Por el lado del sindicato, el balance de Carlos Sánchez es «muy positivo en cuanto a los resultados de la organización». Se refiere a la representatividad del sindicato lograda en las elecciones de las organizaciones que defienden los intereses de los trabajadores, de la que dice que «nunca hemos tenido tanta». Pero también a la afiliación, donde explica que han tenido «incrementos importantes».

Sánchez tiene bastante claro que «los derechos de los trabajadores son importantes siempre». Su mandato comenzó cuando todavía eran muy duros los efectos de la crisis financiera de 2008, y termina en un momento en que la pandemia parece empezar a menguar y se abren más puertas para la recuperación.

Explica que su trabajo al frente de CCOO ha consistido en «amortiguar efectos de las crisis en los derechos laborales» para que no se perdiera algo tan valioso como la estabilidad de los trabajadores y su nivel adquisitivo.

Como recomendación en situaciones como la que estamos viviendo, cree que «para salir de las crisis, hay que intentar no esperar a los buenos datos», sino trabajar desde el principio de un momento difícil para poder debilitar lo menos posible a las familias que dependen de uno o dos salarios. Es lo que responde en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Sánchez se queja de que, en muchas ocasiones, las ayudas que se dan para sortear una crisis económica no se destinan a políticas productivas que fomenten una economía más competitiva y que eso redunde en unos salarios mejores para los trabajadores.

«La disputa por repartir en periodos de crecimiento es fundamental», sostiene. Si en momentos de bonanza se apuesta por una redistribución real, en momentos de crisis la población estará equipada con mejores recursos para aguantar un golpe coyuntural e inesperado.

Respecto a los empresarios, deja claro que la mayoría se comporta de una manera correcta. Para Sánchez la ética empresarial es algo de bastante importancia, y señala que «hay muy poca piratería, pero haberla hayla en el ámbito empresarial. Son pocos los piratas, pero tan piratas, que parece que lo son todos los empresarios».