En su día, más de uno arqueó la ceja cuando la alcaldesa de Santander, Gema Igual, aseguró que no se podía opinar sobre el proyecto de reforma del malecón de Puertochico –la zona en el entorno del Club Marítimo—porque aún no se había licitado –la licitación es el momento en que se definen los detalles de una obra para que compitan por hacerla empresas-.

Se refería a una infografía para la zona en la que, además del recambio de pavimento a lo grande que caracteriza a cualquier obra en Santander, estaba coronada por la estatua de un oso –el clásico oso pardo de Santander- que no dejaba de ser una nueva chincheta en el mapa institucional de Okuda. La idea llevó hasta a una recogida de firmas, a esas declaraciones y a un cambio en el proyecto. Demasiado sacrificio de identidad para unos santanderinos que no, no tragan para todo, y demasiado miedo electoral para un PP que hizo cálculos y concluyó que en esa zona tienen votos –y que una obra tan emblemática trasciende el barrio en que está, evidentemente–

El arqueo de ceja, posiblemente acompañado de una carcajada, se debía, está claro, a que esas declaraciones provenían del mismo partido y la misma institución –es duro decir valga la redundancia, pero la intencionada e histórica confusión ha llevado a que haya que recordar que los fallos del Ayuntamiento son fallos del PP—que había hecho de la difusión de infografías toda una seña de identidad: torres bioclimáticas, ascensores en montañas…

Santander, la infografía de todos

No sólo eso: es que quien divulgó esa infografía, la del Puertochico, fue el propio PP en campaña electoral, en uno de esos momentos en los que para animar los días previos se saca de la manga un dibujito, como recordará todo aquel que se sorprendió cuando vio que se planteaba soterrar la calle San Fernando.

¿Estaba diciendo el equipo de Gobierno del PP al PP que las infografías que lanza no valen? ¿Le estaba señalando a sus votantes que no deben mirar los renders a la hora de decidir su papeleta? El PP, sin darse cuenta, y habrá que recordárselo, ha deslegitimado su próxima campaña: si no se puede opinar de los proyectos hasta que se liciten, entonces la campaña evidentemente no es una licitación y tampoco se puede opinar para inclinar el voto.

Las infografías de Santander, carácter “no vinculante”

Pero no es que al PP en el Ayuntamiento no le valgan ya sus propias infografías. Es que no les valen ni las de una institución con la que debería estar condenada a entenderse, muy querida en la ciudad –seguramente más que el propio Consistorio– y con el que, pese a la elegancia institucional de los mensajes públicos, lleva años de desencuentros: el Racing de Santander.

EL PP INTENTA TENER LA ÚLTIMA PALABRA…

El pasado jueves en el Pleno municipal, la concejala de Deportes, Beatriz Pellón, sostuvo , a preguntas del PRC, que no existía ningún proyecto para la reforma y ampliación de los Campos de Sport del Sardinero –que son propiedad del Ayuntamiento–.

Si el Racing afirmó previamente que había entregado al Ayuntamiento el citado proyecto hace un año, sin obtener respuesta, la edil, replicando un argumentario transmitido, aseguraba que aquello no era un proyecto, sino unas meras “ideas” e “infografías”.

Ha sido el Racing el que ha vuelto a salir hoy con un comunicado en el que explicaba que sí había un proyecto, con un nivel muy alto de detalle –planos, plazos, cifras, infografías, estudios de viabilidad y soluciones urbanísticas–, pagado por ellos, encargado a la empresa responsable de la remodelación del Nou Camp o del nuevo San Mamés, entre muchos otros.

De ese proyecto llevó, “con absoluta discreción” un avance que el Ayuntamiento quiso rebajar en el Pleno a una mera infografía –que aunque así fuera, se quedó sin respuesta todo un año–.

…RETORCIENDO LAS PALABRAS DEL RACING

El PP en el Ayuntamiento se ha visto forzado a responder con un nuevo comunicado en el que reinterpreta, por no decir manipula, las declaraciones del club: lo que deduce el PP de la explicación de haber presentado un avance de un plan es que el Racing ha “aclarado” que la presentación nunca fue oficial y que el proyecto era “únicamente” del club . Incluso le «agradece» esta explicación, presentándola como una iniciativa suya, cuando era una respuesta con matices, un desmentido a lo dicho en el Pleno.

A continuación, añadía que el avance no tenía ni costes ni viabilidad ni planos de detalle ni nada. Y que, cerrando el círculo, al ser una infografía, no sirve para opinar.

..RESPONDIENDO A COSAS QUE NO SE HABÍAN PUESTO EN DEBATE

El caso es que el origen del proyecto es algo que nunca estuvo en duda, la crítica era la falta de respuesta al plan presentado por el club. Y, en la misma línea de responder a lo no dicho, sostiene que el responsable del proyecto es el encargado de darle difusión, cuando lo que estaba en debate, bis, era la falta de respuesta.

…DICIENDO NO A LA AMPLIACIÓN

En cualquier caso, en la mejor línea de las instituciones elitistas que no te echan, sino que te sugieren mejores sitios a los que ir, el PP centra tanto su comunicado en la forma (posiblemente lo único a lo que pueda aferrarse, y eso que ha tenido que retorcerlo), esto es, que la presentación no fue formal y que no era todo el proyecto sino un avance que no se pronuncia sobre el fondo: qué piensa no sólo de la reforma, sino de la ampliación de las instalaciones, un proyecto en el que el Racing tiene depositadas muchas esperanzas y argumentos racionales sobre el aprovechamiento de un espacio infrautilizado y que aporta mucha proyección exterior de la ciudad. Una falta de respuesta que suena a un no que no se atreven a pronunciar en alto.

…E INCLUYENDO LOS SOBRECOSTES COMO EXPRESIÓN DE COMPROMISO

Y que soslaya reivindicando su compromiso con el club en forma de inversiones, citando la reciente reforma de los baños o de la iluminación –obviando, por supuesto, que los lavabos se reformaron por un escatológico estado fruto de años de falta de inversión, por tanto, si la inversión era algo a reivindicar por el mero hecho de ser su competencia, la histórica falta de la misma también debiera serlo también–

La galería de los horrores de los baños del Racing, sin tocar desde la inauguración

Y así, enarbola que ese compromiso supera lo, perdón por la repetición, comprometido. Si iban a ser 2,5 millones de euros, por lo visto van a ser 3,2, ya que se llevan 1,6 entre baños, agua y luces, y están comprometidos al menos 1,7.

En cualquier caso, presumir de gastar más de lo previsto y venderlo como muestra de compromiso se antoja como mínimo irónico en una institución que se caracteriza por presupuestar regular de partida: sin ir más lejos, los baños del Racing iban a costar unos 600.000 euros, al final acabaron costando 120.000 más (siempre rozando el techo del 20%).

La reforma de los baños de los Campos de Sport de El Sardinero sube un 20% y se retrasa tres meses