retornos que se están llevando a cabo son a Uruguay, con convenios entre países, pero que los gestionan los Consulados y que están teletrabajando y me facilita una dirección de mail como la vía más rápida.

Me entero inmersa en estas averiguaciones de que volvían uruguayos en un vuelo contratado que iba a Uruguay a traer esquiladores, Parece ser que cada año los traen, que no entiendo mucho todo estas cuestiones, supongo en España habrá pocos o pago y condiciones no serán aceptables por esquiladores españoles, leí se pagaba entre 0,74 y 1,014 euro por oveja esquilada, que trabajaban más de 14 horas diarias víviendo en fincas alejadas de ciudades lo que les permitía llevarse al volver a Uruguay luego de tres meses alrededor de 10.000 euros, curiosidades que comparto, eso de que las fronteras se cierran y se abren a conveniencia no es novedad.

Por cierto, poco se habla ya de los campos de personas que piden refugio, dantesco imagino allí el panorama.

Ya estamos en mayo, me avisan que Air France puso a la venta billetes para el 1 de junio, me animo y lo pillo, a los dos días cancelado, me muero de la bronca pero me ofrecen cambiarlo para el 15, mismo horario mismas condiciones, acepto a pesar del aviso que me hacen : – el vuelo puede ser cancelado nuevamente en función del COVID 19 – ya lo escriben en mayúsculas, impresiona más.

Cancelado al día siguiente, ya desisto, no pienso seguir acumulando bonos y reclamo mis reembolsos, serán gestionados a la brevedad en función de la situación de emergencia por …ya saben porque, la madre de todas las excusas. Ni idea cuando volveré a ver ese dinero.

Sigo con mi periplo, llamo también a Consulados españoles, en uno me atienden, me escuchan la historia que repito hasta que digo que soy uruguaya, ahí, no muy amablemente primero, me dicen que solo gestionan retornos de personas españolas y que yo no lo soy, nerviosa digo que mi DNI es de residente comunitaria permanente, grave error, me corrige de inmediato, usted no tiene un DNI usted tiene un NIE, documento de identificación de extranjera, pero que como quiere ayudarme me cuenta : Que si el fuera yo no miraría más vuelos, que las aerolíneas no harán viajes comerciales con facilidad por tiempo, que lo mejor era volver por tierra. Llegar a Hendaya y de ahí cruzar a pie a Irun.

Nadie podrá negarle ir a su casa mostrando su NIE en la que figura su domicilio. Sentenció. Veremos…..pensaba yo.

Actualización : easyJet me debe un billete y AirFrance tres.

Otras curiosidades, quizás producto de alienaciones, barbaridades o las tan bien conocidas especulaciones de toda la vida :

– AirFrance sigue ofertando billetes de los días en que me canceló vuelos.
– easyJet no contesta no responde
– Rayner me envía por correo ofertas para mis vacaciones de verano 2021, si compro congelo precio, 39.90 euros destinos : París,Roma, Milán, Berlín y más….

En realidad está situación que relato no es más que una brevísima historia de tantas que estarán ocurriendo, seguro mucho más terribles y complejas.

El retorno si este confinamiento obligado nos pilló lejos de casa, es solo uno de los problema del que fuimos rehenes, hemos sido muchas cosas más atrapadas contra nuestra voluntad en esta tela de araña improvisada que los estados han tenido que tejer en colaboración con el capital que ve peligrar su normalidad desarrollista.

No tenemos ni la más palida idea de los absurdos, los maltratos, los abusos, conciliar desde la incertidumbre, desde la miseria, desde un aislamiento que puso en Jake nuestra salud física y mental.

No subestimo, pero tampoco sobredimensiono, o en todo caso antes de decir Quédate en casa, así, sin más preámbulo, deberíamos reflexionar todo su significado, también el simbólico y las consecuencias, privilegio, de los pocos que nos quedan, reflexionar, resignificar la palàbra casa, nuestra casa la que todas conocemos, es nuestro territorio más preciado, nuestra cuerpa, poder sentirlo seguro, cuidado, protegido y amado es prioridad en las comunidades.

Las comunidades son esa casa común que alberga sueños, pero todas tenemos derecho a esa casa-mundo confortable que nos permita ser y estar con quién queremos, cuando queremos cuidadas y sin restricciones.

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1 Comentario

  • Lidia Angeriz
    22 de mayo de 2020

    Muy bueno e interesante relato, a propósito sin saber el final aún!!
    A seguir escribiendo!!

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