Con la puesta en marcha del Metro-TUS, que esta semana cumple un mes desde su implantación, ha habido una gran movilización en contra, hasta el punto de que incluso se ha convocado una concentración de protesta, este sábado día 3, a las 12.00 horas frente al Ayuntamiento de Santander.

La Línea Central a su paso por el Intercambiador del Sardinero. FOTO: Eva Mora.

La FECAV, los usuarios, los sindicatos, la Mesa de Movilidad y los partidos políticos de la oposición son algunos de los que han criticado los perjuicios que supone el nuevo sistema, con los transbordos y el retraso en las frecuencias que han apreciado los viajeros y conductores.

La pasada semana los colectivos afectados se reunieron por primera vez, con vistas a crear una plataforma de afectados para instar al Ayuntamiento a negociar con todos a la vez. Ese mismo día, en el pleno municipal, la alcaldesa, Gema Igual, insistió en que no se va a paralizar el Metro-TUS sino que el Consistorio se centrará en arreglar algunos de los errores que han reconocido.

El total del proyecto ha costado a la ciudad más de 7 millones de euros, con una inversión que ha beneficiado ya a un grupo de investigación en transportes de la Universidad de Cantabria adscrito a la Escuela de Caminos o la empresa responsable de la construcción de la plataforma y los intercambiadores, Teginser.

Además, las últimas inversiones en el servicio de autobuses de Santander están contribuyendo a beneficiar a la concesionaria privada de algunas líneas del servicio, del grupo Alsa, gigante del sector entre cuyos fundadores se encuentran familiares del exministro de Fomento Francisco Alvárez Cascos.

Pero, otra de las cuestiones que los pasajeros han apreciado en este mes de vida es que el número de viajeros de los autobuses que no realizan transbordos ha aumentado considerablemente en comparación a cómo se llenaban antes de la implantación del Metro-TUS.

Al parecer, en este mes que ha sido especialmente frío los usuarios han tratado de evitar lo máximo posible la línea central, que hace trasbordos en los intercambiadores de Valdecilla y el Sardinero.

Unos intercambiadores que, por cierto, son una clara representación de las diferencias entre ricos y pobres. Mientras que el más cercano al hospital está a la intemperie, el próximo a la playa cuenta con una sala de espera protegida por cristales y baños incluidos.

“NO ESPERAMOS A LA LÍNEA CENTRAL SINO QUE COGEMOS EL PRIMERO QUE LLEGA”

Incluso a los pasajeros de la periferia, prácticamente obligados al transbordo, les afecta especialmente. María Angeles, una vecina de Peñacastillo, afirma que sí que han apreciado que las líneas 1 y la 2 están “más llenas”. “Cuando llegamos al transbordador no esperamos a la Línea Central si no que cogemos el primero que llega porque aquello es un congelador”, asegura.

Además, otra de las razones es que “la Línea Central no para en todas las paradas que sí hacen el 1 y el 2”; motivo por el cual se justifica, de hecho, el ahorro de tiempo.

En el Intercambiador del Sardinero también han apreciado que esas líneas, u otras como la 7, van más llenas de lo habitual. Una vecina de Valdenoja cuenta que “mucha gente baja para coger el 1 y el 2 y evitarse el trasbordo”. “Es cierto que la Línea Central ahorra al ir por el túnel pero los que trabajan de mañana y de tarde tienen que hacer 8 viajes en autobús al día… Es agotador”, se lamenta.

MUCHOS SE QUEJAN DE QUE EL NUEVO SISTEMA LES RETRASA

Intercambiador del Sardinero, con sala de espera, que contrasta con el de Valdecilla, a la intemperie FOTO: Eva Mora.

El nuevo sistema, que desde el Ayuntamiento insisten en que aún está en periodo de prueba y adaptación, también perjudica a otros usuarios que denuncian que les “retrasa”.

Y es que, en muchas ocasiones, el trayecto que implica el trasbordo atrasa tanto el viaje que casi compensaría más hacerlo a pie, en una ciudad del tamaño de Santander.

Una vecina, que ha presentado ante el Ayuntamiento y la Universidad de Cantabria 1.282 firmas solicitando una parada frente a la residencia de ancianos de Cueto, denuncia que uno de los días ha llegado a tardar “hasta hora y media” desde el Grupo San Francisco a la Virgen del Faro, cuando “antes se tardaba una media hora”.

Su denuncia es sobre la línea 6, que es circular entre Complejo-Monte-Cueto, y su reclamación le ha llevado a estar en contacto con el mismo responsable del Grupo de Ingeniería de Sistemas de Transporte de la UC, Ángel Ibeas, sin que les haya llevado a un acuerdo concreto.

“Yo conozco gente que sale una hora antes de casa para encima llegar tarde. Y eso no puede ser”, critica.

Otra vecina, que viaja entre sus dos trabajos en Valdecilla y Repuente, también considera un inconveniente que a veces deba pasar por el intercambiador del Sardinero porque “no coinciden horarios o trayectos”. Ahora se retrasa 20 minutos con respecto a su anterior itinerario. “A estas horas tendría que estar en el centro y sigo aquí, esperando”, asegura a primera hora de la tarde en el Intercambiador del Sardinero. En la pantalla muestra que el Metro-TUS de la Línea Central tardará 14 minutos.