Vuelve el fantasma de las talas de árboles a Ribamontán al Mar, donde hace años los vecinos ya se alzaron contra la tala de árboles en Loredo, contrario a lo dispuesto en el Plan de Ordenación del Litoral (POL).

En este caso, se trata de las obras de mejora de la carretera de Loredo a Galizano (en concreto, el tramo entre Loredo y Langre), que implican la tala de una veintena de plátanos.

De momento, son unas obras que este jueves han conseguido paralizar un grupo de vecinos, con el apoyo de la asociación ecologista ARCA y de EQUO, si bien cuando lo consiguieron ya se había conseguido la tala de una decena de árboles.

Desde la Plataforma SOS POL Somo-Loredo se explica que los vecinos están de acuerdo en la necesidad de una carretera que se encuentra en mal estado, pero “no a cualquier precio, y menos el de la tala de esos árboles”, además, a pocos metros del lugar donde se produjo la tala de Loredo —sin que se produjeran acciones de regeneración–.

Es un proyecto que ya en su día el partido municipalista Iniciativa Vecinal Ribamontán al Mar intentó que se abriera a más participación ciudadana, a través de la presentación de sendas mociones en 2017 y 2019 que fueron rechazadas en el Pleno municipal, remitiéndose a una futura consulta del proyecto.

La Plataforma ha convocado este jueves a las 9.00 horas un paseo informativo sobre el terreno: la cita es en el Hotel Costamar de Loredo, desde donde se desplazarán hasta la zona afectada.

“Nuestra intención es mostrar que existen alternativas para hacer la carretera salvando esos árboles que forman parte del precioso paisaje local del pueblo, y es patrimonio que hay que conservar para vecinos y visitantes”, señalan.

E insisten en que no están “en contra de la carretera”, sino que, al contrario, piden su ejecución “urgente”, pero advierten de que no quieren de que la tala de los árboles se use como “moneda de cambio” y forma de “coacción y enfrentamiento”.

“Sólo pedimos que se encuentra la forma de compatibilizar la nueva carretera con la conservación de la mayor parte de los árboles posibles, como así es en la mayor parte de Europa desde hace décadas. Es necesario que protejamos el entorno natural del municipio y encontremos formas de compatibilizar el desarrollo con el medio ambiente”, recalcan.

Además, advierten de que “en breve además Europa va a apoyar a los municipios que así lo tengan en sus políticas”, por lo que temen que se vaya por mal camino, teniendo en cuenta la “herencia paisajística” de Ribamontán al Mar.

Su eliminación es una salvajada para todo el entorno natural, y para la herencia cultural y paisajística del pueblo de Loredo. Seguro que hay alternativas razonables para hacer la mejora de la carretera, y que los árboles se respeten.

La Plataforma tacha la tala de una “salvajada” para todo el entorno, ya que forman parte de un ecosistema de especies animales cuyo hábitat principal está relacionado con las masas arbóreas elevadas, y que directa o indirectamente sobreviven en él.

“Las últimas décadas casi la mayoría de las carreteras de Cantabria se han quedado sin ellos tras una falsa creencia que eran una amenaza para la seguridad vial. Lo cierto es que las estadísticas de muertos o accidentes contra árboles son tan bajas e inexistentes que con un poco que pienses en ello, no justifica su eliminación de nuestro patrimonio paisajístico. Lo que mata en las carreteras es el mal estado del firme o la alta velocidad de los usuarios, no los árboles”, argumentan.