API, RUCECAN, LA ENCINA y la “UTE diabólica” se repartieron las zonas del contrato de las cunetas

Las empresas jugaron con las bajas y las renuncias para conseguir que cada una se llevara uno de los lotes en que se había dividido el contrato por territorios
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A veces repartirse las obras era un poco jugar al estratego sobre un mapa de Cantabria porque implicaba de algún modo repartirse zonas, o, en argot administrativo, lotes, en que se distribuyen las obras por criterios geográficos.

Es lo que sucedió, por ejemplo, con el contrato de las cunetas, según recogen las grabaciones entre Miguel Ángel Díez, el funcionario detenido e investigado por las adjudicaciones realizadas en base a sus informes a empresas, fundamentalmente, RUCECAN, LA ENCINA y API MOVILIDAD, en las que los investigadores han detectado sistemas de pagos a través de la ficticia copistería/inmobiliaria familiar o la contratación de su esposa en LA ENCINA.

En concreto, el contrato se denominaba ‘Mantenimiento, conservación y limpieza de cunetas y cauces de desagüe del agua pluvial de escorrentía en diversas carreteras’, por un importe de 6,1 millones y un plazo de ejecución de 4 años, en procedimiento abierto, y las zonas en las que se dividía eran centro, occidental, oriental y sur. Estaba planteado de forma que ninguna empresa se llevara más de un lote.

En las conversaciones recogidas en el sumario, que viene contando EL FARADIO, el funcionario, jefe de Servicio de Carreteras en la Consejería de Obras Públicas, y José Luis de API MOVILIDAD tratan de dilucidar cuál era la zona de ese contrato que preferían, algo de lo que ya venían hablando.

El debate estaba entre la zona oriental o la sur, por la que pareció inclinarse al final API para elegir, si bien le preguntó a Miguel Ángel Díez si ese cambio le iba “mal”, “a ver si le van a estar haciendo una faena”.

El jefe  de Servicio de Carreteras le tranquilizó, explicando además que es “mejor y más fácil” la zona oriental, ya que el sur con las montañas en invierno es más inaccesible.

Y avanza que “ya lo tiene repartido”: José (La Encina-Cannor) se quedaría con la zona centro y lo que él llama la “UTE diabólica”, con la sur, algo de lo que además estaban enterados algunos de los demás aspirantes.

Es algo que habla más tarde con Elías de RUCECAN, quien le pregunta al funcionario si con esa decisión los de API le han “jodido” (al funcionario, no a él), a lo que este responde que no, que ha quedado “a gatillo”.

Las preocupaciones de RUCECAN se extienden también a que API hubiera perdido la zona occidental en otro contrato, el de actuaciones urbanas, además de desprenderse temor a que a RUCECAN los de API le dejen “tirado” después de haber tirado él “mucho” de ellos (en ocasiones, cuando una empresa ganaba una licitación, contrataba servicios con alguna de las otras aspirantes).

En la conversación, Miguel Ángel da instrucciones a RUCECAN tras producirse la mesa (de contratación) del contrato de las cunetas: “Ahora os van a volver a decir que cuál quieres, si el lote 2 o el lote 4”, a lo que Elías le avanza que responderán que el 2 “lógicamente”.

El funcionario le advierte que la pregunta se la podrían trasladar al revés, en negativo, las que descartan, y le insiste tanto en que avise a su hermano como a la oficina y también en que “no la cagues” en la respuesta, “sobre todo” teniendo en cuenta lo sucedido con otro contrato anterior, el de las actuaciones urbanas.

En la lista de licitadores aparecieron siete empresas: API, LA ENCINA, RUCECAN, MANTENIMIENTO DE INFRAESTRUCTURAS, SENOR, TAMISA, EXCAVACIONES ANÍBAL y la UTE (Unión Temporal de Empresas, fórmula habitualmente creada para que varias empresas aspiren a un proyecto concreto) Conservación Cunetas y Cauces Cantabria.

El reparto de los lotes fue experimentando cambios en base al juego de bajas o renuncias desde el momento inicial:

API presentó baja temeraria a los lotes 1 y 2, y fue excluida, por lo que se adjudicó estos lotes a RUCECAN.

Pero a su vez API presentó las mejores ofertas a los lotes 3 y 4.

Y luego RUCECAN y API renunciaron cada una a los lotes que se les había adjudicado, de forma que cada lote pasó a la siguiente empresa en la clasificación.

De esto modo, el lote 1 fue para La Encina, y RUCECAN podía elegir entre el 2 y el 4. Renunció al 4, con lo que se quedó con el 2.

Y el 4 quedó para UTE CONSERVACIÓN CUNETAS Y CAUCES CARRETERAS CANTABRIA, que parece encajar, al ser la única UTE en este proceso, con lo que el funcionario había llamado la “UTE diabólica”.

Así evolucionaron las adjudicaciones:

En un momento de las conversaciones, Miguel Ángel Díez traslada a su interlocutor que se han ido fijando las mesas y que en cuanto las empresas tienen que ir renunciando. El procedimiento, concluyó, «va bien».

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