La Federación DEAN (Defensa Animal Cantabria) se ha personado como acusación popular en el caso de un presunto delito de maltrato animal cometido en una nave en la localidad de Tagle, en Suances (Cantabria). En el interior de la nave localizaron 18 perros muertos, muy posiblemente por falta de alimentos y abandono. Además, dentro de bolsas o semienterrados, se hallaron más restos de perros, pudiendo haber hasta 11 cadáveres, si bien no se puede concretar la cantidad por el avanzado estado de descomposición. Sólo lograron salvar a un perro, que se encontraba en muy malas condiciones, pero aún vivo. Dos hombres de 29 y 25 años fueron detenidos en ese momento como presuntos autores de un delito de maltrato animal.

Las diligencias por este presunto caso de maltrato animal se instruyen en el Juzgado de Instrucción Nº1 de Torrelavega, donde ya han comenzado los interrogatorios de los investigados.

La custodia provisional de la única superviviente ha sido otorgada por dicho juzgado a la Federación Dean, que se ocupará de sus cuidados y atención a la espera de la decisión judicial.

Según Victoria Cedrún, presidenta de Dean, «estamos aún conmocionadas por los hechos, no llegamos a entender cómo se puede llegar a hacer semejante barbaridad con unos animales indefensos sometiéndolos a tales condiciones de crueldad y sufrimiento”.

“Por este motivo, hemos decidido personarnos como acusación popular y trabajaremos junto a nuestro abogado sin descanso para conseguir una condena ejemplarizante y que un caso tan atroz de maltrato animal, donde han muerto muchos animales inocentes, no quede impune”, señala Cedrún.

“Afortunadamente la sociedad actualmente ya no tolera estos comportamientos que repugnan a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad y, además, demanda una reforma legislativa que castigue como se merecen estos crímenes carentes de justificación alguna”, manifiesta Lope Crespo de Lara, abogado que estará al frente de este proceso junto a Dean.

Desde la Federación han puesto en marcha un crowfunding (https://www.migranodearena.org/reto/proceso-judicial-por-la-muerte-de-29-perros-en-cantabria#.YkrDUspif0E.link) que les permita recaudar los fondos necesarios para hacer frente a los gastos del proceso judicial y de rehabilitación psicológica de la superviviente que tutelan, que será larga a consecuencia del confinamiento y hacinamiento al que ha sido sometida y al trauma de ver morir en condiciones agónicas a sus compañeros.

Solicitan ayuda, por pequeña que sea, porque ello “nos permitirá saber que contamos con el apoyo suficiente para no tolerar este tipo de casos de maltrato tan deleznables, y poder reclamar justicia, no sólo en este caso, sino en cualquier caso de maltrato que ocurra en Cantabria”.

“Este tipo de hechos pone de relieve, una vez más, la importancia de que se apruebe cuanto antes la nueva Ley de Protección y Derechos de los Animales y que la misma no deje fuera a los perros de caza y que es igual de importante que se apruebe, cuanto antes, la modificación del Código Penal para que las penas por maltrato animal sean adecuadas a la gravedad de los hechos y se traduzcan en el ingreso efectivo en prisión para los supuestos más graves”, sentencian desde Dean.

Recuerdan que el maltrato animal es un delito tipificado en el código penal, regulado en el art. 337.1, y grabado en el caso de muerte en el art. 337.3 y que desgraciadamente, este tipo de casos se dan mucho más a menudo de lo que la gente piensa.

Además, apuntan que la Ley de Protección de los Animales de Cantabria data de 1992, y que llevamos varios años con nuevo borrador sin que el consejero del área, Guillermo Blanco, haya hecho el más mínimo esfuerzo por aprobarlo y avanzar en este terreno.

“La inacción, la falta de inspecciones y controles por parte de la Administración y que no se persigan con la debida contundencia, tienen la culpa de que este tipo de casos se sigan repitiendo”, concluyen.

EL SEPRONA, CLAVE EN EL PROCESO

Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Cantabria, a mediados de mes, recabó información sobre la posible existencia de una nave en la citada localidad donde se criarían perros, que en ese momento podrían estar abandonados, en mal estado y sin alimentos.

Agentes del Seprona se trasladaron a la nave, que tenía las puertas cerradas, sin que se escucharan ladridos ni otros ruidos. Tras inspeccionar el perímetro, localizaron en la parcela un agujero con restos de, al menos un perro en avanzado estado de descomposición, por lo que sospecharon que podía tratarse de un grave caso de abandono de animales.

Por este motivo, intentaron ver el interior de la nave, localizando finalmente una ventana parcialmente abierta a través de la que comprobaron que el recinto estaba dividido en perreras y que había un importante número de perros aparentemente muertos, salvo uno que aún se movía.

Se realizaron gestiones encaminadas a intentar localizar al responsable de la instalación, pero no se consiguió que se personara en el lugar, por lo que los guardias civiles forzaron una de las puertas de acceso, al entender que corría grave peligro la vida del perro que permanecía vivo e ignorando con certeza el estado de los demás.

En ese momento ya se encontraba en el lugar una veterinaria del Gobierno de Cantabria, avisada por los agentes. El animal finalmente fue atendido y trasladado al Centro Canino Besaya, donde se hicieron cargo de su cuidado y mantenimiento, pasando el mismo a disposición de la autoridad judicial.