El Orgullo LGTBI no podrá ser como siempre, pero la relajación de las restricciones hacen prever que ya se empiece a parecer un poco a lo que se celebrara antes de la COVID-19. Lara García cree que es «necesario salir a la calle, volver a la calle para reclamar lo que es nuestro», en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

La presidenta de Alega cree que sigue siendo necesario reivindicar los derechos del colectivo LGTBI, porque no está todo conseguido. «Muchas veces la gente no es consciente de la discriminación que existe», afirma.

Desde una asociación como esta, la de mayor peso en Cantabria en defensa de los derechos de las personas que conforman el colectivo, subrayan que siguen produciéndose «golpes, palizas y asesinatos». La violencia sigue siendo una forma de expresión contra ellos, y García lamenta que «muchas veces no reaccionamos, es una violencia no denunciada, por no tener más problemas».

Por eso la fecha del Orgullo LGTBI le sigue pareciendo necesaria, porque es una manera de rescatar las conversaciones esenciales para avanzar en igualdad: «ante discursos de odio, tenemos que hablar de nuestros derechos, nuestros problemas y estar informadas de todo ello», se reafirma.

Este fin de semana llega el grueso de los eventos, aunque antes, esta misma tarde, hay un evento de Alega en la Delegación del Gobierno para hablar de delitos de odio y dar a conocer las mejores maneras de defender los propios derechos.

Este sábado volverá a haber manifestación en Santander. Será el día en que se pueda empezar a estar en exteriores sin mascarilla, pero desde Alega recomiendan llevarla durante la movilización, que saldrá desde la Plaza Numancia a las 18:00 e irá hasta la Plaza Alfonso XIII.

García habla también de Javier de Hoyos, que será el pregonero del evento, un periodista y también youtuber que vive en Madrid y que ahora regresa a su tierra natal para ser la voz que inaugure los eventos. Y dedica palabras a la Escuela Oficial de Tiempo Libre, Premio Aleguita 2021, que se lleva la condecoración de la asociación por su capacidad para crear espacios libres de odio y donde las personas del colectivo se sientan cómodas.