Un grupo de activistas cántabros participaron el pasado viernes en una acción de protesta contra Carrefour, ante la colaboración de la multinacional francesa con Israel, ante los bombardeos y ataques indiscriminados a población civil en la franja de Gaza.

La protesta, que jugó con el factor sorpresa, se produjo ante el supermercado de la cadena en pleno centro de Santander, en Jesús del Monasterio (al lado del antiguo Champion o Simago).

Con pancartas y coreando lemas, los participantes llamaron a no comprar en el establecimiento, dentro de una campaña global de boicot, impulsada desde el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones; BNC, por sus siglas en inglés).

EL PAPEL DE ELECTRA

Según señala este colectivo, Carrefour participa en “crímenes de guerra cometidos por el régimen israelí de ocupación, colonialismo y apartheid sobre el pueblo palestino”, citando al respecto el acuerdo de franquicia en Israel con Electra Consumer Products y su filial Yenot Bitan, “ambas activas en el establecimiento de colonias ilegales israelíes”, es decir, el sistema de “apropiaciones ilegales de tierras” palestinas por parte de Israel.

“Esta decisión convierte a Carrefour en cómplice de los crímenes de guerra cometidos por el régimen israelí de ocupación, colonialismo y apartheid sobre todo el pueblo palestino”, advierten.

En noviembre de 2022, un informe firmado conjuntamente por siete importantes organizaciones de la sociedad civil reveló al mundo la complicidad del Grupo Carrefour en los crímenes cometidos por el régimen de opresión de Israel contra el pueblo palestino.

Según este informe, tanto Electra Consumer Products como su «empresa hermana» Electra Group son propiedad del holding internacional Elco Ldt, con sede en Israel.

Electra Consumer Products y sus diversas filiales y marcas, incluida Yenot Bitan (una cadena de supermercados israelí), participan directamente en varios proyectos que fomentan el establecimiento de colonias ilegales en Israel.

Electra Group, que figura en la base de datos de la ONU de empresas implicadas en el establecimiento de colonias ilegales en Israel, opera en los sectores inmobiliario, de desarrollo de infraestructuras y de gestión de instalaciones e infraestructuras electromecánicas.

EL PAPEL DE LAS EMPRESAS

Tal y como apuntan, “Israel sólo puede mantener su régimen de colonialismo y apartheid sobre Palestina a través del apoyo de gobiernos, empresas e instituciones” y, además, “las empresas están legalmente obligadas a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, por lo que instan a Carrefour a poner fin a su acuerdo de franquicia con Electra Consumer Products y su filial Yenot Bitant, y a poner fin a todas las ventas de productos procedentes de colonias israelíes ilegales en los miles de supermercados y tiendas que administra en todo el mundo.

“Al mantener los asentamientos ilegales de Israel y beneficiarse de sus negocios con ellos, Carrefour es responsable —y posiblemente legalmente responsable— de ayudar, contribuir o beneficiarse de crímenes de guerra y del apartheid, un crimen contra la humanidad”, alertan desde la campaña, que recuerda que en su momento el Grupo Carrefour decidió retirar los productos rusos de sus tiendas como forma de protesta a las pocas semanas de la invasión rusa de Ucrania.