Establecerse como un pequeño medio de comunicación, en formato cooperativa y hablar sobre clima ha sido uno de los mayores retos de Eduardo Robaina, coordinador de ‘Climática’, que esta semana está de celebración tras 5 años desde que decidieron crear la revista. Como el propio Robaina explica en declaraciones a El Faradio, “en 2013 informábamos en La Marea de cuestiones climáticas en un momento en el que no era un tema que se leyera tanto, pero, en 2019 ya sentimos la necesidad de dar un paso más y creamos el medio especializado en clima y biodiversidad”.

Climática ha ido creciendo como medio digital pero no ha querido perder la esencia de esos reportajes más largos, con contenido más reposado, que ofrecen en su magazine. “Cada año publicamos la revista en papel con reportajes, análisis y entrevistas inéditos que en la web no lucen tanto como en revista, y a la gente le gusta aún tener esa parte en papel”, explica el periodista, que nos da unas pinceladas de lo que ha sido la última edición. “Este último recoge acciones que contribuyen a la acción climática frente a aquellas empresas que obstaculizan la acción climática, obviamente el cambio climático no es un tema agradable y hay que contarlo, pero tenemos la responsabilidad de no caer en derrotismos y sacar la parte buena o invitar a la gente a que hay mucho por hacer”, señala Robaina.

Pero el camino de Climática no se ha quedado solamente ahí, sino que a él se ha añadido otro nuevo formado a modo de podcast dirigido por la periodista Rocío Gómez, algo que, según Robaina, “permite darle una vuelta a algunos temas que viene bien contarlos de forma más amena o que se harían más densos en la web, intentamos ceñirnos a la actualidad, pero no al dedillo, preferimos contar las cosas de forma más estudiada y pausada”.

Robaina ha desarrollado su carrera como periodista digital pero siempre ha tenido una cámara en mano, lo que le llevó a especializarse en el fotoperiodismo y que se traduce en su próximo libro sobre la Calima en Canarias, un fenómeno que lleva unos 5 años documentando. “Me lo propusieron desde la editorial Libros.com y lo hemos realizado a través de una campaña de micro-mecenazgo y es una forma bonita de financiarse porque es compartir el proyecto con la gente que te apoya”, remarca el periodista, que adelanta que el libro contendrá “imágenes que he ido tomando a lo largo de los años pero también una parte divulgativa sobre qué es la Calima”.

Por otro lado, el periodista canario ha participado, tanto como ciudadano como periodista, en las pasadas manifestaciones que se han sucedido en Canarias reclamando un uso más local y ecológico (y menos turístico) de su territorio. Unas manifestaciones que se vivieron paralelamente en Cantabria, concretamente en Loredo contra el macroproyecto que convertiría la comunidad en la ‘Ibiza del Norte’. “Es un fenómeno generalizado, puede que el caso de Canarias sea el más sangrante, pero está pasando en toda España”, muestra Robaina, que considera que “el turismo depredador no sólo expulsa a la gente de sus casas y hace que sea más difícil tener un hogar, sino que también atenta contra el medio ambiente”.

Y sobre medio ambiente se reflexionará en Santander del 3 al 5 de julio en el Congreso Internacional de Acción Climática, con la mirada puesta hacia la COP29. Si recientemente hemos sabido que la presidencia de la COP28 habría firmado acuerdos petroleros y gasísticos en Dubái, las esperanzas en estos futuros congresos son dudosas. “Ahora mismo se está celebrando en Alemania lo que sería la “pre-COP” para adelantar ciertos temas y vamos a estar muy pendientes en Climática de cómo se desarrolla la siguiente Cumbre del Clima”, adelanta Robaina. Una Cumbre que se celebrará en un “petroestado” como es Azerbaiyán, “venimos de varias cumbres enlazadas en países en los que el modo de negocio son los combustibles fósiles y en muchos casos los derechos humanos escasean”, lamenta Robaina, aunque destaca que “las COP son el escaparate para intentar conseguir acción climática, aunque haya greenwashing, es un lugar donde intentar sacar ciertas normas en pro de la biodiversidad”. “Debemos exigir que no predominen este tipo de negocios y hacer presión por parte de la sociedad civil y los medios de comunicación”, concluye Robaina.