El nuevo concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santander, José Ignacio Quirós, supervisó y participó en el proceso de adjudicación de una obra (la pasarela peatonal entre la calle Alta y la calle Castilla), con baja temeraria, a la empresa de la que era apoderado anteriormente, ASCAN, del Grupo SADISA, que tiene entre sus sociedades a la adjudicataria del servicio de basuras en la capital cántabra.

José Ignacio Quirós

La baja temeraria es una fórmula muy criticada por las empresas del sector y por organizaciones como el Colegio de Caminos.

Consiste en que la empresa rebaja sustancialmente el precio de una obra pública por debajo del que marcan las administraciones que la adjudican, lo que la coloca en situación ventajosa respecto a la competencia en cuanto a los criterios económicas.

El sector la critica por suponer una forma de competir que sólo suelen permitirse las grandes, pero también porque acaba suponiendo una rebaja de la calidad del trabajo.

Y porque suele ir aparejada de posteriores sobrecostes, con lo cual el supuesto ahorro no acaba siendo tanto, combinación la de baja temeraria y sobrecoste que se dio con el vial de Amparo Pérez en la S-20, por ejemplo.

No obstante, resulta difícil conocer los sobrecostes: el Portal de Transparencia no recoge ninguno para el año 2014 (el único que consta), y las actas de la Junta de Gobierno local en las que se aprobarían llevan sin actualizarse en la Web municipal desde el pasado mes de marzo.

LA BAJA TEMERARIA

En este caso, la propuesta de adjudicación de la obra de la pasarela se hizo en agosto del año pasado, en una Mesa de Contratación presidida por César Díaz y de la que formó parte como vocal Ignacio Quirós, en ese momento Director General de Infraestructuras del Ayuntamiento, según consta en las actas consultadas por EL FARADIO.

Ignacio Quirós, de profesión ingeniero, es en la actualidad concejal de Medio Ambiente. Previamente, fue cargo de confianza en el Ayuntamiento, en concreto, director general de Infraestructuras, y, antes de eso, pasó por el Grupo SADISA, del que fue apoderado con capacidad para firmar operaciones en diversas sociedades, como ASCAN o GEASER, la adjudicataria del servicio de basuras.

El proyecto de conexión entre la calle Alta y la calle Castilla salió a licitación (es decir, la administración lo definió con una serie de condiciones) por un precio de 3,3 millones de euros y un plazo de 14 meses.

Sin embargo, a la hora de conocerse las ofertas que presentaban las empresas, la Mesa de Contratación (el órgano del Ayuntamiento que se encarga de estos procesos) se encontró con una oferta “desproporcionada” o baja temeraria.

En concreto, ASCAN propuso realizarla en 1,9 millones de euros y con un plazo de ejecución dos meses menor del previsto.

La cifra planteada por ASCAN era casi 100.000 euros por debajo del límite marcado para considerar una baja como desproporcionada o temeraria.

Cuando se detecta una baja temeraria, la empresa tiene que justificar en base a qué se produce esa reducción de los precios, y las instituciones tienen que autorizarlo.

Pasarela entre la calle Alta y Castilla Hermida

En este caso, el director de Infraestructuras, es decir, Ignacio Quirós, emitió un informe en el que consideraba que la propuesta era técnicamente correcta.

Y el director jurídico municipal emitió otro informe positivo, a petición de Ignacio Quirós, entonces director de Infraestructuras, hoy responsable de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Santander.

En el citado informe, que, al igual que el resto de informes jurídicos y técnicos en Santander no están disponibles en el Portal de Transparencia, se justificaba la baja en una “disminución del beneficio industrial”.

Esto le permitió conseguir la adjudicación, por encima de otra empresa, la unión entre Ferrovial y Excavaciones Palomera, que había presentado la mejor oferta técnica.

Además de estar en la Mesa de Contratación y emitir o pedir informes, Quirós también se encargó de la supervisión general de la obra, como recoge igualmente el Portal de Transparencia.

LA OBRA

Las obras de conexión peatonal entre la calle Alta y la calle Castila se abrieron al público el pasado mes de mayo, en plena campaña, sin inauguración formal porque lo prohibía la ley.

Según recoge el Portal de Transparencia, la pasarela entre la calle Alta y Marqués de la Hermida es una de las seis más importantes adjudicadas en Santander durante 2014, y la tercera de mayor valor: 1,5 millones de euros, sólo por debajo de los 4,2 millones de euros del vial de Amparo en la S-20, y de los 2,5 millones al nuevo paseo marítimo en Castilla-Hermida.

SADISA Y SANTANDER

Ignacio Quirós no es el único exempleado de Sadisa con responsabilidades actuales en el Ayuntamiento de Santander: están César Díaz, de Urbanismo; y José Antonio Gómez Izaguirre, gerente de la Sociedad de Vivienda y Suelo.

Todo en una serie de legislaturas en la que el grupo mantiene el servicio de basuras, ha construido VPO en La Albericia y ha firmado, a través de una de sus sociedades, el convenio urbanístico para la zona de San Martín, en la que han ejecutado obras como la reforma de la Plaza de San Martín de la Mar (propuesta por ellos), además de beneficiarse de la modificación del Plan Sardinero y de sancionarse a un policía local que les quiso imponer una multa a ellos en lugar de a sus empleados.

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