Prórrogas fuera del contrato que permiten mantener un servicio municipal sin competir con otras, sobrecostes que se producen incluso antes de la adjudicación, modificaciones presupuestarias,  desistimientos y nuevas licitaciones, plazos que se acaban, cálculos erróneos desde el Ayuntamiento … el contrato de mantenimiento de los viales de Santander se ha convertido en un compendio de prácticamente todo lo que puede salir mal en una adjudicación pública.

Los viales de Santander, un servicio esencial gestionado desde la excepcionalidad

La semana pasada, la Comisión de Economía del Ayuntamiento, previa a la celebración del Pleno, aprobaba una partida de  593.500 euros para la mejora del contrato de conservación, reforma y vías públicas.

Y previamente lo que se había conocido, tal y como avanzó EL FARADIO,  el Ayuntamiento desistió del concurso que acaba de convocar para adjudicar este servicio.

Anulado el nuevo concurso de asfaltado de los viales en Santander

Lo hizo alegando que no se reflejaban de forma adecuada subidas de costes que se habían dado en el sector, como los salariales por el nuevo convenio o los incrementos de precios de los materiales –situación que se ha producido de manera más intensa en especial a raíz de la guerra de Ucrania y la repercusión en los costes energéticos, que ha llevado al sector a presupuestos cambiantes cada pocas semanas, en una tendencia que el Ayuntamiento pareció desconocer cuando realizó la primera licitación-

Esa licitación, es decir, el proceso por el que se saca un servicio a concurso para que opten varias empresas, por cierto, se sacó una semana después de admitir problemas burocráticos  que impedían sacar adelante ese concurso desde el propio Consistorio.

El Ayuntamiento de Santander desatasca el contrato de conservación de viales una semana después de prorrogárselo a COPSESA

Esos problemas para sacar el concurso llevaron a que se caducara no sólo el anterior concurso sino las dos prórrogas previstas en el contrato.

Y también a que, ante la condición de servicio esencial que no puede dejar de prestarse, se prorrogara, fuera ya de contrato, a la anterior adjudicataria, COPSESA, que mantiene así el servicio sin competir con otras empresas y por el tiempo que tarde en adjudicarse de nuevo en un proceso que se ha alargado más toda vez que se desistió y volvió a convocarse.

Todos estos vaivenes han tenido consecuencias presupuestarias: ya en la segunda intenta de convocar el contrato, que se va ahora a los 12 millones de euros en cuatro años –frente a los  7,2 en que se había calculado hace apenas dos meses— se acordó también autorizar un gasto de un millón de euros para la parte proporcional del 1 de septiembre al 31 de diciembre de este 2024.

EL MÉTODO COPSESA: CONTRA LA COMPETENCIA Y CON AHORROS A LA EMPRESA

En el pasado Pleno, el portavoz socialista Daniel Fernández, advirtió de que se llevaba ya un año fuera de contrato y que tras terminarse las prórrogas, la empresa –de la que recordó la relación con el exalcalde del PP de Ramales de la Victoria-, presta ese servicio  “por tiempo indefinido” porque al considerarse un servicio esencial no puede dejar de prestarse aunque no esté convocado el concurso.

Para Fernández,  con esta situación, sin contrato para prestar el servicio pero sin concurso resuelto,  lo que hay es “una alteración de los principios de contratación pública” que sirve de “regalo de la actual empresa prestataria”, COPSESA.

Fernández apuntó que el informe de necesidad está firmado en febrero de 2023, hace 15 meses, mientras que el nuevo concurso no se activó hasta hace poco, y por el mismo precio que hace seis años. “¿Qué pasa, que no sabían que han subido los precios?”, inquiría, aludiendo a que esos incrementos de costes laborales o de materiales son el motivo que se ha esgrimido para desistir del contrato y sumarle más importe (un 36% más) hasta los 12 millones de euros de la nueva licitación.  Todo esto, añadió, firmado por el jefe de Servicio de Vialidad, de quien recordó su condición de “compañero de facultad” del anterior concejal de Fomento, César Díaz –actual presidente del Puerto–, y que entró en esa plaza gracias a la parte subjetiva del proceso de selección, “cuando en la parte objetiva había sido el último”.

Es, resumió, lo que llama “el método COPSESA”, que hace que un contrato de 4 años pase a 6, y que se suma al ahorro para la empresa que supone el hecho de que además de que al margen de este contrato de mantenimiento de los viales se estén adjudicando otras obras de asfaltado de viales y barrios fuera del servicio.