Pasaje Seguro denuncia la irresponsable e inhumana actuación del Gobierno de España en la gestión de la llegada de personas migrantes a Canarias en las últimas semanas

Para el grupo ciudadano, las imágenes vergonzosas del muelle de Arguineguín, las de seres humanos desatendidos tras haberse jugado la vida en el Atlántico, expresan inacción, incompetencia e irresponsabilidad, y muestran una clara complicidad con las políticas criminales de cierre de fronteras y fomento del tráfico de personas propias de la Unión Europea (UE).

En definitiva, «todo lo contrario de lo que debería hacer un presunto gobierno progresista, todo lo contrario de lo que figura en su programa electoral».

«No hay justificación alguna que explique que varios miles de personas no puedan ser recibidos, alojados, atendidos por los servicios sociales, para posteriormente tramitar las posibles solicitudes de asilo, y trasladar a la mayor parte a la península. No hay justificación para que los recursos públicos realmente existentes, como terrenos y edificios públicos sin uso, o instalaciones turísticas vacías no se utilicen para acoger debidamente a las personas, incumpliendo toda la legalidad nacional e internacional que obliga al Gobierno de España», aseveran.

Para Pasaje Seguro, «la única explicación a este espectáculo bochornoso es la de dejar pudrirse el tema, con la esperanza de que las presiones a los países de donde salen los cayucos reduzca el flujo de llegadas. Esa es la política migratoria real de la UE, reducir a los migrantes a mercancía de contrabando; convertir a los que acaban llegando en seres humanos sin derechos, en mano de obra barata; promover el desasosiego de la población europea a la que se insta a confundir el maltrato a las personas que llegan a las fronteras de la UE con falsas avalanchas humanas».

Y advierten de que esa es la política migratoria de la que se alimentan las ultraderechas europeas, lamentablemente también aquí en España.

«No es posible seguir tolerando situaciones como estas, mucho menos cuando su gestión y solución son perfectamente posibles para nuestras administraciones públicas, ya que de ninguna manera nos encontramos ante una crisis migratoria. Nos encontramos ante una flagrante mala gestión derivada de una evidente mala voluntad política», añaden.

Por eso, exigen al Gobierno que, «sin tardar ni excusas», organice la acogida fluida de las personas migrantes, con las debidas atención sanitaria, apoyo psicosocial, y asistencia letrada; garantice el acceso al procedimiento de asilo a quien lo solicite a llegada, y acabe con las deportaciones sin causa ni procedimiento legal alguno; implemente una estructura estable de acogida con instalaciones públicas y plazas hoteleras sin uso, reforzando y mejorando la actual; reactive los traslados a la Península de manera periódica y sistematizada, distribuyendo a las personas migrantes por todo el país; y facilite y promueva la solidaridad territorial, poniendo en marcha un plan de acogida de las personas migrantes entre todas las Comunidades autónomas.