«No deberíamos acostumbrarnos a la desigualdad y a la injusticia social»
Estamos concluyendo un año muy complicado, y en Nueva Vida dan fe de ello. «El año que más trabajo hemos tenido» dice Julio David García, gerente de la Asociación. Este año han sido 140 personas trabajando, «cuando lo normal eran 80», cuenta en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
Esta ONG acaba de abrir una nueva campaña que se llama ‘Nadie sin hogar’ que tiene el objetivo de recaudar 10.000 euros hasta final de enero para ayudar a sacar de la calle a personas que no tienen un techo bajo el que vivir, basándose en el modelo ‘Housing first’, que se ha probado con éxito en países europeos y también en Norteamérica.
350 personas sin hogar es la cifra que han recabado. Son conscientes de que no tienen medios para ayudarlas a todas, pero hace mucho tiempo que siguen esta problemática y esta es la forma en la que han decidido actuar. Durante el primero «vamos a dar solución habitacional a 24 personas». Y además, otras 20, «aunque esperamos que sean más», podrán tener acceso a atención psicológica o a actividades formativas.
La idea es poder dar una atención integral para que esas personas puedan tener un camino a seguir en el que mejorar su situación. Esa experiencia de ‘Housing first’ ha logrado que el 80% de las personas a las que se ha ayudado no tengan que volver a la calle. Para poder donar, es preciso acceder a este enlace.
«En Navidad hacemos un llamado a quienes creen que hay que trabajar contra la injusticia social». Además dan la posibiliudad d ondar a título personas o hacerlo en nombre de una persona que quizá desea hacerlo, pero no se en estos momento en unas circunstancias óptimas para hacerlo, o incluso puede servir como regalo.
Son múltiples las actividades de esta ONG. Por ejemplo, García nos cuenta que «acabamos de abrir un centro en Euskadi para la trata de personas», con la intención de poder atender a personas y darles un «nuevo paradigma en su vida». Volver a un camino más transitable, alejado de violencias y tratando de recuperar el control de su propia vida.
También son una asociación muy pendiente de las personas que solicitan refugio o acogida. «Está bajando el número de solicitudes de refugio, pero sigue habiendo cola de personas», por lo que, cada vez que se queda libre una plaza, en el miso día se la adjudican a alguien. Durante la primera ola de la pandemia tomaron un papel protagonista para lograr que el Obispado acogiera a migrantes albaneses en el monasterio de Soto Iruz.
;La pandemia afecta también la actividad de Nueva Vida, como el no poder acudir a asistir a presos tan a menudo como les gustaría, pero eso no les impide seguir pensando en proyectos para 2021. Recuerda García que ellos tratan con un «escalón muy marginal de la sociedad». Y recuerda que la situaciones complicadas son, muchas, previas a esta situación. Cree que en 2021 «no se va a revertir la situación previa a la pandemia». Otro de los aspectos que les preocupa es el sanitario, pensando en personas que no tienen situación legal y no constan en los ficheros de Sanidad. «Nos parece importante estar pendientes de personas que no tienen médico asignado», señala.
Aunque les llega un «mensaje positivo desde la administración», pide más recursos para que los colectivos que peor lo pasan no queden olvidados. Recuerda que «este sistema crea mucha desigualdad» y llama la atención sobre el hecho de que «no deberíamos acostumbrarnos a la desigualdad y a la injusticia social», concluye.