Si para algo han servido las críticas sobre el estado de los animales en el minizoo de La Magdalena es para que afloren las carencias de unas instalaciones diseñadas en origen para otros animales, como leones terrestres, y para que el equipo de Gobierno se haya decidido a acometer una serie de reformas y obras de mantenimiento.

Este era precisamente un cometido al que apenas se había destinado financiación en los últimos años, toda vez que lo presupuestado iba en su inmensa mayoría a gastos de personal o alimentación de las especies.

El minizoo de La Magdalena cuesta medio millón de euros al año

Y así, como recoge uno de los informes que maneja el grupo de expertos, al que ha tenido acceso EL FARADIO, en los últimos meses se han realizado trabajos como la redistribución de arenas (que resta profundidad a las piscinas, y, por tanto, capacidad de movimiento a los animales), la creación de un espacio con fines de atención sanitaria, los análisis químicos o la mejora de las rampas en las que se acumulaba verdín.

Lo que no parece una opción que esté sobre la mesa es el cierre de las instalaciones, como apuntaba el experto más crítico, David Perpiñán, de la Fundación Franz Webber, que ha abandonado el grupo de expertos precisamente denunciado la existencia de una opinión “prefijada” sobre las instalaciones.

De hecho, el informe en cuestión, de un veterinario, se titula “Proyecto para adecuar el zoológico de la Magdalena a los requisitos de un zoológico del siglo XXI”, y otro de los informes, el de la asociación Zoological, enumera incumplimientos de la legislación, pero como cuestiones para resolver de cara al futuro.

DE LEONES TERRESTRES A LEONES MARINOS

El informe repaso el estado de las instalaciones para concluir que hay partes que se adaptaron escasamente de los usos iniciales de animales terrestres a marinos, o que la cercanía al mar tiene el efecto de entrada de arena.

En la instalación de los leones marinos, esta se diseñó inicialmente para leones africanos, y fue no hace tanto, en 2017, tras mucho tiempo sin uso definido, cuando se decidió que pasara de leones terrestres a marinos, tras una serie de obras.

Tras tres años de funcionamiento, se ha detectado la necesidad de aumentar el diámetro de la tubería y hacer otros cambios para que la corriente impida la acumulación de lodos en el fondo de la piscina y favorecer la renovación del agua, obras que realiza el personal del zoo. Se recomienda la eliminación de dos arbustos.

Respecto al área de los pingüinos, ahí ya se ha redistribuido la arena para mejorar el espacio, por lo que no se considera necesaria ninguna actuación más.

En la parte de las focas grises, se llama la atención sobre su “problema fundamental”, que es la proximidad al borde del acantilado y una de sus consecuencias, que durante los temporales las olas rompen sobre la piscina, produciendo grandes aportes de agua y arena. Esta luego queda en suspensión sobre el agua, lo que le hace presentar una tonalidad marrón. Por tanto, se considera “imprescindible” retirar esa parte de arena para que, además, se tenga la profundidad mínima necesaria para la actividad de las focas.

Aquí se recomienda también separar una de las vallas, que se ve incluso “peligrosa” para los operarios, así como eliminar algunas de los vegetales para sustituirlos por árboles propios de la zona costera de Cantabria.

En la instalación de leones marinos también se produce el problema de la acumulación de arena procedente del mar, de modo que “el principal problema” es que hay momentos del año en que se puede quedar “sin profundidad suficiente”. Se constata la existencia de una valla de cierre de la rampa a la que no se ve “sentido”, pues era de cuando en ese espacio estaban los osos polares.

LAS BOMBAS DE AGUA

En general, uno de los puntos “críticos” es el aporte de agua del mar, toda vez que todas las especies que hay son marinas. En principio que sea agua de mar no es malo, y produce un enriquecimiento ambiental para las especies.

Sin embargo, debido al uso continuo de las bombas y al poco mantenimiento, sólo hay operativas dos bombas, que se están descolgando de su asiento, perdiendo potencia. Además, hay una fuga de agua en la unión con las tuberías.

Se pide que se arregle para que se pueda disponer de tres bombas de agua, lo que serviría para renovar el agua de las piscinas y favorecer, al eliminar la arena que entrara, la movilidad de los animales. Junto a esas mejoras, hace falta, por Ley, un programa de mantenimiento.

EL INFORME PLANTEA SUMAR MÁS ESPECIES

Los animales son “bastante viejos”, con más de diez años (algún león marino tiene 20), por lo que se plantea incorporar nuevos animales (se considera, remitiéndose a estándares de la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios) que podría llegarse a 40 focas grises o 13 leones marinos, a través de acuerdos con otros zoos.
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CONVENIO CON EL GOBIERNO PARA UN CENTRO DE RECUPERACIÓN

El informe apunta a las instalaciones como el “punto fuerte”, por espacio y agua salada, y al “gran déficit” de Cantabria de instalaciones para el cuidado y recuperación de mamíferos marinos salvajes, por lo que se aconseja promover un convenio con el Gobierno de Cantabria para que el minizoo se ponga a disposición para la recuperación de los mamíferos marinos que aparecen en la costa dela comunidad.

Respecto al programa de investigación, necesario también por ley, el informe recuerda al Ayuntamiento su convenio con el Museo Marítimo del Cantábrico, y la colaboración con al UC en un proyecto sobre pingüinos.

Y en la parte educativa, con información “limitada”, sugieren mejorasen carteles, proyecciones, charlas a grupos o colegios, colaboración con organizaciones o instituciones ambientales (SEO, MARE, CENTINELAS…) en acciones conjuntas de concienciación.