Consignas feministas y voces contra la guerra comparten espacio en la manifestación del 8M en Santander
Las Asambleas Feministas de Cantabria han salido este 8M a las calles «porque no debemos tolerar que se nos silencia: porque tenemos comprobado que en los momentos de crisis nuestros derechos se ponen en tela de juicio, retroceden o se obvian: porque el patriarcado está en todos lados y a nosotras nos toca denunciarlo y combatirlo».
Desde la Comisión 8 de marzo de Cantabria también este martes salen a las calles anteponiendo su postura contraria a la guerra ante otras demandas: «las guerras las deciden quienes luego no van a combatir: Hombres y mujeres, los que se verán abocados a luchar, a resistir, a morir, a perder seres queridos, a ver como toda su vida se desmorona, a convertirse en personas refugiadas…. Y las mujeres ucranianas volverán a ser las responsables de sostener la vida y los cuidados al tiempo que ven morir a hijas e hijos: el mayor de los dolores».
Las Asambleas Feministas de Cantabria también apelan en su manifiesto a un mundo sin guerras, «convencidas de que las violencias no solucionan nada, de eso sabemos mucho. Por eso decimos ¡No a la invasión de Ucrania!».
Recuerdan además que estos dos últimos años «pueden marcar a fuego algunos retrocesos en los derechos de las mujeres. Hablan de más pobreza, menos recursos públicos, más vulnerabilidad frente a otras prioridades y las crisis ecológica y energética «como presente y futuro que añadirán, aun más precariedad a nuestras vidas».
DESIGUALDADES
Insisten en su manifiesto que las mujeres son el 39% de la fuerza de trabajo productivo, el 59% de las personas que han perdido su trabajo durante la pandemia. También hablan de la brecha de género en los salarios, la mayor en 13 años superando el 18% y el 30% en pensiones. Añaden los trabajos de la economía sumergida, sin contratos y no olvidan la inaccesibilidad al empleo de diversidades de género, gitanas o diversidades funcionales.
La portavoz de la Comisión 8 de Marzo también se muestra reivindicativa, aunque cree que hay otras cosas dignas de celebración, como la ley de la reforma laboral, la revalorización de las pensiones, la ley de eutanasia, la mayor protección a las mujeres, hijos e hijas contra la violencia machista, el proyecto de Ley de Libertad Sexual basada en el consentimiento expreso y no en el silencio aterrado o en el estado inconsciente, el proyecto de reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción voluntaria del embarazo….
Pero desde la Comisión siguen reivindicando derechos contra la desigualdad económica y la brecha salarial. Piden además políticas públicas y todas las ayudas posibles contra la pobreza, la desigualdad, las violencias machistas, para la reparación de las víctimas y sus hijos e hijas igualmente víctimas, contra la trata de mujeres y niñas, para fomentar la conciliación y la corresponsabilidad familiar de mujeres y hombres en los cuidados.
En el manifiesto publicado con motivo del 8M, las Asambleas Feministas de Cantabria hablan también de las mujeres asesinadas «ni una menos, vivas nos queremos!!» Ese es su grito.
Y añaden a las que trabajan sin contratos o sin derechos, las que sufren condiciones de explotación laboral, las empleadas de conserveras, que han parado para exigir menores condiciones, las kellys, las empleadas del calzado que trabajan a destajo en Elche…
Aseguran que seguirán luchando por la derogación de la «racista Ley de extranjería que tanto temor y dolor causa a las mujeres migrantes». seguirán gritando junto a las presas (muchas, según explican, encerradas por delitos de supervivencia) y «es urgente seguir gritando por nosotras, las que percibimos pensiones o prestaciones injustas, que rozan el umbral de la pobreza».
En el manifiesto explican que quieren destruir «un sistema que normaliza las violencias que sufrimos las mujeres y diversidades de género, violencias contra nuestros cuerpos, pero también contra nuestras mentes diversas. Violencias machistas, pero también las violencias que produce la alianza patriarcado-capital hacia las trabajadoras, hacia las pobres, hacia las personas racializadas, hacia las niñas, niños, niñes y hacia las personas mayores».
Desde la Comisión 8 de marzo aprovechan este día para recordar que «necesitamos educación sexual desde la infancia y la adolescencia, un claro apoyo a la maternidad deseada, visibilizar y prevenir la violencia obstétrica, blindar los derechos sexuales y reproductivos, acceso universal a los métodos anticonceptivos, derecho efectivo en la sanidad pública a la interrupción voluntaria del embarazo, también para las mujeres migrantes, medidas contra el acoso a las clínicas concertadas que lo practican y a las mujeres que eligen interrumpir sus embarazos, apoyo que se promueve desde organizaciones políticas y religiosas extremistas».
CONCERTINAS
Las Asambleas Feministas no se olvidan de la colocación de concertinas en el puerto de Santander, pidiendo su retirada ya «que solo pueden causar sangre y dolor».
Y, en cuanto a lo que quieren construir, hablan de «un desarrollo de derechos sociales, económicos y políticos para todas, con perspectiva de género y participación feminista; un sindicalismo feminista, antirracista, gitanista; una sanidad universal, gratuita y con perspectiva de género; una educación no sexista, diversa y feminista; soberanía sobre nuestros cuerpos; servicios 100% públicos; ciudades y pueblos accesibles, amables y feministas».
Y se despiden en su manifiesto recordando que el 8 de marzo no es un evento, es un proceso «por las que fueron, por las que somos y por las que algún día serán…¡Aquí estamos las feministas! ¡Somos imparables, siempre necesarias!», concluyen.
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